Una conmovedora historia de instinto maternal y supervivencia emergió del abrasador desierto de Kuwait, donde una perra abandonada, bautizada como Sandy, fue hallada viviendo abajo de un tanque de agua para protegerse del calor luego de ser abandonada a su suerte en ese inhóspito lugar. El grupo de rescate Raf.kw actuó rápidamente tras ver un video de la perra deambulando sola, consciente de que las temperaturas de 50 °C podían ser mortales. Al llegar a su rescate, se sorprendieron porque se dieron cuenta de que la perrita no se encontraba sola.
En su búsqueda, los rescatistas encontraron a la perra escondida en un pozo que había cavado bajo un tanque de agua en medio del desierto. Rodeada de arenas y piedras, la perra no solo había hecho un hoyo para resguardarse del sol inclemente y el calor sofocante de ese país del Medio Oriente, sino también para ocultar y proteger a un pequeño grupo de cachorros. Su prioridad era mantener a salvo a su familia, y al principio, la desconfianza hacia los humanos era palpable.
Danna, miembro de Raf.kw, relató en un video para The Dodo la reacción inicial de Sandy: “Nos miraba a nosotros y luego miraba a sus cachorros, como si dijera: ‘Tengo a mis bebés conmigo, ¿van a hacerme daño?’”. “Solo era una mamá protegiendo a sus crías. Creo que ni siquiera le importaba el calor, el abandono o lo que le había pasado”, agregó la rescatista, cuyo testimonio subrayó la profunda conexión y el instinto protector de la madre con sus bebés.
El equipo de rescate se aproximó a Sandy y sus crías con suma cautela, dedicando aproximadamente 15 minutos a ganarse su confianza. Le ofrecieron comida, la que aceptó rápidamente, y le hablaron con voces suaves, buscando transmitir que su intención era ayudar. Este acercamiento paciente dio sus frutos, y Sandy finalmente permitió que los rescatistas metieran la mano en el hoyo para poner a salvo a los pequeños.
El cambio en la actitud de Sandy fue notable una vez que se sintió segura. “Una vez que estuvo en la jaula, supo que estaba segura”, describió Danna. “Fue como del día a la noche. Pasó de ser una madre aterrada y a la defensiva a mirarnos como diciendo: ‘Sé lo que están haciendo. Gracias.’” Esta transformación emocional marcó el inicio de su recuperación.
Sandy y sus cachorros fueron trasladados a I Care Kuwait, un refugio dirigido por Elika Mansouri, amiga de Danna. Este centro se especializa en ubicar perros kuwaitíes en hogares de Estados Unidos y Canadá, brindándoles una segunda oportunidad. En ese centro de recuperación, Sandy comenzó a aprender a confiar nuevamente en las personas y encontró a su familia definitiva con Brianna, a quien “seguía a todas partes”, según Danna, mostrando una felicidad evidente.
Los cachorros de Sandy, nombrados Zeus, Zaydar y Zack, también encontraron su final feliz. Fueron adoptados por una familia en Canadá, donde hoy viven plenos y felices. La historia de Sandy y su camada es un testimonio de la resiliencia animal y la importancia de la intervención humana, culminando en un desenlace positivo para toda la familia.