El debate sobre el cambio de huso horario en la Argentina se reactivó tras el avance de un proyecto en la Cámara de Diputados. La iniciativa busca alinear los relojes con la luz solar, una medida que genera discusiones sobre sus efectos en el consumo eléctrico y el ritmo de vida de la población. La propuesta recibió media sanción y ahora debe ser tratada en el Senado.
¿Por qué hay un desfasaje horario en el país?
Argentina utiliza el huso horario -3 respecto al Meridiano de Greenwich, pero la mayor parte del territorio nacional se ubica geográficamente en la franja correspondiente al huso -4. Algunas provincias del oeste, como Mendoza, incluso se encuentran en la zona del huso -5. Esta discrepancia entre la hora oficial y la hora solar es la causa del desfasaje.
El diputado Julio Cobos, autor del proyecto, explica la situación. “Nosotros usamos el huso -3, pero si miramos el mapa en realidad el territorio nacional se ubica en su mayoría en el -4”, afirmó. Históricamente, en 1920, el país adoptó el huso -4. Mantuvo ese esquema, sobre todo en invierno, y pasaba al -3 durante el verano. Una modificación posterior unificó la hora en -3 durante todo el año. Desde entonces, buena parte de las actividades matutinas, en especial en las provincias del oeste, transcurren en la oscuridad.
Qué propone el proyecto de ley
La iniciativa impulsada por Cobos obtuvo sanción en la Cámara de Diputados. El proyecto establece la adopción de dos esquemas horarios a lo largo del año. Uno regiría de abril a agosto y otro de septiembre a marzo. Si la ley se aprueba en el Senado, el 1 de abril de 2026 los argentinos deberían atrasar sus relojes una hora. Luego, en septiembre, deberían volver a adelantarlos.
El objetivo es lograr una mayor coincidencia de las horas diarias con la luz solar. Los argumentos centrales son el ahorro energético y la mejora en las condiciones de atención en el horario escolar. “Tenemos que hacer coincidir el momento del mediodía con el punto en el que el sol está justo sobre nuestra cabeza. Hoy está desfasado”, señaló Cobos.
Impacto en la salud y el aprendizaje
Especialistas en medicina del sueño apoyan la medida por su potencial impacto positivo. Daniel Álvarez, neurólogo de la Clínica Reina Fabiola de Córdoba, coincide en que el país está desfasado. “Nuestro cerebro se guía con una estructura que se activa dependiendo de la luz del entorno: el hipotálamo. Vivir desfasados una hora genera impacto en el descanso y en el rendimiento”, detalló.
Según Álvarez, el cambio alinearía al país con el huso planetario correcto. Esto generaría un reloj más real en función del ciclo de luz y oscuridad. El especialista advierte sobre un período de adaptación de una semana. En ese lapso, el cuerpo ajusta su ritmo. Álvarez también destaca los beneficios para el aprendizaje. “Mientras podamos aprovechar más el día con más luz natural, se maximiza el rendimiento de la función cognitiva”, explicó. El estímulo lumínico por la mañana inhibe la melatonina, la hormona del sueño.
Cómo cambiarían los amaneceres y atardeceres
El meteorólogo Ignacio López Amorín, del Servicio Meteorológico Nacional, sintetizó el impacto práctico. El huso -4 alinea a la Argentina con países en su misma franja de longitud, como Bolivia, Chile y el oeste de Brasil. Actualmente, el país comparte horario con el este de Brasil y Uruguay.
De aprobarse la ley, los cambios serían notorios. “En la ciudad de Buenos Aires, en las provincias del Litoral y del este del país, donde ahora actualmente está amaneciendo a las 7, amanecería a las 6 y oscurecería a las 18.30”, precisó López Amorín.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Evangelina Himitian.