La violencia familiar es un problema grave y muchas veces silencioso que afecta la salud física, sexual y mental de miles de personas en el Perú y en todo el mundo. Ocurre dentro del entorno del hogar y puede ser ejercida por padres, madres, parejas, hermanos, hijas o cualquier integrante del núcleo familiar. Según datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), solo en el primer semestre del 2025 se registraron más de 50 mil denuncias por violencia familiar a nivel nacional. Esta cifra refleja una realidad alarmante, pero también nos recuerda la importancia de visibilizar el problema y actuar.
Muchas veces, las personas no se dan cuenta de que están siendo víctimas de violencia, porque no siempre se manifiesta con golpes o agresiones físicas. La violencia familiar adopta distintas formas, y conocerlas es el primer paso para poder enfrentarlas y protegerse.
¿Qué es la violencia familiar?
La violencia familiar es cualquier acción u omisión que cause daño físico, psicológico, sexual o económico a un miembro del grupo familiar. Esta violencia puede ser puntual o sistemática, y siempre implica una relación de poder y control por parte del agresor.
En el Perú, la Ley N.° 30364 establece medidas de prevención, protección y sanción ante la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Esta ley reconoce varios tipos de violencia que deben ser identificados y denunciados.
Tipos de violencia familiar
- Violencia física: es el tipo de violencia más visible y reconocible. Implica el uso de la fuerza física para causar daño al cuerpo de la víctima. Puede incluir empujones, bofetadas, patadas, quemaduras, uso de objetos para golpear, entre otros. Ejemplo: un padre que golpea a su hijo con un cinturón como castigo o una pareja que agrede físicamente a su cónyuge.
- Violencia psicológica o emocional: es una forma de violencia silenciosa pero profundamente dañina. Incluye humillaciones, gritos, insultos, amenazas, chantajes emocionales, manipulación, control excesivo y desvalorización constante. Afecta la autoestima, la confianza y la salud mental de la víctima. Ejemplo: una madre que constantemente le dice a su hija que no sirve para nada o una pareja que aísla a la otra de sus amigos y familiares.
- Violencia sexual: ocurre cuando se obliga a una persona a mantener relaciones sexuales o realizar actos de carácter sexual en contra de su voluntad. También incluye el acoso, la coacción, el abuso y la violación dentro del entorno familiar, incluso si existe una relación de pareja o matrimonio. Ejemplo: un esposo que obliga a su esposa a tener relaciones sexuales sin su consentimiento o un familiar que abusa de una menor de edad.
- Violencia económica o patrimonial: este tipo de violencia se da cuando una persona controla, limita o retiene el acceso al dinero, bienes o recursos económicos de otra, con el fin de ejercer poder o control. También incluye la destrucción de pertenencias y documentos importantes. Ejemplo: un esposo que no permite a su esposa trabajar ni administrar dinero, o un familiar que obliga a una persona mayor a firmar documentos para apropiarse de sus bienes.
- Violencia por negligencia o abandono: implica descuidar de manera intencionada las necesidades básicas de un miembro de la familia, como la alimentación, el abrigo, la educación, la salud o la seguridad. Afecta especialmente a menores, adultos mayores y personas con discapacidad. Ejemplo: un adulto que deja solos a sus hijos por días sin alimentos ni supervisión, o una persona que no cuida a su padre enfermo a pesar de tener la responsabilidad de hacerlo.
¿Por qué es importante hablar de violencia familiar?
Hablar de violencia familiar es fundamental porque permite visibilizar una realidad que muchas veces se oculta por miedo, vergüenza o costumbre. Reconocer que la violencia no solo es física, sino también emocional, sexual o económica, ayuda a identificarla y a prevenirla. Además, hablar del tema abre caminos para que las víctimas sepan que no están solas, que tienen derecho a vivir en paz y que existen redes de apoyo y leyes que las protegen. El silencio perpetúa el maltrato; en cambio, alzar la voz puede salvar vidas y transformar hogares en espacios seguros y respetuosos para todos sus miembros.
¿Qué hacer si identificas violencia familiar?
Si tú o alguien que conoces está viviendo alguna de estas formas de violencia, es importante buscar ayuda. En Perú, puedes comunicarte con:
- Línea 100: brinda atención gratuita y confidencial las 24 horas del día.
- Centro de Emergencia Mujer (CEM): ofrece orientación legal, psicológica y social.
- Comisarías: puedes presentar una denuncia si tu integridad o la de tus seres queridos está en peligro.