Perú instalará una embajada en Georgetown, la capital de la República Cooperativa de Guyana, en pleno conflicto entre este país y Venezuela por un pedazo de territorio, conocido como el Esequibo. De acuerdo con la Resolución Suprema N° 113-2025-RE, se asignarán recursos por medio del Pliego Presupuestal del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el documento, Cancillería resalta que ambos gobiernos han mantenido vínculos oficiales desde 1970 y que se habían conducido las relaciones bilaterales a través de Bolivia en Venezuela hasta 2019, y luego por medio de Trinidad y Tobago.
También destacan que Guyana es sede de la Comunidad del Caribe (Caricom), constituido mediante el Tratado de Chaguaramas en 1973, y miembro desde el 1 de agosto de 1973. En ese sentido, esta nación representa un actor clave al facilitar el acceso a “mecanismos de cooperación política, científico-tecnológica, cultural y en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, así como mayores oportunidades para la atracción de inversiones dentro del bloque, dotando de un renovado dinamismo a la vinculación política con el Caribe no hispanohablante”.
Otro punto importante es la posición estratégica en el Caribe, indica la resolución. El país extranjero, dice el ministerio, “se ha consolidado como un Estado con elevado dinamismo político y económico, que lo convierte en un socio hemisférico de creciente importancia, como lo evidencia la presencia de veintidós misiones diplomáticas residentes, incluidas ocho provenientes de países latinoamericanos”. “Los Gobiernos del Perú y de la República Cooperativa de Guyana comparten principios y valores comunes”, menciona el texto.
El conflicto entre Venezuela y Guyana
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, afirmó que el país está preparado para tomar decisiones para proteger su territorio y su soberanía frente al litigio con Venezuela sobre el Esequibo, una zona de 160 mil kilómetros cuadrados con importantes reservas de petróleo. Destacó que se trata de determinaciones complejas, que requieren experiencia y respaldo internacional para salvaguardar la seguridad nacional y la integridad del país.
En su declaración, advirtió que la disputa podría desestabilizar la región y amenazar la soberanía y la existencia de Guyana. Subrayó la importancia de un liderazgo confiable y respetado, capaz de trabajar en alianza con socios internacionales y de generar confianza en la comunidad internacional.
El gobierno guyanés solicitó el fortalecimiento de la cooperación regional para enfrentar la delincuencia organizada transnacional y el narcoterrorismo, en una referencia directa al Cartel de los Soles, una organización criminal vinculada a altos mandos venezolanos, según diversas investigaciones internacionales.
Venezuela respondió acusando al otro país de actuar como instrumento de los intereses de ExxonMobil, la principal petrolera estadounidense que opera en el Esequibo. Caracas rechazó los señalamientos de Georgetown y reiteró su oposición a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la controversia del territorio.
Guyana invoca la validez del Laudo Arbitral de París de 1899, el cual otorgó la administración del Esequibo a la entonces colonia británica. Actualmente, el área se mantiene bajo control guyanés, mientras Venezuela continúa con sus reclamos sobre la soberanía, en una disputa que involucra recursos energéticos y geoestratégicos en la región.