«La vida de influencer no siempre es de color de rosa. Somos personas de carne y hueso y padecemos y sufrimos lo mismo que vosotros». Con estas palabras Beatriz Trapote ha comenzado el que sin duda ha sido el mensaje más difícil que ha compartido en redes sociales, en el que se ha sincerado como nunca al revelar, rota en lágrimas, la grave enfermedad que padece su padre, uno de sus grandes pilares.
A raíz del ingreso de su progenitor en un hospital el pasado marzo, han sido muchos los seguidores que le han preguntado cómo estaba todo; y, aunque en estos meses ha intentado aparentar normalidad y continuar cumpliendo con sus compromisos profesionales pendiente en todo momento de los tres hijos que tiene en común con Víctor Janeiro -Víctor, Oliver y Brenda- para que los niños no notasen nada «porque son muy pequeños para entenderlo», lo cierto es que está viviendo uno de los trances más complicados de su vida.
Y es que tal y como ha relatado reconociendo que «cuando uno tiene problemas, quiere compartirlo y sobre todo cuando recibe tanto cariño por vuestra parte», su padre ha sido diagnosticado de cáncer de pulmón. En un primer momento pensaban que era una neumonía, pero tras diferentes pruebas médicas se ha confirmado el peor de sus temores: «Querías trasmitiros el diagnóstico. Muchos intuís que había algo detrás de esas bajadas de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas… esa palabra que tanto cuesta digerir» ha apuntado muy emocionada.
«El 20 de marzo, ingresó por una neumonía y salió, pero esa neumonía no curaba. Después de muchas pruebas, lo que había en el fondo era un tumor en el pulmón. Cuando escuchas la palabra tumor… puede ser bueno, puede ser malo. Hay que analizarlo, biopsiarlo. Son meses duros. Y cuesta mucho digerirlo, porque es una palabra que cada vez escuchamos más en la sociedad, pero que cuando te toca de cerca, se convierte en un mazazo», ha confesado abatida.
Como ha explicado, «el cáncer es grande y no se puede operar», pero como ha asegurado, «estamos muy positivos confiando en la ciencia y én él, sobre todo». «Ya sabes, abuelo, que nos estás viendo… mucha fuerza, mucha energía. Esta batalla hay que ganarla. Tienes 72 años, pero cuentas con un equipo de oncología muy bueno en el hospital Severo Ochoa y, sobre todo, con el cariño de tus hijos, de tu mujer, de tus hermanos, cuñados, primos, amigos y de todos los trapotistas que están aquí» ha expresado sin poder contener las lágrimas.
«En la vida, incluso en los momentos más duros, hay que aprender a ser positivo y a sacar fuerzas de donde parece que ya no quedan. Porque las grandes batallas solo llegan a quienes tienen la fortaleza de los grandes guerreros, y cada lucha difícil es también una demostración de su coraje y de su grandeza», ha concluido, antes de compartir otro storie de la videollamada que ha tenido con sus padres -en el hospital- con un mensaje de ánimo: «Lo estás haciendo genial papá, te queremos».