El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha destacado que el hecho de que catorce de los quince miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidieran el fin de la hambruna en la Franja de Gaza refleja el «amplio consenso» a nivel internacional en la condena del «genocidio» de Israel en el enclave y ha cargado contra Washington por su negativa a respaldar el texto, algo que ha descrito como una muestra de su «complicidad» en los «crímenes» israelíes en este territorio palestino.
«Aplaudimos el comunicado emitido por miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, con la excepción de Estados Unidos, pidiendo un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza y afirmando que el uso del hambre como un arma está prohibido por el Derecho Internacional», ha señalado el grupo islamista palestino en su primera reacción oficial al citado pronunciamiento.
Así, ha resaltado que el comunicado «subraya la catastrófica situación humanitaria en Gaza a causa de las políticas israelíes» y «apunta a una hambruna generalizada y su impacto devastador sobre los civiles, especialmente los niños», tal y como ha recogido el diario palestino ‘Filastin’.
«Consideramos esta posición internacional como un paso de progreso que demuestra un amplio consenso en la condena del crimen de genocidio y la guerra de hambre lanzada por la ocupación contra más de dos millones de palestinos en Gaza», ha apuntado, al tiempo que ha criticado la «continuada obstrucción de resoluciones vinculantes» por parte de Washington, al que ha achacado la «responsabilidad de la hambruna y las masacres en Gaza».
El comunicado de Hamás ha llegado horas después de que todos los países del Consejo de Seguridad de la ONU, salvo Estados Unidos, afirmaran que «la hambruna debe detenerse de inmediato», alegando que «el tiempo apremia», después de que el organismo internacional declarara oficialmente la hambruna en la gobernación de Gaza, situada en el norte de la Franja.
«La emergencia humanitaria debe abordarse sin demora e Israel debe cambiar de rumbo. Hemos visto lo que se puede lograr durante un alto el fuego», dijeron, antes de mostrar su «confianza en el trabajo y la metodología» de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), que alertó de que podía extenderse a las zonas de Deir al Balá (centro) y Jan Yunis (sur) para finales de septiembre, a pesar de las críticas de Israel.
«Esta es una crisis provocada por el hombre. El uso de la hambruna como arma de guerra está claramente prohibido por el Derecho Internacional Humanitario», recordaron los firmantes, que pidieron además un alto el fuego «inmediato, incondicional y permanente» y exigieron a Israel que levante «todas las restricciones a la entrega de ayuda», tanto con la apertura de las rutas terrestres como permitiendo las operaciones «de forma segura y a gran escala» de la ONU y socios humanitarios.