La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), uno de los dos gremios estatales de representación en todo el país, denunció sobreprecios en el PAMI en la compra de de lentes intraoculares.
“Desde el sindicato hemos comprobado la existencia de sobreprecios y el pago de retornos en la adquisición que la obra social hizo de lentes intraoculares para la operación de cataratas”, advirtió el dirigente Rodolfo Aguiar, jefe de ATE a nivel nacional, en redes sociales. Acompañó la publicación con la Licitación Pública 12/25, con compras a Implantec, MSZ, Centro Óptico Casin, Visión Médica y VSA Alta Complejidad, que alcanzan los $80.730.354.421.
El caso se reveló anoche en el canal TN, donde se publicó un informe periodístico en el que los oftalmólogos que son prestadores del PAMI advirtieron que los productos estaban entre cinco y seis veces más caros que el precio de mercado.
MUY GRAVE!!
ATE DENUNCIA ALARMANTES SOBREPRECIOS Y CORRUPCIÓN EN PAMI!!QUINTUPLICARON LOS PRECIOS COMPRANDO LENTES INTRAOCULARES POR 80 MIL MILLONES DE PESOS!!
Desde el sindicato hemos comprobado la existencia de sobreprecios y el pago de retornos en la adquisición que la obra… pic.twitter.com/j18AnRVulS
— Rodolfo Aguiar (@rodoaguiar) September 1, 2025
“Los lentes que tienen un costo de 35 mil pesos, se pagaron a 150 mil y en algunos casos hasta 230 mil pesos. Además, los insumos adquiridos son de menor calidad. Son miles los jubilados que ya denunciaron haber sufrido afecciones graves a partir de utilizar estos productos”, acusó Aguiar, que evalúa hacer una presentación judicial.
Mientras tanto, la Unidad Fiscal de Investigación especializada en PAMI, a cargo de Javier Arzubi Calvo, ya activó una investigación preliminar, según pudo saber LA NACION.
El PAMI es dirigido por el médico Esteban Leguízamo y está bajo la órbita del Ministerio de Salud, que encabeza Mario Lugones.
“El bochorno es mayúsculo a partir que en provincias como la mía, Río Negro, por estas horas los dirigentes libertarios hacen proselitismo a través de la Campaña Visión. Están vinculando su imagen a una política pública oftalmológica corrupta. Hasta el mes de julio los lentes los compraba cada profesional médico. A partir del 1 de agosto el PAMI cambió el mecanismo para comprar de manera directa. Centalizaron las compras para robar. No es casual que desde que asumió este Gobierno, en la gestión de PAMI hayan eliminado todos los controles y las auditorías.Acá hay mucho más que un 3% en vueltos”, señaló Aguiar.
“Se conocieron hechos de corrupción de extrema gravedad. El viernes tuvimos acceso a las facturas de operaciones de cataratas con sobreprecios que quintuplicaban los del mercado. Los lentes se estaban pagando $35.000 y ahora se pagan hasta $250.000. Sin lugar a dudas hay retornos”, dijo hoy Aguiar en declaraciones a Futurock. Y agregó: “Esperamos que sigan habiendo documentaciones en las próximas horas. Esto no había ocurrido nunca, PAMI nunca había sido tan mal administrada como ahora. No hay duda que están intentando todo para cerrarla”.
Desde PAMI rechazaron el pago de sobreprecios. “PAMI no paga de más y el ejemplo es lo que pagan otros financiadores del sistema de salud. El costo de la prestación varía dependiendo de la cirugía que se realice y de la lente necesaria. En PAMI la lente más barata se abona $160mil más la práctica que la más baja es de $408mil, dando un total de práctica más lente igual a $568 mil. El mismo lente, con la misma práctica, la obra social del poder judicial por ejemplo lo paga $740mil y prepagas como Osde $1.148.016. PAMI paga más bajo en parte por los grandes volúmenes que trabaja”, señaló el organismo en un comunicado.
Y agregó: “Con relación al sistema anterior, PAMI incrementó los valores de la lente porque ahora se mejoró la calidad, hay control y seguimiento del insumo que se le coloca al afiliado y se garantiza la provisión en todo el país. Asimismo, el precio de referencia anterior se encontraba atrasado y los médicos mentían con el stock o cobraban copagos a los afiliados adentro del consultorio para otorgar el insumo, algo que está prohibido y que cada vez que se detectó fue denunciado”.
Además, fuentes oficiales rechazaron las acusaciones. “Durante años, las cirugías de cataratas estuvieron rodeadas de prácticas sin control. No existía trazabilidad sobre los insumos, lo que hacía imposible verificar qué lente se colocaba ni si era el adecuado. La sustancia viscoelástica, indispensable para la seguridad del procedimiento, se fraccionaba entre varios pacientes en un mismo día quirúrgico, lo que implicaba un riesgo sanitario inadmisible. A esto se sumaban múltiples reclamos de afiliados por acciones antiéticas por parte de algunos oftalmólogos: prácticas sin comprobante, exigencias de dólares en efectivo y montos en negro que llegaron a superar el millón de pesos por un lente que ya estaba cubierto por el Instituto. Ese sistema, opaco y permisivo, favorecía a unos pocos prestadores en perjuicio de los jubilados”, explicaron desde el Gobierno.