El alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, comunicó el lunes 1 de septiembre el retiro formal del Proyecto de Acuerdo No. 767, conocido como la reforma tributaria distrital. Pese a la controversia generada en torno a la iniciativa, la alcaldía confirmó que el proyecto se presentará nuevamente ante el Concejo de Bogotá el miércoles 10 del mismo mes de durante las sesiones extraordinarias.
En el comunicado oficial, Galán precisó que “de acuerdo con lo establecido en el parágrafo 3 del artículo 65 del Acuerdo Distrital 741 de 2019, de manera atenta, actuando como autores del Proyecto de Acuerdo 767 de 2025 ‘Por medio del cual se establecen incentivos tributarios para la competitividad, la inversión y la generación de empleo en Bogotá D.C., se optimiza el recaudo de los tributos distritales, se autoriza la compilación de la normativa tributaria distrital y se dictan otras disposiciones’, solicitamos el retiro del mismo”.
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Sobre esta decisión, la secretaria de Hacienda, Ana María Cadena, explicó que la ciudad requiere una estructura tributaria más simple y progresiva. “Bogotá necesita una estructura tributaria más simple y progresiva que incentive la inversión y genere empleo. Estas discusiones nunca son fáciles, pero la ciudad se merece que en el Concejo se discuta este proyecto. Hemos avanzado en conversaciones con gremios y con concejales. Seguiremos avanzando. Por eso, la próxima semana volveremos a radicar nuestro Acuerdo para la equidad y la inversión: un proyecto que permite disminuir el ICA al 68% de los contribuyentes y el predial al 55% de los hogares de estratos 1, 2 y 3. Estamos seguros de que vamos a lograr la mejor versión para la ciudad”.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, señaló que la administración busca simplificar la estructura tributaria del distrito y modernizar el sistema de alumbrado público. El funcionario además detalló que: “Estamos convencidos de que Bogotá necesita simplificar su estructura tributaria y avanzar en la modernización del alumbrado público. Sin embargo, luego de 7 días de votación de impedimentos en el Concejo de Bogotá, y por temas de trámite estrictamente, hemos tomado la decisión de retirar el proyecto de Acuerdo para la Equidad y la Inversión que radicamos desde el 5 de agosto”.
Quintero adelantó que el 10 de septiembre se radicará nuevamente la propuesta y reiteró el llamado a un debate técnico y profundo en el seno del Concejo. En sus palabras, “insistimos en la invitación a que demos una discusión técnica y de fondo. Queremos escuchar las distintas posiciones, queremos hacer de éste un acuerdo de ciudad, estamos seguros de la calidad y la pertinencia de la propuesta que hemos trabajado durante más de un año. Vamos a insistir y contamos con el Concejo”.
El retiro, según el entorno de la administración, se da en medio de una etapa de diálogo con sectores gremiales y concejales. De acuerdo con el distrito, el Proyecto de Acuerdo No. 767 buscaba modificar el régimen tributario y que afectaba a más de la mitad de los contribuyentes y hogares de los estratos bajos de la ciudad.
Puntos clave que destacaba el proyecto, según la administración
Entre los cambios centrales que contemplaba el proyecto figuraba la reducción de la estructura tarifaria del Impuesto de Industria y Comercio (ICA), que pretendía pasar de trece a solo cuatro escalas. El plan también incluía exenciones en el ICA para 92 actividades consideradas de alto impacto, tales como industria, salud, tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) e industrias creativas.
Asimismo, las empresas que realizaran nuevas inversiones podrían acceder a exenciones del 100% en el primer año y a esquemas progresivos de incentivos durante hasta una década, dependiendo del monto invertido. Las proyecciones señalaban la posibilidad de atraer 691 millones de dólares en inversión extranjera directa, generar más de 92.000 empleos y sumar 38 billones de pesos al producto interno bruto local en los próximos diez años.
El Proyecto también contemplaba la modernización del alumbrado público a través de la instalación de más de 100.000 luminarias LED y sistemas de telegestión, respaldados en esquemas de financiamiento sostenibles y con transparencia. Además, la propuesta consideraba la creación de un Estatuto Tributario Único Distrital para simplificar las normativas y reducir sanciones por errores.
Reacciones de los concejales de Bogotá
La decisión de Galán desencadenó múltiples reacciones en el Concejo de Bogotá. El concejal David Quintero lamentó el retiro: “Lamento la decisión del alcalde Carlos Fernando Galán en retirar la reforma tributaria que había presentado. Ni siquiera llegamos a la discusión. En democracia se pierde o se gana dando las discusiones. Yo, lamentablemente, no pude hacer parte del trámite de los impedimentos que tenían demorado el trámite de la reforma por una demanda temeraria de pérdida de investidura que me lo impidió. Pero, estoy cien por ciento convencido que lo que necesitamos es dar esta y todas las discusiones sobre el futuro de nuestra ciudad”.
Por su parte, Julián Sastoque expresó: “Ni las familias, ni los comerciantes y empresarios bogotanos aguantaban doble reforma tributaria: la de Gustavo Petro y la de Carlos Fernando Galán. Afortunadamente, el alcalde, que se vio enredado en el trámite, decidió retirarla. Una reforma que le subía impuestos a las matrículas en universidades, a la distribución del gas o hasta la producción de comida para mascotas, a las peluquerías… además de un nuevo impuesto, era insostenible. Estaremos listos para un proyecto más sensato, pero si hay propuestas nuevamente desproporcionadas, nos opondremos nuevamente con argumentos y respeto. Es una oportunidad de escuchar con amplitud Alcalde, a todos los sectores, de todos los partidos, por la ciudad”.
La cabildante Diana Diago manifestó: “Una reforma que asfixiaba aún más el sector productivo, que le daba duro al que se ha esforzado por hacer empresa, y que creaba también un nuevo impuesto. Una reforma tributaria que parecía ser hecha por Petro. No era ni progresiva ni equitativa”.
Desde la oposición, Heidy Sánchez saludó la decisión: “Saludamos que el alcalde Galán haya decidido retirar la reforma de ‘incentivos tributarios’, una iniciativa que pretendía ser pupitreada en el Concejo y que favorecía principalmente al capital extranjero y al sector inmobiliario. Esperamos que la Administración distrital evalúe con mayor rigor las prioridades de la ciudad y que no vuelva a presentar esta misma propuesta, pues ya son dos las ocasiones en que se radican iniciativas tributarias que terminan afectando de manera desproporcionada a la clase media, al sector comercial e industrial y a las Mipymes, que generan más del 80% del empleo en Bogotá. La prioridad no puede seguir siendo el acaparamiento del suelo en favor de las ganancias privadas, mientras se niega el acceso a una vivienda digna a los pobladores”.
Además, añadió que: “Tampoco puede ser la ejecución apresurada de Actuaciones Estratégicas que desconocen a los habitantes históricos de los barrios y que no garantizan una compensación justa a los propietarios; ni mucho menos afectar a la economía nocturna, incentivando la clandestinidad y la quiebra de un sector estratégico para la ciudad. Asimismo, esperamos que el ajuste anunciado en las alcaldías locales no responda a intereses burocráticos ni al cálculo político de obtener votos para una eventual discusión de este proyecto más adelante”.
Por su parte, la concejala Ana Teresa Bernal explicó que ka reforma habría resultado perjudicial para trabajadores independientes y pequeños comerciantes, además de generar un fuerte impacto en la inflación. La cabildante sostuvo que, si el alcalde decide impulsar una nueva reforma tributaria, debe construirse mediante un verdadero proceso de diálogo con los sectores sociales, económicos y las diversas bancadas, para alcanzar una tributación justa que beneficie al pueblo y fortalezca a Bogotá.
El concejal Julián Espinosa, uno de los principales solicitantes del retiro del proyecto, agregó: “Celebro que el alcalde Carlos Fernando Galán nos haya escuchado y haya retirado su reforma tributaria. Bogotá no podía darse el lujo de más impuestos a comerciantes y ciudadanos, y menos cuando el gobierno Petro acaba de radicar una nueva reforma que afectará a la mayoría de colombianos”.
El futuro del Proyecto de Acuerdo No. 767 queda supeditado al diálogo entre la administración y los actores políticos, sociales y económicos, en espera de una propuesta que recoja las demandas de los diferentes sectores de la ciudad.