La llegada de una tormenta solar “caníbal” a la Tierra y su combinación con el campo magnético dio origen a un espectáculo de auroras boreales en zonas inesperadas del hemisferio norte, como Canadá y el norte de Estados Unidos, especialmente Nueva York.
El show de luces en el cielo pudo observarse entre el lunes 1° y el miércoles 3 de septiembre y deslumbró tanto a residentes como a turistas que se encontraban ocasionalmente en esos lugares.
El fenómeno había sido anticipado por el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA). De acuerdo a las proyecciones, el episodio provocaría auroras en una latitud más al sur de lo habitual.
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