Luego de que el Gobierno oficializara la emergencia y/o desastre agropecuario en gran parte de la provincia de Buenos Aires, productores del partido de General Viamonte reclamaron con urgencia que el gobernador Axel Kicillof firme el decreto que permita hacer operativa esa medida en su distrito. Dijeron que la situación en la zona es dramática. Los cálculos de la Asociación Rural de General Viamonte indican que la mitad del partido está afectado: más del 50% de las 214.000 hectáreas están inundadas o con serias dificultades de acceso, lo que compromete la siembra de la campaña gruesa, de soja y maíz, y genera pérdidas económicas y productivas de enorme magnitud.
“La emergencia agropecuaria se aprobó, pero para que sea operativa se necesita que el gobernador Kicillof firme el decreto. Este es un pedido urgente porque se vienen por delante el pago de muchos impuestos como el inmobiliario en septiembre u octubre y el productor no puede hacerlo”, afirmó Ignacio Dorado, presidente de la entidad ruralista, a LA NACION.
En este contexto, el dirigente subrayó que la falta de caminos rurales y la caída de puentes agravaron el panorama. “Tenemos tambos y escuelas aisladas, con puentes que están a punto de derrumbarse, como el de Llorente, que mantiene cautivo a un tambo que necesita sacar producción todos los días”, enfatizó.
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La medida nacional, firmada por el ministro de Economía Luis Caputo y publicada hoy en el Boletín Oficial, incluyó a los partidos de Puán, Tornquist, 9 de Julio, Carlos Casares, General Lamadrid, Coronel Suárez, Guaminí, Bolívar, Tapalqué, 25 de Mayo, Saladillo y Roque Pérez. El objetivo es ofrecer un marco legal para que los productores accedan a beneficios impositivos como el diferimiento de Ganancias y Bienes Personales, entre otros.
Sin embargo, en General Viamonte esos beneficios todavía no son una realidad. “Esto es un pedido urgente. Hay productores que no pueden pagar, que tienen los campos bajo el agua y no pueden acceder a ellos. La situación es muy complicada”, remarcó Dorado.
Según comentó, desde mayo pasado, la entidad ruralista viene presentando cartas (ocho en total) al intendente Franco Flexas, donde solicitaba audiencias, pero nunca obtuvieron una respuesta. “Nunca nos contestó ni nos recibió”, se quejó el dirigente.
El contexto productivo es alarmante. Según la entidad, de los 810 kilómetros de caminos rurales, apenas algunos tramos están en condiciones medianas para transitar. En varias zonas, los productores utilizan incluso las vías del ferrocarril como única alternativa para llegar o salir de sus campos. “Hay zonas que se cosechó, pero no se puede sacar el cereal por falta de caminos o por puentes desmoronados. El panorama es muy complicado”, insistió Dorado.
Las lluvias de las últimas semanas empeoraron el cuadro. “Ahora directamente aparecieron algunos caminos con la imposibilidad de transitarlos; se han cortado porque el agua pasó por sobre el camino y se ha llevado algunas obras de ingeniería, en algunos casos puentes que están en muy mal estado y en otros casos alcantarillas que no han dado abasto. En el último fin de semana cayeron entre 70 y 120 milímetros, y en agosto, cuando la media es de 80, se registraron alrededor de 200. Esto agravó lo que ya estaba muy mal desde mayo”, explicó. El impacto social es otro de los puntos sensibles. “Hay caminos cortados hacia La Delfina, con tambos y escuelas aisladas. Hay localidades enteras que no tienen conectividad vial”, detalló Dorado.
El dirigente recordó que en mayo se constituyó la mesa local para pedir la emergencia, que luego fue elevada a la provincia y avalada por la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la provincia de Buenos Aires (Cedaba). “Para que esto se efectivice y los productores puedan presentar los papeles y acceder a los beneficios, se necesita que el gobernador ratifique esa declaración mediante un decreto. Y ese decreto hoy no está”, dijo.
Mientras tanto, los productores enfrentan obligaciones fiscales sin respaldo. “Nos piden pagar impuestos cuando no podemos ni entrar a los campos. La emergencia hídrica no está efectivizada y eso nos pone en una situación límite”, advirtió.
El dirigente apuntó a la falta de obras hidráulicas y mantenimiento. “Esto es consecuencia de muchos años de dejar de limpiar canales y de no sostener los caminos. Hoy estamos pagando esa desidia”, dijo.
La entidad ruralista difundió un video en redes sociales para visibilizar el problema. Con imágenes de caminos anegados y vecinos aislados en la zona de La Delfina, acompañaron el mensaje con la frase: “Así están los caminos de General Viamonte. Penosa situación de los vecinos; apoyemos el pedido de soluciones urgentes”.
El material generó un fuerte impacto. Entre las reacciones de los usuarios se leyeron comentarios como: “Qué triste, imagino la angustia de todos, cuánto olvido”, “Si no fuera real parecería una película” y “Lamentable, qué tristeza por Dios”.
Dorado insistió en que el problema no puede esperar. “Los productores estamos muy comprometidos. No se puede trabajar, no se puede transitar, y encima tenemos que pagar impuestos como si nada pasara”, expresó.
La declaración de emergencia, de hacerse efectiva, sería un alivio parcial. “Permitiría al menos diferir obligaciones y dar un respiro económico en un contexto dramático. Pero sin el decreto provincial, no hay manera de acceder a esos beneficios”, explicó.
LA NACION intentó comunicarse con el intendente local, pero aun no obtuvo respuestas. Tampoco respondieron una consulta en el gobierno bonaerense.