El reconocimiento internacional a la labor de Catalina Gómez Ángel ha puesto en primer plano la importancia de narrar los conflictos desde el terreno, especialmente en regiones donde la presencia de periodistas hispanohablantes es casi inexistente.
La periodista colombiana, oriunda de Pereira, fue galardonada recientemente con el I Premio Internacional de Periodismo David Beriain en España, un homenaje a su extensa trayectoria cubriendo zonas de guerra y a su capacidad para transmitir la realidad con una perspectiva humana y comprometida.
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El galardón se entregará el 25 de octubre de 2025 en la localidad natal de David Beriain (Artajona), en el marco de varias jornadas centradas en la cobertura informativa de conflictos, según pudo establecer el Ayuntamiento de Artajona en una nota.
Desde su residencia en Irán, Gómez Ángel se ha consolidado como la única periodista colombiana y de habla hispana que informa sobre el Medio Oriente para medios internacionales en español. Su carrera, que supera las dos décadas, abarca coberturas en países como Siria, Palestina, Irak, Egipto, Líbano, Turquía, Afganistán y Ucrania. En 2023, mientras informaba sobre la invasión rusa en territorio ucraniano, sobrevivió a un ataque con misil, un episodio que ilustra el nivel de riesgo al que se expone en su labor diaria.
Una carrera iniciada en los medios tradicionales, pero proyectada al periodismo freelance
El camino de Catalina Gómez Ángel hacia el periodismo internacional comenzó tras graduarse en Comunicación Social en la Universidad Javeriana. Inició su carrera en la sección de deportes de El Tiempo y luego trabajó en la Revista Semana y otros medios colombianos. Sin embargo, su aspiración siempre estuvo lejos de las redacciones locales.
Decidió mudarse a Teherán, llevando consigo apenas un diccionario, para sumergirse en una cultura, un idioma y un régimen completamente distintos. “A mí Irán me llevaba interesando muchísimos años y de hecho cuando hice una maestría en Relaciones Internacionales mi monografía fue sobre Irán y su política exterior, pero yo creo que ninguno creyó que yo realmente me iba a venir a vivir aquí porque yo quería ser corresponsal”, explicó en una entrevista.
“Llegué aquí y me recibió el amigo de un amigo, de una amiga. Yo tampoco conocía muchísima gente, fue duro la llegada, nunca voy a negarlo, los primeros meses fueron muy duros, me pregunté muchas veces yo realmente qué estaba haciendo aquí y yo qué estaba buscando”, contó la comunicadora en una .
Antes de partir, tomó clases de persa, idioma que comparte similitudes con el pastún, hablado por los talibanes en Afganistán, convencida de que comprender la lengua y la cultura era indispensable para contar historias desde el terreno. El ejercicio del periodismo en Irán implica desafíos adicionales para una mujer: la imagen de Gómez Ángel —velo en la cabeza, chaleco antibalas, libreta, grabadora y cámara— se ha vuelto representativa de su trabajo en contextos donde la censura, la represión y el miedo son constantes.
“Yo no puedo hacer cualquier historia, las ONGs tienen pánico en hablar con los periodistas, aquí es imposible trabajar con una ONG y con la gente que trabaja en problemas sociales porque a estos sistemas no les gusta que se visualicen los problemas que hay en la sociedad”, explicó, subrayando la dificultad de acceder a fuentes y la reticencia de las organizaciones a colaborar con la prensa.
Los peligros de Gómez Ángel en su riesgosa trayectoria
A lo largo de su carrera, Catalina Gómez Ángel ha enfrentado situaciones de alto riesgo. Tras las protestas de 2009 en Irán, fue detenida y sometida a un trato violento: “Terminamos en una comisaría durante casi 9, 10 horas, nos hicieron desnudar, nos hicieron acurrucar, nos revisaron por todas partes, nos hicieron firmar papeles, nos trajeron cámara de televisión, nos filmaron, todo intrusivo de una manera súper violenta”.
En Siria, cruzó la frontera desde Turquía de manera ilegal, una experiencia que describió así: “Los contrabandistas que no tienen ningún problema en meterlo a uno a que se mueran con tal de que ellos lleven la plata nos tiraron en un campo abierto donde llegó el Ejército, nos escondimos en unos pastizales, luego terminó con un soldado turco aquí con una bota (señala su cabeza) y una pistola en la sien”.
El trabajo de Gómez Ángel ha permitido que el público hispanohablante acceda a información directa sobre los conflictos en el Medio Oriente, Ucrania, Siria y Gaza, regiones cuya realidad suele percibirse como lejana, pero que tienen un impacto directo en la estabilidad global. El reciente galardón recibido no solo reconoce su trayectoria, sino que también resalta la importancia de contar historias desde lugares donde pocos se atreven a estar.