El Club Atlético Independiente argentino fue sancionado por la CONMEBOL con la descalificación de la Copa Sudamericana después de los graves y violentos altercados en la grada del Estadio Libertadores de América, en Avellaneda, durante la vuelta de octavos de final del torneo ante el Universidad de Chile, que dejaron decenas de heridos.
«La Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL decide imponer al CA Independiente, por la infracción (…) del Reglamento de Seguridad descalificar al CA Independiente de la presente edición de la CONMEBOL Sudamericana, sin exclusión de futuras competiciones», informó la entidad en su página web.
Además, Independiente tendrá la obligación de jugar a puerta cerrada sus siguientes siete partidos en condición de local en competiciones CONMEBOL; y jugar sus siguientes siete partidos en condición de visitante, en competiciones CONMEBOL, sin sus aficionados.
También deberá hacer frente a unas multas de casi 130.000 euros y más de 85.000 euros, que se restarán automáticamente del importe a recibir por el club en concepto de derechos de televisión o patrocinio.
Mientras que la CONMEBOL castiga al Universidad de Chile con la obligación de jugar a puerta cerrada sus siguientes siete partidos en condición de local en competiciones CONMEBOL; y como Independiente, jugar sin aficionados sus siguientes siete partidos de visitante de competiciones CONMEBOL sin sus aficionados.
También harán frente a dos multas, una de casi 130.000 euros y otra de algo más de 100.000 euros, que también se restarán automáticamente del importe a recibir por el club en concepto de derechos de televisión o patrocinio.
Asimismo, ambos clubes, en su siguiente partido en condición de local en competiciones CONMEBOL, deberán exhibir un cartel con la frase ‘Basta de racismo, discriminación y violencia’ antes del inicio del partido y publicar en sus redes oficiales una campaña de comunicación con la misma frase durante los tres días previos a su próximo partido.
La CONMEBOL, además, advirtió a Independiente y Universidad de Chile de que habrá más sanciones «en caso de reiterarse cualquier infracción a la disciplina deportiva de igual o similar naturaleza». «Contra esta decisión cabe recurso ante la Comisión de Apelaciones en el plazo de siete días», concluyó el comunicado.
El pasado 20 de agosto, Independiente y Universidad de Chile se cruzaron en Avellaneda para disputar la vuelta de octavos de la Copa Sudamericana. Y durante el encuentro, suspendido en la segunda parte, se produjeron graves y violentos incidentes en las gradas del estadio del club argentino, con un centenar de detenidos y decenas de heridos.
Los hechos comenzaron cuando los hinchas del equipo visitante de Chile lanzaron objetos a los aficionados locales, y entonces los seguidores locales respondieron, arrancando una batalla campal en la que ambas aficiones se atacaron con cuchillos y palos.
El presidente de Universidad de Chile, Michael Clarke, emitió un comunicado tras la sanción, en el que celebró que «se ha hecho justicia en lo deportivo», con la descalificación del club argentino, pero criticó el resto de sanciones. «No podemos estar tranquilos con la sanción de jugar siete partidos sin público como locales», lamentó.
«Sentimos quedarnos como ganadores en lo que correspondía después de que el partido no pudo terminar de jugarse por una barbarie donde, de milagro, no hubo muertos y que se produjo por culpa de la mala organización del club anfitrión y la falta de garantías entregadas por las autoridades locales», criticó.
El club chileno lamenta «profundamente» que la sanción afecte a su afición, «que ha tenido un comportamiento ejemplar durante los duelos disputados este año en las Copas Libertadores y Sudamericana». «Analizaremos las acciones que podamos realizar para intentar revertir esta situación y, desde ya, estamos trabajando en la apelación», dijo Clarke.
«El mal comportamiento de unos delincuentes ha generado un enorme problema para nuestros seguidores. Por esta razón, continuaremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para sancionar a los causantes de este enorme perjuicio en contra del club y sus hinchas», concluyó, mientras que el club argentino reaccionó a la sanción con una imagen en redes sociales en la que se podía leer ‘Perdió el fútbol, ganaron los violentos’.