Lo que parecía un sueño hecho realidad terminó en pesadilla para varios ganadores de Publishers Clearing House, la compañía estadounidense famosa por entregar premios de 5000 dólares a la semana de por vida. Tras declararse en bancarrota en 2025, la empresa dejó de cumplir con los pagos prometidos a los ganadores.
Los ganadores del premio “para siempre” quedaron sin pagos
Al menos diez participantes no recibieron sus recompensaciones y la mayoría tiene pendientes más de US$2 millones. Un caso es el de John Wyllie, residente de White City, Oregon, que durante 12 años consecutivos, cada mes de enero, Publishers Clearing House ingresaba en su cuenta bancaria un premio anual de US$260 mil. Sin embargo, en 2025 el pago se interrumpió. En abril de ese mismo año, la compañía se declaró en bancarrota.
El hombre, gracias al premio, pudo retirarse, mudarse más cerca de sus hijos y adquirir una casa en un terreno de 2,4 hectáreas en las afueras de Bellingham, Washington. “¿Por qué nadie me avisó? ‘Oye, vamos a cerrar’”, reclamó Wyllie, según informó KGW: “No es una buena forma de tratar a nadie. Esto se siente como una pesadilla. Pensé que esto iba a continuar por el resto de mi vida, así que realmente no tenía que preocuparme por el dinero”.
La anualidad representaba su única entrada de dinero y, sin ella, las deudas comenzaron a acumularse. A sus 61 años, tras más de una década fuera del mercado laboral, le resultó difícil conseguir un empleo. “Vendí mi moto acuática y mi remolque. Me quedó un poco de dinero y con eso estoy viviendo ahora”, explicó Wyllie. “Estoy bastante seguro de que voy a perder mi casa”.
Otros ganadores del llamado premio “para siempre” reconocieron que también sufren el impacto emocional de haber alcanzado el gran sueño y luego verlo desaparecer. “Cambias la vida de la gente, y ahora la arruinaste”, dijo Tamar Veatch.
A comienzos de este año, la mujer, y su esposo Matthew, cuando el abono anual no se realizó como había ocurrido en los últimos cuatro años, contactaron a la empresa. Un representante les informó que los pagos se reanudarían de manera trimestral. Poco después, la compañía se declaró en bancarrota. “Es lamentable que no hubiera ninguna advertencia. Lo que más me decepciona es que confiamos en ellos”, afirmó el hombre.
La pareja de Oregón, ambos exmilitares del Ejército con discapacidad, se sostienen principalmente con los ingresos del Departamento de Asuntos de Veteranos y reciben apoyo adicional de un compañero de vivienda. “Estábamos bien antes, pero esto nos abrió muchas puertas, como hacer cosas divertidas con los niños; podíamos viajar. Ahora volvimos a donde estábamos”, dijo Veatch.
Sin embargo, antes de la quiebra, algunos ganadores lograron cobrar su premio. Publishers Clearing House ofrecía la posibilidad de recibir la remuneración de manera anual o en un solo monto. “Me resultó bastante bien”, dijo Ricky Williams. En agosto de 2019, la empresa sorprendió a este hombre de Prestonsburg, Kentucky, con la recompensa de US$5000 semanales de por vida.
En lugar de optar por los bonos anuales, Williams eligió cobrar el monto total de una sola vez y recibió más de US$3 millones. “Si hubiera tenido 20 años menos, habría elegido los pagos”, comentó el hombre de 71 años.
Publishers Clearing House fue golpeada por la bancarrota
En abril, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) informó sobre un acuerdo que obligaba a la empresa a pagar US$18,5 millones a casi 282.000 consumidores por prácticas engañosas. Las autoridades indicaron que la compañía inducía a las personas a creer que no podían participar en los sorteos sin comprar un producto o que sus probabilidades de ganar aumentarían al hacerlo.
Tres meses después, ARB Interactive adquirió Publishers Clearing House en medio de la bancarrota. Un portavoz aseguró que la compañía seguirá con los concursos bajo la misma marca. “Entendemos la preocupación sobre los premios no pagados y estamos tomando medidas decisivas para garantizar que todos los futuros ganadores participen con absoluta confianza”, detallaron.
Darrell Lester, exejecutivo de la compañía y autor de La caída de un ícono: la verdadera historia interna de Publishers Clearing House, afirmó: “No puedes ser una empresa de sorteos y no pagar a tus ganadores”. Señaló que anteriormente la firma protegía los premios y apartaba el dinero por adelantado en cuentas bancarias o de seguros. “Sé con certeza que en mi época había una anualidad de 30 años prepaga a nombre del ganador. Algo cambió”, indicó.