Anabel Pantoja y David Rodríguez por fin respiran tranquilos. Y es que tal y como ha revelado este lunes el periodista Antonio Rossi en el estreno del nuevo programa de Joaquín Prat en las tardes de Telecinco, ‘El tiempo justo’, la jueza encargada de su investigación por un presunto delito de maltrato infantil, abierta tras el ingreso de su hija Alma el pasado enero durante 18 días en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, ha decidido sobreseer la causa.
Así, tras estudiar minuciosamente el caso durante varios meses, el Juzgado de Instrucción ha optado por archivarlo provisionalmente durante cinco años. En ese tiempo, la sobrina de Isabel Pantoja y su novio tendrán que poner a disposición de la jueza las pruebas médicas que se le realicen a la menor para garantizar que no existen secuelas relacionadas con los hechos que provocaron su hospitalización.
Una noticia de la que la pareja habría sido informada por su abogado y que han recibido con alivio a pesar de que su defensa les habría aconsejado abandonar Canarias debido a que el informe presentado por David para demostrar su inocencia -elaborado por diferentes médicos como neurólogos o pediatras de centros médicos de referencia como el Reina Sofía de Córdoba o el Vall d’Hebron de Barcelona- cuestiona directamente el diagnóstico del hospital de Gran Canaria que activó el protocolo por un presunto delito de maltrato infantil. «Si la va a evaluar un hospital al que han demandado y han tachado de negligente, lo más conveniente sería que dejaran Canarias y buscaran otro lugar» ha explicado el colaborador.
Sin embargo, la reaparición de Anabel ante las cámaras tras el archivo provisional de su investigación no ha sido la esperada. Lejos de mostrarse exultante, la influencer se ha mostrado visiblemente incómoda. Tras dar los «buenos días», asegurar que «todo maravilloso» y pedir a la prensa que no enfoque el lugar en el que reside temporalmente en Madrid, ha sonreído ligeramente antes de responder con un portazo a la pregunta de si es cierto que se estarían planteando dejar Gran Canaria y mudarse definitivamente a Madrid tras el sobreseimiento de su caso.