LONDRES.– El príncipe Harry fue visto este miércoles entrando a Clarence House, la residencia londinense del rey Carlos III, en lo que se convirtió en el primer encuentro entre padre e hijo desde febrero de 2024. El monarca había llegado poco antes, tras viajar desde Escocia, y la visita alimentó las especulaciones sobre un intento de acercamiento en una relación marcada por tensiones y distancias. El Palacio de Buckingham confirmó que ambos compartieron un té en privado durante una reunión de 55 minutos esta tarde.
El duque de Sussex permanece en Gran Bretaña desde el lunes, cuando arribó para participar en el tercer aniversario de la muerte de su abuela, la reina Isabel II. A lo largo de la semana desarrolló también una agenda de compromisos con organizaciones benéficas en Londres y Nottingham. Meghan Markle y sus hijos no lo acompañaron en esta ocasión, y se espera que Harry regrese mañana a Estados Unidos.
Padre e hijo no se habían visto desde la visita relámpago del año pasado, cuando Harry viajó a Londres tras conocerse el diagnóstico de cáncer del rey. Aquel encuentro, también en Clarence House, duró menos de 45 minutos y fue seguido por el inmediato regreso del príncipe a California. Desde entonces, Harry ha visitado el país en varias ocasiones —incluyendo procesos judiciales—, pero sin reunirse con el monarca, en lo que parecía evidenciar una profunda grieta familiar.
En mayo de 2025, en una entrevista con la BBC, Harry expresó su deseo de acercamiento: “Me encantaría una reconciliación con mi familia”. Y agregó: “No tiene sentido seguir peleando, la vida es preciosa. No sé cuánto tiempo más tiene mi padre”. Su frustración por la falta de diálogo con su padre, especialmente en momentos delicados de salud, ha sido un tema recurrente en sus declaraciones.
El aparente encuentro de este miércoles llega después de que, en julio, representantes de Harry y del Palacio de Buckingham fueran fotografiados juntos en una reunión en Londres, lo que desató titulares sobre una posible “cumbre de paz”. Sin embargo, no ha habido señales de un acercamiento con su hermano, el príncipe Guillermo, con quien mantiene agendas separadas.
En paralelo a la expectativa familiar, Harry ha utilizado su visita para reforzar su labor humanitaria. La Fundación Archewell anunció una donación de 500.000 dólares a proyectos destinados a apoyar a niños heridos en Gaza y Ucrania, con fondos destinados a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Save the Children y el Centro de Estudios sobre Lesiones por Explosión del Imperial College de Londres. “Gaza tiene ahora la mayor densidad de niños amputados del mundo y de la historia. Se necesitan asociaciones entre el gobierno, la ciencia, la medicina, la respuesta humanitaria y la defensa para garantizar que los niños sobrevivan y puedan recuperarse después de las lesiones causadas por las explosiones”, afirmó Harry en un comunicado.
El lunes, en el tercer aniversario de la muerte de la reina Isabel II, Harry colocó una ofrenda floral en su tumba. A pocos kilómetros de allí, Guillermo y Kate participaron de un encuentro del Instituto de Mujeres en homenaje a la difunta monarca, un gesto que volvió a evidenciar la distancia entre los hermanos.
El esperado cara a cara entre Carlos III y su hijo menor es interpretado en Gran Bretaña como un primer paso hacia la reconstrucción de la confianza en una familia atravesada por desencuentros desde que los duques de Sussex renunciaron a sus funciones oficiales en 2020 y se establecieron en California.
Agencia AFP y Reuters