Al presentar el paquete económico para el siguiente año, el gobierno federal buscaría que ahorradores paguen más de impuestos por hacerlo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) planteó un incremento en la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que aplican las instituciones financieras a los ahorradores por los intereses generados en sus cuentas, lo que impactará a millones de mexicanos a partir de 2026.
De acuerdo con la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (LIF), incluida en el Paquete Económico entregado el pasado 8 de septiembre al Congreso de la Unión, la tasa de retención provisional subirá de 0.50 a 0.90 por ciento. Este ajuste se aplicará sobre el monto del capital que genere intereses durante el próximo año fiscal.
La propuesta está sustentada en las proyecciones macroeconómicas y de mercado tanto del gobierno federal como del sector privado, que anticipan un entorno de mayores rendimientos en los instrumentos financieros. Con esta modificación, Hacienda busca mantener alineada la recaudación tributaria con las expectativas económicas del país.
Aumento congelado en 2025
El aumento cobra relevancia porque rompe con el congelamiento que se mantuvo en 2025, cuando la tasa de retención no sufrió modificaciones y se mantuvo en 0.50 por ciento, mismo nivel aprobado por el Congreso para 2024.
Cabe recordar que la propuesta inicial de ese año contemplaba elevar la retención hasta 1.48 por ciento, partiendo del 0.15 por ciento de 2023; sin embargo, en el Senado se ajustó para establecerla en 0.50 por ciento, nivel vigente hasta ahora.
Con el nuevo porcentaje planteado, los bancos y demás instituciones financieras estarían obligados a retener una mayor proporción de los ingresos que los ahorradores obtengan por concepto de intereses.
Aunque este pago tiene carácter provisional y puede acreditarse en la declaración anual, representa una disminución inmediata en los rendimientos que reciben los usuarios del sistema financiero.
Especialistas señalan que este tipo de medidas suelen tener un impacto directo en el ahorro de corto plazo y en los instrumentos más conservadores, como cuentas bancarias y depósitos a plazo, al reducir los incentivos para mantener recursos en estos productos.
La propuesta deberá ser discutida y, en su caso, aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado antes de finalizar 2025, como parte del proceso legislativo del Paquete Económico 2026.
De ser avalada, los contribuyentes deberán considerar este ajuste en su planeación financiera, pues implicará un mayor adelanto de impuestos a cargo, aun cuando pueda compensarse posteriormente en la declaración anual.