El vehículo Perseverance, de la NASA, descubrió rastros químicos y geológicos en el cráter Jezero, Marte. La exploración se realizó en el valle Neretva, donde el vehículo examinó los afloramientos de la formación Bright Angel, compuestos por rocas arcillosas y conglomerados formados por sedimentos depositados por agua. Científicos de la agencia espacial estadounidense anunciaron el hallazgo, aunque reconocen que no pueden confirmarlo hasta que esas muestras vuelvan a la Tierra en una misión futura aún sin fecha. El estudio se publicó el miércoles en la revista Nature.
¿Qué son las “biofirmas” encontradas en Marte?
Las biofirmas son indicios geoquímicos que sugieren la posible existencia de vida, ya sea presente o pasada. En el caso de Marte, el Perseverance identificó materia orgánica, es decir, carbono, en varias muestras recolectadas en el cráter Jezero. Esta materia orgánica se encontró especialmente en áreas denominadas Cataratas de Chevaya, Templo de Apolo y Praderas de Walhalla. La materia orgánica podría haber reaccionado con minerales presentes en las rocas, dando lugar a unas “llamativas” manchas con forma de nódulo y otras verdosas parecidas a piel de leopardo.
El descubrimiento
El vehículo Perseverance realizó el hallazgo durante su exploración del cráter Jezero, un lugar que se cree fue un gran lago y sistema fluvial hace miles de millones de años.
En la formación Bright Angel, el rover examinó rocas arcillosas y conglomerados, donde se identificó materia orgánica. Una muestra de estas rocas, denominada Cañón Zafiro, se recolectó e introdujo en una cápsula estanca para su posterior análisis en la Tierra.
Para confirmar si estas biofirmas son realmente evidencia de vida, es crucial traer las muestras recolectadas a la Tierra. Los laboratorios terrestres cuentan con instrumentos mucho más avanzados y completos que los disponibles en Marte. Estos análisis permitirán determinar con precisión si los minerales y la materia orgánica encontrados son de origen biológico o resultado de procesos químicos no relacionados con la vida.
La misión de retorno de muestras a la Tierra (Mars Sample Return – MSR) enfrenta importantes desafíos, especialmente en el ámbito presupuestario. Donald Trump propuso recortar a la mitad las misiones científicas de la NASA y cancelar la misión de recolección de muestras. Esto pone en riesgo la posibilidad de que Estados Unidos pueda analizar estas muestras antes que China, que planea lanzar su propia misión robótica de ida y vuelta a Marte entre 2028 y 2030.
Repercusiones de este descubrimiento
Según Alberto González Fairén, coautor del estudio publicado el miércoles en la revista Nature, “el descubrimiento de una posible biofirma en Marte [indicios geoquímicos de posible origen biológico] tiene implicaciones profundas para la búsqueda de vida marciana, pero también exige cautela y mucha investigación adicional antes de poder afirmar que ha habido vida en el planeta en algún momento”. Este hallazgo refuerza la idea de que Marte pudo haber sido habitable en el pasado y abre nuevas vías de investigación para comprender el origen y la evolución de la vida en el universo.
La comunidad científica sobre este hallazgo
Ricardo Amils, investigador del Centro de Astrobiología de Madrid (CAB), considera que la publicación de este hallazgo tiene una doble intención: científica y política. Amils explica que se encontraron muestras cuyo análisis químico y mineralógico sugiere que son productos de actividad biológica, debido a que hay indicios de que se formaron en condiciones de temperatura compatibles con la vida que conocemos. Antonio Molina, geólogo planetario del CAB, añade que se encontró “la traza que podrían haber dejado seres vivos, pero no evidencias directas de los mismos”.
Desde que aterrizó en Marte en 2021, el Perseverance acumuló 30 muestras que fue depositando en la superficie, y aún le quedan seis recipientes más que reserva para nuevos materiales.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.