El jabón blanco y el alcohol, al fusionarse, actúan como un insecticida casero. Este truco, que muy pocos conocen, es vital para aquellas personas que tienen jardín y desean cuidar a sus plantas de las plagas.
Expertos dieron el aval para esta preparación por su condición de biodegradable, lo que da una seguridad extra a la hora de armar la fórmula y rociar la vegetación de cada espacio de la casa.
Lo importante en este caso particular es saber cómo armar la mezcla para que sea eficiente y cumpla con su función desinfectante. El procedimiento, por demás sencillo, atrae a las personas, ya que, además de requerir de ingredientes básicos, es completamente efectivo contra las plagas que atacan las plantas y destruyen el jardín.
Para comenzar, se debe comprar un pan de jabón blanco, el cual debe ser manipulado con un rallador -de acero, preferentemente- en finas hebras. Luego, se deberá diluir este ingrediente en un litro de agua caliente hasta formar un líquido homogéneo, sin ningún resto sólido a la vista.
Al líquido anteriormente mencionado se le debe sumar media taza de alcohol etílico al 70%. Otra vez se debe mezclar para unir todos los ingredientes antes de pasarlo a un pulverizador, donde se podrá regular su uso.
El siguiente punto -y más importante- es su aplicación en las plantas. Y es que la efectividad del tratamiento radica en un correcto uso sobre las hojas, tallos y brotes de las plantas afectadas. Por ende, se debe mojar generosamente cada una de las plantas y macetas para eliminar por completo la plaga.
Por último, otra recomendación es aplicar esta fórmula al principio del día -cuando hay baja radiación solar- o sobre el final de la jornada, con tal de evitar posibles quemaduras en las hojas o tallos de las plantas que podría generar un efecto contraproducente.