La muerte de Leonardo Zetro Purb, funcionario de la embajada de Indonesia en el Perú, provocó consternación dentro y fuera del país. El diplomático perdió la vida en Lima, víctima de la violencia que azota a la capital. Su partida desató una profunda tristeza en su familia, que lo despidió entre lágrimas en su tierra natal, mientras la comunidad internacional siguió de cerca cada detalle de lo ocurrido.
Los restos del funcionario arribaron a Indonesia tras pasar por la autopsia correspondiente en el Perú. En Yakarta, el Ministerio de Relaciones Exteriores organizó un homenaje en su memoria, donde colegas, familiares y representantes diplomáticos expresaron el vacío dejado por su muerte. La conmoción se reflejó en los gestos de dolor de su madre y en las palabras de las autoridades que insistieron en el compromiso de esclarecer el crimen.
El último adiós en Tangerang
En Tangerang, ciudad natal del funcionario, cientos de personas se reunieron bajo una intensa lluvia para despedirlo. Su madre, incapaz de contener el dolor, rompió en un grito que estremeció a los asistentes: “Qué maldad, qué crueldad”. La escena se convirtió en el reflejo del sufrimiento de una familia golpeada por un crimen que alcanzó repercusión internacional.
La ceremonia se llevó a cabo en medio de oraciones, cantos y lágrimas. La esposa de Purb, Priscila Sera Pinta, que lo había acompañado durante su misión en Lima, también elevó plegarias por su eterno compañero. Los presentes dejaron caer pétalos de flores sobre el féretro como símbolo de despedida y homenaje a los momentos que quedaron truncos con su partida.
Mensaje de la embajada del Perú en Indonesia
En la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Yakarta, el embajador del Perú en Indonesia, Luis Tsuboyama, se dirigió a la familia de la víctima y a los funcionarios presentes. Durante su discurso, reafirmó que las autoridades peruanas tienen la orden expresa de la presidenta para realizar las investigaciones con prioridad y total transparencia, con el objetivo de identificar a los responsables.
Las palabras del diplomático peruano buscaron transmitir respaldo en medio de la tragedia. Señaló que tanto la esposa como los hijos, padres y amigos del funcionario no están solos en el proceso de búsqueda de justicia. El compromiso oficial fue recibido entre lágrimas y muestras de agradecimiento por parte de los allegados de Purb.
La investigación en Lima
El caso llevó a la captura de Yaiker Antonio Echenagucia Quijada, alias Malaco, de 23 años, señalado como presunto autor material del homicidio. Al momento de su detención, la policía le incautó un arma que posteriormente fue vinculada a otros hechos violentos en Ica y Pisco ocurridos en 2019. Los peritos confirmaron que se trataba del mismo objeto utilizado en esos crímenes.
Otro detenido fue Wilson José Soto López, de 24 años, conocido como El Primo. Según las investigaciones, habría colaborado en la fuga del atacante utilizando una motocicleta. A cambio, recibió un pago de 300 soles. La policía sostiene que ambos formaban parte de una organización criminal con experiencia en extorsión y sicariato, lo que refuerza la hipótesis de que la muerte del funcionario no fue obra de delincuentes improvisados.
Los cabos sueltos del crimen
Aunque los supuestos autores materiales ya se encuentran bajo investigación, aún se desconoce el trasfondo del ataque. Las autoridades indagan quiénes serían los autores intelectuales y cuál fue el móvil real que terminó con la vida del funcionario indonesio en Lima.
El caso permanece abierto y la expectativa se centra en los resultados de las investigaciones. Mientras tanto, la imagen de los hijos de Purba despidiéndose de su padre y la voz quebrada de su madre continúan marcando el relato de un crimen que evidenció el impacto de la violencia en la capital peruana y que colocó al país bajo la mirada del mundo.