La maratón de Chicago continúa generando un interés cada vez mayor tanto entre atletas profesionales como aficionados. En diciembre del 2024 ya contaba con 160.000 solicitudes de inscripción para la edición de este año. Menos de la tercera parte de los aspirantes será de la partida: algo más de 53.000 maratonistas tendrán su lugar en la largada desde el Grant Park el domingo 12 de Octubre. ¿Pero qué tiene Chicago que atrae tanto?
Quienes la corrieron coinciden en que la respuesta está en el atractivo de la ciudad, la impecable organización, y la oportunidad de batir marcas; por la rapidez del circuito y las condiciones climáticas generalmente favorables. La dificultad para asegurarse un cupo puede que aporte un plus haciéndola más codiciada. Pero tampoco resulta un dato menor que hoy sea el evento que ostenta ambos récords del mundo; masculino y femenino. Los keniatas Ruth Chepngetich y el fallecido Kelvin Kiptum lograron las mejores marcas históricas en la distancia de maratón por las calles de Chicago en las dos últimas ediciones; con 2:09:58 y 2:00:35 respectivamente. Chepngetich la obtuvo siete semanas después de correr y ganar en suelo argentino los 21K de Buenos Aires, batiendo además el récord de nuestra media maratón.
Chicago es una de las seis maratones que conforman el circuito internacional de “Grandes Maratones” denominado Abbott World Marathon Majors (AbbottWMM) que integran también Tokio, Boston, Londres, Berlín, y Nueva York, reconocido por su alto nivel en prestigio, organización y participación. Pero hay más: el evento está distinguido con etiqueta platino por World Athletics, el organismo rector mundial del atletismo. Las etiquetas de carreras en ruta reconocen diversos criterios importantes relacionados con los estándares organizativos, la medición del recorrido, las normas de seguridad y médicas, y los servicios de prensa.
El entusiasmo de la región sur
Muchísimos argentinos la han corrido y tantos más la correrán. Este año ya confirmó su participación la mejor fondista histórica de larga distancia de Sudamérica, la marplatense Florencia Borelli.
Quienes completaron varias Majors aseguran que hay Majors rápidas sólo para la élite, como podría ser Berlín, y Majors rápidas para todos: como Chicago, que brinda al deportista aficionado todo lo necesario para correr de forma ágil aunque no largue en el pelotón de punta, y hacer uso de todos los servicios de la organización sin fallas, demoras, o faltantes.
Santiago Garcia, Daniel Soprano, y Vanesa Krochik, tres maratonistas muy dedicados que encajan perfecto en la categoría “amateurs con pretensiones” estuvieron ahí y comparten su experiencia.
Correr para vivir, vivir para correr
A Santiago García le gusta presentarse como maratonista, escritor, y crítico de cine. En ese orden. Casi podría decirse que es una persona que vive para correr y corre para vivir, como reza el título de unos de sus libros. Lleva completadas 43 maratones hasta el día de hoy. Atesora orgulloso un 2:44:42 como mejor registro personal en 2019 en California y corrió los 42 K de Chicago dos veces: en 2012 y en 2016, donde obtuvo su primer sub 3:00 hs quebrando una barrera sagrada para tantos fondistas aficionados. Sus tiempos tan meritorios para un amateur le permitieron inscribirse por sus propios medios en las dos oportunidades que corrió Chicago. Sin sorteo ni agencias intermediarias.
Para García la organización de la maratón de Chicago es la mejor del mundo. “Hacen todo bien, absolutamente todo resulta en tiempo y espacio perfectos”, asegura el reconocido periodista y corredor. Y agrega que “la expo donde se retira el kit es gigante, el circuito es ancho, y la hidratación es sencillamente extraordinaria, cómoda para todos los corredores”. Otros puntos que destaca son que el evento tiene más baños químicos que cualquier otra competencia internacional y que todo empieza y termina cómodamente en el centro de la ciudad. En el segundo puesto entre las maratones mejor organizadas, para él, se ubica Boston, cuya logística también es abrumadora.
El circuito de Chicago le resultó el más rápido de todas las Majors. Detalla que tiene una única subida desafiante cuando falta muy poco para la llegada, pero que si uno sabe esto de antemano, deja todo ahí, dobla a la izquierda; y ya ve el arco de meta. Agrega que lo que la hace rápida es, además, que transcurre siempre por calles o avenidas muy anchas, por lo cuál los aficionados también pueden correr sin problemas. No sólo los primeros.
En relación a lo que tantos comentan sobre la pérdida de señal de los GPS, asegura que a él eso no le sucedió pero que de igual modo lleva siempre por las dudas una pulsera con los tiempos en los que debe pasar por cada milla.
Las distintas formas de conseguir un cupo
Daniel Soprano es abogado y gerente en Amaison, empresa que ofrece paquetes para maratones internacionales y explica que para poder correr la Major más rápida del mundo existen distintas formas para aplicar: por sorteo, por marca clasificatoria, con un Tour Operador Oficial de la Carrera, o a través de una donación a una ONG (cupos charity).
Obligatoriamente por contrato con el organizador de la maratón las agencias que ofrecen los cupos de inscripción garantizada deben proveer la inscripción como parte integrante de un paquete turístico, que puede incluir hotelería y/o pasaje aéreo. Es decir, las agencias tienen cupos asegurados, lo que significa que para acceder a estos el corredor no debe cumplir ningún requisito y puede adquirirlo en cualquier momento del año mientras haya disponibilidad. No precisa hacerlo en un periodo específico, como es el caso del sorteo y de la marca clasificatoria.
El abogado y maratonista explica que para inscribirse por marca hay que presentar un tiempo (ver cuadro) durante un período de aplicación que dura aproximadamente 30 días y comienza en la última semana de octubre de cada año. Hay cupos en cada categoría de edad, y es la organización quien resuelve si el tiempo declarado aplica o no.
Para Soprano la ciudad en sí es espectacular y tiene la mejor arquitectura de Estados Unidos. Además de un lago enorme que parece un mar, un río que la atraviesa entera, parques, decenas de esculturas al aire libre, por eso otro punto extra para la carrera es que comienza y termina en el mismo lugar, en un parque cerca de todo, donde hay una fiesta post maratón al aire libre con bandas, comida y bebida para comprar. Además, el evento entre sus sponsors tiene una cervecería local que hace una lata “finisher” que solo se le entrega a quienes cruzan la meta.
Cuenta también que la carrera ofrece una prueba alternativa muy linda de 5K el día previo (sábado). Con medalla, un kit que incluye un clásico gorro de lana y un recorrido muy rápido para el caso de acompañantes que no estén en modo ahorro de energía pre maratón y quieran correr fuerte. Al que va por la maratón, le sirve hacerla recreativamente con amigos, o como activación para la gran cita del día siguiente.
Volver a enamorarse de la maratón
Para Vanesa Krochik Chicago fue una carrera muy especial. Venía bastante golpeada de los 42 K de Boston, por lo que significó un desafío enorme para ella. Recuerda que la preparó muy bien, disfrutó muchísimo del proceso y llegó sin lesiones, que fueron siempre su gran fantasma.
La médica y atleta de 45 años tampoco tuvo que aplicar por sorteo ni comprar un paquete de inscripción garantizada. Consiguió su cupo sin problemas con la marca que había hecho anteriormente en la Maratón de Nueva York: 3:21:09. Lleva corridas cuatro Majors (Nueva York, Boston, Chicago y Berlín) además de la maratón de Buenos Aires. Y asegura que todas las Majors tienen una organización de altísimo nivel, pero que Chicago suma tres diferenciales que vale la pena mencionar:
- Hidratación: es excelente. Hay puestos de hidratación con bebida isotónica y agua en cada milla. Son puestos extensos y abundantes, ubicados de ambos lados de las calles. Y hay tantos y tan seguidos que sobran. El corredor puede elegir sin problemas dónde, cuándo, qué y cuánto tomar sin ningún problema.
- Pacers: son corredores que marcan un ritmo determinado durante todo el recorrido para que quien desee y pueda, los siga, asegurándose completar la distancia en un tiempo estipulado. Y en ciudades con muchos edificios altos resultan muy útiles porque los GPS de los relojes suelen fallar. Una recomendación importante: No guiarse por el ritmo del GPS sino por los parciales de tiempo en cada milla o kilómetro. Considerar que el circuito no cuenta con indicadores en cada uno de los 42 kilómetros como estamos acostumbrados en Argentina. Hay solamente cada 5 kilómetros, y en cada milla (una milla corresponde a 1,6 km).
- Largada y llegada: la carrera comienza y termina en el mismo punto, el Millenium Park, un lugar muy céntrico y fácil de acceder caminando o en transporte público. Allí mismo están los guardarropas y hay un gran espacio verde al final donde los maratonistas pueden reencontrarse con familiares y amigos, comer o tomar algo y descansar.
- Expo Maratón: es enorme y está muy bien organizada, con stands de todo tipo.
Krochik aconseja quedarse algunos días post carrera para recorrerla con tranquilidad. Varios coinciden en que disponer de entre cuatro y seis días sería lo ideal. Recomienda hacer el paseo en barco por el río, el Riverwalk y el Millenium Park para entrenar, y remata: “Está prohibido abandonar la ciudad sin antes probar la famosa Pizza estilo Chicago: una verdadera delicia”. Chicago fue la carrera con la que Vanesa Krochik se volvió a enamorar de la maratón. Y claramente no es la única.