Las autoridades de Nepal han declarado un día de luto para este miércoles con motivo de la muerte de al menos 70 manifestantes durante las protestas contra el Gobierno que tuvieron lugar la semana pasada y que llevaron a la caída del Ejecutivo del ahora ex primer ministro Sharma Oli.
Los funerales de las víctimas han arrancado en Katmandú, la capital del país, donde se han aglomerado cientos de personas para despedir a los fallecidos, en su mayoría jóvenes que murieron debido a la gravedad de las heridas sufridas a manos de las fuerzas de seguridad en el marco de los disturbios.
No obstante, el gobierno de transición –que ha declarado a estas víctimas como «mártires– ha anunciado ayudas de 1,5 millones de rupias nepalíes (unos 9.000 euros) para los familiares de los fallecidos.
Las cifras oficiales apuntan a que al menos 72 personas han perdido la vida durante las protestas, que comenzaron después de que las autoridades prohibieran el acceso a las principales redes sociales, mientras que cientos de personas permanecen hospitalizadas.
Así, se ha dispuesto que los funerales se lleven a cabo con honores y se ha declarado un día de luto nacional, por lo que las banderas ondearán a media asta en los principales edificios gubernamentales. Está previsto que los cuerpos sean trasladados a los domicilios de las respectivas víctimas.
En este sentido, las nuevas autoridades nepalíes han hecho hincapié en que investigar el posible uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía «sigue siendo una prioridad», según informaciones recogidas por el diario ‘The Kathmandu Post’.
Está previsto que las indemnizaciones sean entregadas a través del Ministerio de Finanzas y distribuidas a través de diferentes oficinas administrativas. Además, los heridos recibirán asistencia médica gratuita.