La insurgencia maoísta de India ha anunciado este martes la suspensión temporal unilateral de la lucha armada y ha pedido conversaciones de paz con las autoridades de Nueva Delhi, después de que en los últimos días las fuerzas de seguridad hayan matado a varios comandantes en un recrudecimiento de la ofensiva.
El portavoz del grupo rebelde Partido Comunista de India (CPI), Abhay, ha emitido un comunicado en el que ha dicho que han decidido «dejar las armas» y declarar «un cese temporal de la lucha armada», en vista de «las cambiantes circunstancias mundiales y del país, así como las constantes solicitudes del primer ministro», Narendra Modi, y otros altos cargos para deponer las armas.
Así, ha explicado que su partido «ha realizado esfuerzos serios y sinceros para entablar conversaciones de paz con el Gobierno», especialmente desde la última semana de marzo. En mayo, propusieron la entrega de armas y un alto el fuego, bajo la condición de un mes de plazo para consultar con los líderes del partido.
«Sin embargo, lamentablemente, el Gobierno no expresó su apoyo. Por el contrario, intensificó sus ataques militares de asedio y exterminio, que se han venido llevando a cabo desde enero de 2024», ha criticado antes de mencionar un ataque que mató a cerca de una treintena de sus miembros, incluido su secretario general.