“Somos un movimiento que está transformando la educación en Colombia con una red de colegios de alta calidad”, se definen en Cosmo Schools y no es menor que utilicen la palabra movimiento para dar cuenta de la permanente evolución que llevan a cabo a la hora de entender el aprendizaje que se basa en la neuroeducación.
“Tenemos retos colectivos, espacios de reflexión y pausa. La ciudad es nuestro colegio expandido, nuestras aulas son talleres y laboratorios, y allí desarrollamos el pensamiento y la creatividad a través del cuerpo, el arte, el juego y el movimiento”, destacan desde la institución que proyecta “poder superar los 20.000 estudiantes de cara al 2030.”
En el espacio de la solución educativa integral Ticmas, en la feria Edutechnia, Lorena Avilés, líder de Transformación educativa en Cosmo Schools, conversó con Patricio Zunini sobre la clave de repensar la educación desde una mirada contemporánea e integral.
Moverse hacia la curiosidad
Cosmo Schools posee una propuesta educativa que es seguida de cerca por otras instituciones en la región, ya que se basa en un modelo que toma como referencia experiencias educativas de Finlandia, Estados Unidos, Brasil y México; entre otros.
Avilés también destaca: “No nos declaramos como una red de colegios, sino como un movimiento educativo. Tenemos la capacidad de poder generarle preguntas al sistema educativo en este momento; gracias a cómo está estructurado nuestro modelo, que- desde el 2017 al 2019- se construyó con más de referencias de más de 25 colegios, modelos a nivel internacional. Y porque tenemos una premisa que es seguir trabajando por el propósito y el potencial de los niños y de las niñas de Colombia y del mundo.”
“En este momento tenemos nueve centros de experiencia en Antioquia, vamos a abrir dos nuevos el próximo año, pero la idea es poder superar los 20.000 estudiantes de cara al 2030”, planteó la especialista en Edtech.
Modelo Cosmo
Al definir su forma de entender el aprendizaje, Avilés subrayó: “Hay unas premisas, que caracterizan el modelo de Cosmo y es, en primer lugar, apostarle a las pedagogías activas, pero realmente poniendo el foco en el aula, en la planeación, en el quehacer de nuestros mentores y nuestros mediadores que son los profes.”
Y agregó: “Comúnmente hablar de cómo, por ejemplo, el aprendizaje basado en proyectos, el art thinking, los procesos de evaluación apalancados en tecnología digital y con inteligencia artificial conviven a la perfección con conversaciones como devolverle el cuerpo a la escuela.”
“Por ejemplo, tenemos una de las unidades que dependen de la rectoría, que es de cuidado y bienestar. Y aquí trabajamos todos los temas de cómo despertar el propósito de nuestros jóvenes, cómo acompañar las rutas de propósito y potencial de cada niño y de cada niña, cómo acompañar a las familias a entender la importancia de la alimentación consciente en educación o del sueño reparador, o como por ejemplo los temas de medio ambiente, sostenibilidad, diversidad e inclusión tienen que formar parte de la agenda educativa. Y eso lo demostramos con el quehacer día a día en las aulas de nuestros centros de experiencia”, planteó.
Educar y formar al docente
A la hora de diseñar la formación para sus educadores, desde Cosmo Schools desarrollaron su propia escuela de mentores, un ambicioso proyecto que trabaja la excelencia y la actualización constante.
Áviles resaltó que es un proyecto que demanda “Tiempo, energía y sobre todo una inversión también intelectual. Porque estamos todo el tiempo actualizándonos de cuál es la tendencia, pero sobre todo también desde la práctica y desde la sistematización y la gestión del conocimiento de nuestras aulas.”
“Entonces es una formación propia, pero también es una formación expandida, porque creemos mucho en la formación de aliados que puedan apoyar a que nuestros mentores estén todo el tiempo desde la realidad de sus aulas, como les decimos, con los pies en la tierra, pero los ojos en el cielo”, reflexionó.
El impacto de un modelo basado en la evidencia
Desde su rol como líder de Transformación educativa, Avilés planteó que a la hora de analizar la educación del presente y futuro próximo: “Obviamente tenemos un componente digital muy fuerte porque a mi cargo están- junto con la dirección de Cosmo- todos los temas de analítica de aprendizaje, toma de decisiones con base en la evidencia.”
“Lo que llevamos probando desde hace un año es que desde Transformación Educativa podamos llevar el modelo Cosmo a otros horizontes de Colombia y del mundo sin necesidad de que haya colegio físico. En este momento acompañamos a varios colegios en Colombia que nos dijeron queremos la escuela de mentores, queremos que nos ayuden desde lo socioemocional de cómo forman a sus profes y lo trabajan con sus estudiantes.”, relató sobre los planes y diagnósticos que llevan a cabo y que pueden durar entre tres y cuatro años desde su inicio hasta su implementación.
Y agregó: “Por ejemplo, en este momento estamos trabajando con el Gobierno Medellín y con una universidad para acompañar a estudiantes de primer semestre de educación superior. ¿Por qué? Porque llega sin propósito la universidad. Entonces tenemos toda una ruta, de acompañamiento a esos estudiantes para que conecten con su propósito y potencial.”
Además, destacó: “Lo que hacemos es expandir el modelo a esos otros escenarios donde hay una necesidad de conocimiento, de acompañamiento y no con el afán de llevar Cosmo Schools por el mundo, sino de respetar la esencia de la institución, pero apoyándolos en donde más lo necesitan.”
Por último, Lorena Avilés planteó que se trata de volver a darle el protagonismo a cada estudiante en su proceso de aprendizaje: “Nos imaginamos una educación que realmente asegure que los niños y las niñas y los jóvenes encuentren su propósito y, por supuesto, que sean felices en la escuela.”