A tono con lo que desde hace unos años viene sucediendo en Broadway y en el West End, el circuito teatral porteño también adhiere –aunque incipientemente- al fenómeno de los jukebox, los musicales concebidos en torno a los temas de una banda o un solista popular. El ejemplo más notorio es el de Mamma Mia!, el espectáculo construido exclusivamente a base de hits de ABBA, que supo mantenerse aquí en cartel en dos salas distintas (y con recambio de protagonista) durante las dos últimas temporadas. Ahora llega a la avenida Corrientes el primer jukebox nacional con canciones de Turf, la banda de rock nacional liderada por Joaquín Levinton que le puso música a la década de los 90 y hoy sigue vigente.
La noticia resulta un upgrade para la escena de los musicales locales y también para el rock vernáculo (que así es homenajeado), por lo que se descuenta que la propuesta captará la atención de un público más heterogéneo que el habitual. Magia blanca -tal el título- cuenta con libro, dirección y coreografía de Juan Martín Delgado, responsable de la hilarante La desgracia (el éxito del off que se mudó al centro y ya completó ocho temporadas) y de Gwen, por el que ganó el año pasado el Premio Hugo a la Mejor Coreografía; y con la dirección musical y coral de Francisco Martínez Castro. Del elenco participan figuras consagradas del género, como Natalia Cociuffo, Diego Bros y Gustavo Monje, y los jóvenes protagonistas Melissa De Miguel y Felipe Bou Abdo, entre otros, más una banda de músicos en vivo.
En diálogo con LA NACION, Delgado anticipa de qué trata la obra. “Está centrada en el encuentro entre un músico, que tiene una banda de rock en un bar de Barracas, y una chica de 17 años, de zona norte; Camilo y Blanca. La historia transcurre en los 90. Ella queda embarazada antes de ese encuentro, en una situación no muy clara, ya que no tiene un novio oficial. Ante esta situación, escapa de su casa y va a parar al bar de Barracas, donde trabaja como mesera. En medio de esto nace la historia de amor no convencional entre Camilo y Blanca”, sintetiza el joven director. Un dato de color es la aparición en la trama de Carlos Menem (por aquel entonces presidente de la Argentina), como así también de María Julia Alsogaray (tapado incluido) y Susana Giménez.
Además de su temática inusual –al menos para un musical-, Magia blanca posee otra singularidad: está escrita en verso. “Eso me lo sugirió la misma historia”, cuenta Delgado. “Porque Camila una enorme vocación por escribir poesías. En cuanto conoce a Camilo, en el bar, esas poesías se van a transformar en canciones”.
¿Qué temas de Turf incluirá la obra? “En total habrá 14 canciones, entre ellas “Desconocidos”, “Esa luz”, “Loco un poco”, “Ranchera”, “No se llama amor”, y el que le da título al musical, “Magia blanca”, cuenta Delgado. Todo a lo largo de 75 minutos (que es la extensión prevista del espectáculo), y a través de reversiones de Martínez Castro. “Es que algunos temas tendrán un tempo distinto. Por ejemplo, “No se llama amor”, que originalmente es una canción bien rockera, en la obra está llevada al terreno del jazz y del swing”, aclara. “Lo más importante de todo es que las canciones parecen estar hechas especialmente para el musical. Yo creo que ese es un punto fuerte de la obra. Los temas no están desconectados de lo que va pasando, sino que tienen que ver directamente con la narrativa”, señala Delgado.
En total, la obra demandó más de cinco años de elaboración. “Todo empezó en 2019 –rememora Delgado-, cuando (la productora) Nathalie Cabiron y su esposo (el director de cine) Ariel Winograd me invitaron a una reunión después de haber visto La desgracia. Me hablaron de la idea de hacer un musical con música de Turf y a mí, en un principio, no me gustó nada. Yo prefería seguir haciendo musicales con música original. Pero al poco tiempo cayó la pandemia y, con tanto tiempo libre, empecé a escuchar los temas de Turf y me encontré con un montón de hitazos, que no sabía que eran de ellos. Luego descubrí que en esos temas había cierta teatralidad y que, con ellos, claramente se podía hacer algo. Ahí me puse a escribir la obra y todo tomó otro color”, grafica. Ahora pienso que sus temas son parte del ADN de los argentinos. Por algo suenan en todos lados. Voy al gimnasio y suena un tema de ellos, voy al Once a comprar utilería y sucede lo mismo. ¡Me persiguen!”, reconoce jocosamente.
El visto bueno de Levinton
Durante todo el proceso de creación, la obra pasó por dos workshops. A uno de ellos, que incluía el montaje de algunas escenas, asistió Joaquín Levinton junto con otros integrantes de Turf y eso fue definitorio para seguir adelante con el proyecto. “Él quedó muy contento con lo que vio e incluso con las reversiones de sus temas. Es más, le dijo a Francisco (Martínez Castro) que le iba a robar algunos de sus arreglos. Nos deseó mucha suerte y a partir de ahí nos dejó trabajar con total libertad”, recalca el factótum de Magia blanca.
Hasta aquí, la palabra de Delgado. A partir de ahora, quien habla es el propio Joaquín Levinton, quien pese a encontrarse en medio de una apretada agenda de actuaciones se inventó un tiempo para ofrecer sus impresiones sobre el proyecto que tiene como base la música de su banda. “En principio, nunca imaginé que se haría un musical con temas de Turf. No lo vi venir. Por eso la sorpresa fue tan grande. Luego, cuando me enteré de la noticia, la alegría fue enorme y lo viví como un reconocimiento a nuestra música. Hoy estamos todos muy contentos y expectantes por el inminente estreno de Magia blanca”, reconoce el histriónico cantante.
En un principio Levinton no estaba al tanto de la trayectoria de Martín Delgado y del resto del equipo. Pero cuando asistió a una función de La Desgracia comprendió que su música estaría en buenas manos. “Acepté inmediatamente. Porque supe la clase de personas que son y del cariño con el que hacen todo lo que hacen. A partir de ahí me quedé tranquilo, y por nada del mundo quise involucrarme en el proceso creativo y limitarles su libertad. Entendí que el proyecto era de ellos y que, entonces, debían contar con toda la libertad del mundo para hacer lo que quisieran”,
Y hoy no se arrepiente de haberles entregado prácticamente un cheque en blanco. “Hace mucho vi un ensayo, cuando la cosa estaba muy verde. Aún les faltaba mucho trabajo, así que hubiera sido imprudente de mi parte hacerles una devolución. Pero gente cercana vio algo recientemente y me hablaron maravillas. Así que sigo seguro y contento con mi decisión inicial de otorgarles vía libre”, afirma Levinton.
-Luego de esta experiencia, ¿te imaginás componiendo la música original para un musical?
–Yo me imagino haciendo cualquier cosa, porque en mi vida me pasan cosas tan raras… Pero sí, confirmo en exclusiva que ya hice toda la música para un musical. Y para el futuro ya tengo el boceto de una ópera rock, que quiero filmar y en la que tengo pensado actuar. Justamente estoy en eso. El estreno de Magia blanca me potenció todas las pilas.
Para agendar
Magia blanca. Sala: Pablo Neruda, del Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660). Funciones: martes, a las 20.45.