El estadio municipal del distrito de Sachaca fue escenario de una ceremonia destinada a reforzar la gestión de residuos en Arequipa, donde se entregaban 51 compactadoras a 16 distritos.
El evento quedó en el centro de la polémica cuando el alcalde de La Joya, Cristhian Cuadros Treviño, ingresó a la actividad en estado de ebriedad, según reporta Correo.
Este episodio provocó la suspensión temporal de la ceremonia, la cual buscaba destacar una política pública clave para la ciudad.
De acuerdo con la información de El Búho, el alcalde no ocultó su situación frente a los medios e intentó justificarse frente a los periodistas y las autoridades, mientras varias personas trataban de apaciguar la tensión en el recinto.
Las palabras de Cuadros Treviño se sumaron a una serie de gritos y ofensas dirigidas tanto a funcionarios como a comunicadores y asistentes.
La irrupción derivó en el uso de palabras altisonantes contra periodistas y frases dirigidas a la presidenta Dina Boluarte y el gobierno central.
“Fuera m…, ese proyecto no les costó, hoy a cag…. Soy un funcionario, quién eres tú. El gobierno de pasto. Aceptaron las compactadoras, a mí la primera vez me excluyeron”, recogieron diversos medios sobre lo expresado durante el altercado, lo que llevó al retiro intempestivo de algunos presentes y la interrupción del evento por una hora.
Reacciones y antecedentes del funcionario
La reacción colectiva entre asistentes, funcionarios y vecinos fue inmediata. Varios presentes intentaron contener al alcalde, cuyo comportamiento incrementó el malestar y la incomodidad en un acto que buscaba resaltar el trabajo conjunto entre distintas municipalidades de Arequipa.
El mismo Cuadros Treviño también utilizó la ausencia del titular del Ministerio del Ambiente (Minam), Juan Castro, como justificación de su inconformidad y hostilidad. Al culminar la ceremonia, señaló a la prensa: “Es una burla la ausencia del ministro, quien aseguró que llegaría para entregar estos vehículos”.
El historial del alcalde de La Joya, según otros episodios reflejados en medios como El Búho, incluye denuncias previas por manejar bajo los efectos del alcohol y acusaciones de agresión a miembros de la policía.
Al momento de la intervención, un certificado médico legal documentó que el policía agredido requirió un día de atención facultativa, un elemento que ha dado fundamento a la investigación por violencia contra la autoridad.
Por este accionar, una investigación penal preliminar pesa actualmente en su contra. El fiscal adjunto provincial Abelardo Arismendi, fue quien ordenó un dosaje etílico, el cual reveló 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra que supera el límite legal de 0,5 g/l.
De acuerdo con la indagatoria realizada por la Tercera Fiscalía Corporativa Penal de Arequipa, continúan ejecutándose diligencias orientadas a definir la responsabilidad penal de Cuadros.
De otro lado, también existe un pedido de vacancia por conductas reiteradas, lo que sitúa cada intervención pública en el centro del escrutinio local.
El episodio más reciente dejó huella en la población y disparó el debate sobre el nivel de responsabilidad exigido a las autoridades en contextos institucionales.
La entrega de compactadoras, herramienta clave para la gestión de residuos en varios distritos de Arequipa, pasó a un segundo plano, desplazada por el comportamiento del funcionario. Las autoridades asistentes no reportaron incidentes de violencia física, aunque el desarrollo normal del evento resultó trastocado.