La confirmación del encuentro bilateral del martes de Javier Milei con el presidente de EE.UU., Donald Trump, y la posibilidad de una ayuda financiera del Tesoro de EEUU, cuyo jefe, Scott Bessent, le entregará el miércoles una distinción del Atlantic Council, son apuestas oficiales para revertir las turbulencias financieras y cambiarias que se intensificaron tras el revés oficial en la elección bonaerense y varias derrotas legislativas.
Milei recibirá de manos de Bessent -quien en abril citó expresamente la posibilidad de apoyar a la Argentina en caso de estrés financiero- el Global Citizen Award del Atlantic Council, un think tank focalizado en temas estratégicos que hizo punta con palabras como “Geofinanzas” y tiene un “Geoeconomics Center”.
De ese lado, y sin excluir temas como propiedad intelectual y patentes medicinales, vendría el interés de Washington en auxiliar a un gobierno que, amén de su cercanía ideológica, preside un país cercano a la Antártida, de extensa costa sobre el Atlántico Sur y potencial proveedor bienes y servicios clave para EEUU en el marco de su puja estratégica con China.
Esos intereses van desde la provisión de “minerales críticos” hasta el potencial rol de la Argentina como vector de Inteligencia Artificial (IA) “made in USA” y capaz de alimentar, con pequeños reactores de energía nuclear, la voraz demanda de centros de datos para IA y “nubes” de almacenamiento y resguardo de volúmenes incalculables de información.
De hecho, el viernes la Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en unirse como “socio contribuyente” al Programa de Infraestructura Fundamental para el Uso Responsable de Tecnología Nuclear de EEUU (FIRST, según su sigla en inglés) que apunta al despliegue de Pequeños Reactores Modulares a escala regional y global.
En línea
En ese programa calzan los planes de Demián Reidel, amigo y asesor de Milei, cuya prioridad al frente de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), el organismo que maneja las tres centrales nucleares del país, es la construcción de esos pequeños reactores de uso civil.
A fines de 2024 Milei, Reidel y Rafael Grossi, el argentino que encabeza la Organización Internacional de Energía Atómica, presentaron en la Casa Rosada ese proyecto, cuyo origen científico Reidel remontó a 1985 en un relato ante funcionarios nucleares en el que llegó a lagrimear.
FIRST es el programa insignia del Departamento de Estado que encabeza Marco Rubio y está bajo la órbita de la Oficina de Control de Armas y No Proliferación (ACN) que apunta a “aprovechar la capacidad de la industria nuclear para acelerar el despliegue responsable de reactores nucleares en todo el mundo”.
“EEUU celebra la decisión de Argentina de convertirse en el primer país de América Latina en unirse como socio contribuyente al FIRST”, subrayó oficialmente el Departamento de Estado. El país se une así, agregó, “a un distinguido grupo de socios contribuyentes, incluidos Japón, la República de Corea y Canadá”. Además, en 2026 Argentina y EEUU co-presidirán en Buenos Aires la primera conferencia regional FIRST para de América Latina y el Caribe.
Al interés en la Argentina como fuente de energía nuclear para alimentar las demandas de centros de datos e inteligencia artificial se suma el del país como proveedor de minerales críticos, tema al que apuntó un evento sobre la Argentina del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, según su sigla en inglés), un think tank bipartidario a cuadras de la Casa Blanca, en el que Gracelin Baskaran, directora del programa de “minerales críticos” y experta en el tema “tierras raras”, consideró a la Argentina como “un socio crucial” de EEUU.
Socio crucial
“¿Por qué la Argentina es un socio crucial para EEUU?, planteó de modo retórico la experta. En primer lugar, citó la “relación comercial positiva” de EEUU y la Argentina, superavitaria para el país del norte. En segundo lugar, apuntó al rol de Argentina como futuro productor de cobre, mineral que concentra los más grandes proyectos presentados al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI).
“Es difícil ver cómo el mundo satisfará la demanda de cobre necesaria para centros de datos y transmisión de energía sin la Argentina”, afirmó Baskaran, y precisó que en 2024 EEUU “consumió 1,6 millones de toneladas métricas de cobre refinado, siendo el segundo mayor consumidor de cobre del mundo”, aunque -siguió-. “su rol en la cadena de provisión es limitado: da cuenta de solo 5,1% de la producción del mineral y 3,3% de la producción de cobre refinado”.
La experta advirtió que la brecha entre oferta y demanda se está ensanchando “a medida que las ambiciones económicas y tecnológicas de EEUU se aceleran”. Una de las razones, señaló, es que los centros de datos tradicionales “requieren 5.000 a 15.000 toneladas de cobre, pero la próxima generación de centros de datos para alimentar la Inteligencia Artificial requiere hasta 50.000 toneladas de cobre cada uno”. De hecho, apuntó, para responder a esa tendencia el Departamento de Energía de EEUU identificó “16 sitios federales para desarrollo de Inteligencia Artificial y centros de datos, indicador de la escala de infraestructuras intensivas en el uso de cobre que está teniendo lugar”.
Minerales críticos
Baskaran definió a la Argentina como “una de las más prometedoras fronteras en minerales críticos, en especial para el cobre”, pero reconoció que su potencial minero “choca con la volatilidad de la economía”. Las apuestas para la seguridad mineral de EEUU “no pueden ser más altas”, enfatizó.
“A pesar de los problemas y la volatilidad económica, Argentina es un destino minero premium debido a su base de recursos y sus políticas amigables con los inversores”, subrayó la experta, amén de citar índices del Fraser Institute, un centro canadiense influyente en los círculos mineros globales, que ponen al país en el podio de atractivo minero rankearlo por sobre Chile y Bolivia, con los que forma el “triángulo del litio”, que detenta el 56% de las reservas mundiales de ese mineral.
Argentina, aseguró Baskaran, está viviendo un “un boom de exploración minera”, en especial en litio y en cobre, en que el volumen de inversiones exploratorias se multiplicó por ocho. Además, enumeró que el país cuenta, en distintos grados de avance, con 71 proyectos de litio, 35 de cobre, 70 de oro, 20 de plata y 4 de uranio.
Hay un boom de anuncios que podrían cambiar el contorno global de oferta del cobre, dijo Baskaran, y listó la presencia en la Argentina de empresas como Glencore, Newmont, BHP, First Quantum Minerals y Rio Tinto, precisó que Glencore anunció un proyecto para producir casi un millón de toneladas anuales de cobre “dentro de los próximos diez años” invirtiendo USD 13.500 millones, destacó la apuesta al país de BHP, la más grande minera del mundo, asociada a la canadiense Lundin, y de First Quantum Minerals. Y estimó que los 7 principales proyectos de cobre podrían producir hasta dos millones de toneladas anuales, cambiando el mercado mundial y generando unos USD 20.000 millones de exportación anual a la Argentina.
Cuellos de botella
Advirtió, sin embargo, “cuellos de botella” en infraestructura de transporte, energía y agua. “La cuestión es si las inversiones, la política y la infraestructura se moverán a la velocidad requerida para satisfacer la demanda global”, agregó. Una “diplomacia inteligente” de EEUU, sugirió, podría ayudar vía “apoyos estratégicos” de la Corporación de Financiamiento para el Desarrollo (DFC) y el Eximbank. Reforzar la relación bilateral en materia minera entre Argentina y EE.UU., añadió, “es un win-win” y citó proyecciones de J.P.Morgan según las cuales en 2027 la Argentina podría superar a Chile como proveedor de litio y en 2030 aportar más de 16% de la demanda global.
Por vía remota, la experta conversó con el secretario de Minería de la Argentina, Luis Lucero, quien destacó el RIGI, explicó que la Argentina produce y puede producir aún más carbonato e hidróxido de litio “grado batería”, destacó los “muy buenos recursos” de cobre y, en menor medida de uranio y níquel.
Lucero recordó también la firma, en 2024, del un acuerdo sobre “Minerales Críticos” entre la entonces canciller argentina, Diana Mondino, y un subsecretario del Departamento de Estado norteamericano, subrayó la presencia en Argentina de la norteamericana Newmont, productora de oro en Santa Cruz, y las inversiones en exploración en Catamarca de la también norteamericana Albemarle, mayor productor de litio del mundo, que lo produce en el principal salar chileno y ahora posó su mirada sobre la Argentina. El litio de los salares sudamericanos, subrayó Lucero, tiene una ventaja decisiva: menor costo de extracción que el litio a partir de rocas (espodumero, lepidolito).
“Queremos que vengan más empresas americanas. Las podemos ayudar. Tenemos un sistema federal: los recursos pertenecen a las provincias, pero estamos alineados: hay un consenso sin precedentes en favor de la minería, que debería darle confianza a los inversores”, remató el funcionario del área minera.
Además del interés en los “minerales críticos”, el CSIS destacó la importancia de la Argentina como potencial socio de EE.UU. en Inteligencia Artificial y Energía Nuclear mediante extenso “comentario” de Dan Korn, director de Asuntos Estratégicos de Microsoft, la segunda mayor empresa del mundo, y Juan Cruz, director del “Foro EEUU-Argentina” del CSIS y asesor del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante la primera presidencia de Trump.
El texto, titulado, “EEUU, Argentina: aprovechar el momento de la Inteligencia Artificial americana”, dice, entre otras cosas, que para ganar la carrera de la IA EEUU debe actuar rápidamente y exportar su “arquitectura tecnológica” a naciones aliadas. En ese sentido, agrega, “La Argentina está bien posicionada para albergar la próxima generación de Infraestructura y propulsar la expansión de la IA de EEUU.
“La cultura digital argentina es madura, resiliente y ambiciosa”, dicen Korn y Cruz y, como evidencia, citan la temprana adopción de internet y que en el 2000 la Argentina llegó a producir la mitad de todos los sitios web en español, amén de nutrr 11 unicornios e integrar el. “Grupo Hiroshima” de países “amigos de la IA”, liderado por el G-7.
Según los autores, el apoyo de Trump a Milei y la visita de Bessent a Buenos Aires en abril, primer viaje al exterior como jefe del Tesoro, “representan una oportunidad para acelerar la exportación de IA norteamericana y coartar la difusión de tecnología china en un mercado crítico del hemisferio occidental. En el orden global que está emergiendo, donde los centros de datos se están volviendo los nuevos motores del poder económico, la Argentina puede hacer más que ser parte. Con una penetración de internet cercana al 90%, ya echó los cimientos de una sociedad conectada”.
Más importante aún, argumentan Korn y Cruz, “la Argentina aporta un legado de innovación civil en materia nuclear” que le ganó “reconocimiento y credibilidad global”. Ese legado, subrayan, está siendo revitalizado por el desarrollo de Pequeños Reactores Modulares, el proyecto que impulsa Reidel, amigo y asesor de Milei, de quien los autores enfatizaron que “prometió una resurgencia de la tecnología nuclear como fuente de energía limpia para la IA”.
La Argentina, dicen los autores, es un “socio dispuesto, y en el cálculo del poder la disposición importa” Y concluyen: “Anclando la IA norteamericana en Buenos Aires, Washington puede ganarle la competencia a China enla región, promover la prosperidad y preservar el orden liberal en la era digital. El momento de actuar es ahora”.
El jueves, ante la Bolsa de Comercio de Córdoba, Milei apuntó en la misma dirección. Entre los sectores “de gran potencial” citó “el tema del litio, el oro, el cobre”, afirmó que el RIGI “trajo USD 25.000 millones en inversiones y hay pendientes USD 40.000 millones”, recordó el peso de Vaca Muerta y fue aún más enfático sobre las posibilidades que brindan la energía nuclear y la IA.
“Estamos avanzando en la construcción de los Pequeños Reactores Modulares (los mismos del acuerdo firmado el viernes con EEUU, cuya construcción empuja Reidel y a los que se refieren Korn, de Microsoft, y Cruz, el exasesor de Trump), sistemas modulares que, además, son escalables y es una energía segura. Estamos trabajando mucho en el desarrollo nuclear. Hemos hecho un acuerdo con Francia, que son los principales productores de este tipo de tecnología, y, además, tenemos el uranio. Argentina se sienta en la mesa de los players importantes y queremos ser todavía más importantes. Eso va a facilitar todos los desarrollos de inteligencia artificial que estamos pensando, que podrían tomar lugar en el sur”, concluyó.