Las autoridades ucranianas han afeado a los embajadores en Rusia de Níger, Malí y Burkina Faso su «visita ilegal» de la pasada semana a la «temporalmente ocupada» península de Crimea y les acusa de servir a Moscú «como extras a sueldo para sus fines propagandísticos», además de violar gravemente el Derecho Internacional.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania ha extendido su acusación a «los regímenes que representan» estos tres diplomáticos y ha remarcado el «cinismo» de la visita a tenor de los «supuestos esfuerzos» que estos tres países africanos están realizando «para preservar y proteger su propia soberanía e integridad».
«Los diplomáticos africanos han violado gravemente el Derecho Internacional, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, así como diversas resoluciones de la Asamblea General de la ONU», señala la nota de la cartera de Exteriores.
«Rusia continúa utilizando a diplomáticos extranjeros individuales como extras a sueldo para sus fines de propaganda, tratando de crear una falsa impresión de legitimación internacional de los territorios temporalmente ocupados», denuncia.
Ucrania sostiene que los tres embajadores con su visita han participado en una campaña rusa para «legitimar las conquistas coloniales», lo que les sitúa es una posición «particularmente hipócrita» que representan a países africanos.
Con la llegada de sus respectivas junta militares en Níger, Malí y Burkina Faso, los tres han optado por desvincularse de los organismos regionales de los que formaban parte y de sus lazos con Occidente, principalmente con Francia, su antigua metrópoli europea, para acercarse a Rusia.
Las visitas de sus respectivos líderes a Moscú se han repetido a lo largo de los últimos años y Rusia ha prometido reforzar las capacidades de los ejércitos de estos tres países, que integran la recién conformada Alianza de Estados del Sahel para hacer frente de manera conjunta a la grave crisis de inseguridad en la región.