Como un boomerang, hoy distintos usuarios salieron a cuestionar al Gobierno a través de las redes sociales por el costo fiscal del sorpresivo anuncio de retenciones cero a los granos hasta el 31 de octubre. Según economistas, la medida —que busca que los productores liquiden hasta US$7000 millones para sumar oferta al MULC— implicaría un agujero que puede ir del 0,15% al 0,26% del Producto Bruto Interno (PBI), similar al que demandaban los proyectos vetados de financiamiento universitario y emergencia pediátrica.
De acuerdo con la consultora Equilibra, el costo fiscal por la reducción de retenciones a 0% hasta octubre alcanzaría los US$950 millones en lo que resta del año, equivalentes al 0,15% del PBI. A un número similar llegó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (US$1000 millones) aunque dijo que el costo fiscal neto para Nación sería de entre 0,23% y 0,26% del PBI.
Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, estimó que se ubicaría entre 0,15% y 0,2% del PBI. “Perdés unos dos meses de recaudación. Lo que pasa es que después hay que ver a qué año es imputable, si eran granos que se iban a vender de acá a fin de año o en 2026 y se adelantan”, acotó.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el costo fiscal del proyecto de financiamiento universitario para 2025 rondaba los $1,9 billones, equivalentes al 0,23% del PBI.
“El dinero es fungible. Yo no compararía, pero sí diría que lo de hoy debilita el argumento del Gobierno de que no había dinero para esos proyectos de ley. Claramente, es un tema de prioridades”, opinó Caamaño. A su juicio, el Ejecutivo privilegió otros objetivos, aunque “alguno podría decir que si negociaba que saliera el proyecto de emergencia pediátrica, que costaba menos, se ahorraba parte de esto. Es un contrafáctico, pero es lógico que la oposición lo ataque por ese lado. Lejos, lo mejor es lo que informó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. La baja transitoria de DEX es bastante contradictoria”, agregó.
Fernando Marull, socio de FMyA, sostuvo que el anuncio de Bessent, de que la Argentina podría recibir asistencia a través del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, por sus siglas en inglés), resuelve el problema de los vencimientos de deuda del año próximo, mientras que las retenciones cero buscan aliviar la tensión cambiaria. Según él, ahora el Gobierno debería cumplir con lo que pedían distintos analistas y, si aparece oferta de dólares, comprar reservas.
Caamaño se mostró más cauto: “Me parece que lo primero que van a tener que hacer es tomárselo con calma, ver cómo evoluciona la primera semana”. Siguiendo al analista, hay que observar cuáles son las condiciones de lo que anunció Bessent y el impacto de las retenciones. La ventana de tiempo es corta y se podría acumular mucha oferta, lo que haría caer los precios.
“Hay que ver si los productores están dispuestos a vender con esa caída de precios. Tiendo a pensar que las retenciones cero deberían compensarla, pero hay que confirmarlo, y también hay que observar si los productores no se dolarizan nuevamente, como ocurrió en junio y julio pasado”, alertó.
Dicho de otra forma, consideró que la oferta no debería generar su propia demanda. “En principio, el dólar oficial aflojó y se alejó del techo de la banda, lo cual es importante porque la dinámica no era sostenible. Pero está en $1440, así que no hay espacio para comprar. Si en algún momento la situación mejora y baja más, acercándose a $1300 y pico, ahí sí, lo lógico sería empezar a acumular reservas para dar una señal de sustentabilidad”, cerró.