Nora Quintanilla
Nueva York, 22 sep.- El magnate estadounidense Bill Gates, cofundador de Microsoft y ahora dedicado a tiempo completo a la filantropía, defendió este lunes en una entrevista con EFE «la verdad sobre las vacunas», para hacer frente a un creciente ruido, y recordó que, gracias a ellas, las muertes infantiles se han reducido a la mitad en 25 años.
Gates anunció una inversión de 912 millones de dólares para la lucha contra la malaria, el sida y la tuberculosis y llamó a una mayor inversión en vacunas en un evento de su fundación en Nueva York, en el que instó a los gobiernos a arrimar el hombro ante lo que considera un «punto de inflexión» para la humanidad.
«Los datos sobre las vacunas son súper claros, y en los países en desarrollo, rápidamente, si hay un rumor contra la vacuna, por ejemplo la del sarampión, habrá muchas muertes, muy rápido. Y las madres dirán: un momento, esto es un trágico error», ejemplificó el empresario, señalando a los «países ricos».
«En los países ricos, porque tienen niños bien nutridos, con una buena sanidad, incluso enfermando de sarampión, la probabilidad de muerte es cuatro entre 1.000, mientras que en África es 300 entre 1.000», explicó, preguntado por el reciente movimiento antivacunas en países occidentales.
«Cualquier muerte es una tragedia, y debemos decir la verdad sobre las vacunas: son la principal razón por la que hemos pasado de 10 millones de niños muriendo cada año al empezar el siglo, a ahora menos de 5 millones», afirmó, sabedor de que esa afirmación hoy puede verse como unr posicionamiento político controvertido.
Y apuntó directamente al «Fondo Mundial» para la lucha contra la malaria, el sida y la tuberculosis, y la plataforma de vacunas «GAVI», «que tienen la mayoría del crédito por esa milagrosa mejora».
Gates, que tiene como prioridad la mejora de la salud global, reivindica en varias ocasiones que los votantes de los países democráticos que donan dinero a esta causa deberían estar «orgullosos» de contribuir al «éxito» que es sacar a los países en desarrollo de la «trampa de la pobreza».
«Es salvar vidas a cambio de muy poco dinero por cada vida salvada, y ayudar a estos países pobres a salir de una increíble trampa de la pobreza, porque todas estas enfermedades son mucho más prevalentes en los países pobres», argumenta esta figura de la tecnología, que planea donar todo su dinero en los próximos 20 años.
Gates no es ajeno al hecho de que su país, como potencia, es uno de los principales financiadores la causa de la salud global, pero bajo el Gobierno del republicano Donald Trump ese progreso está en riesgo debido a los recortes y congelaciones en la ayuda al exterior, bajo la premisa del control del gasto público.
«El mundo se está volviendo más rico, no hay razones para pensar que permitir que mueran más niños sea un intercambio correcto», afirma el filántropo, cuya fundación, nutrida por su ingente fortuna, se ha ido convirtiendo poco a poco en una de las grandes financiadoras del desarrollo, por encima de gobiernos.
Aún así, preguntado por ese papel dominante de su fundación en instituciones y plataformas, y el impacto de otras entidades privadas, asegura que «la filantropía nunca se acercará ni de cerca a los niveles de generosidad de los gobiernos», aunque sí defendió que, al menos en EE.UU., es «más transparente».
Desde su posición de poder, Gates dice haberse reunido ya con el presidente Trump para «argumentar ese caso» de la ayuda exterior, así como con miembros del Gobierno y legisladores del Congreso, puesto que EE.UU. hasta ahora no ha comprometido dinero al Fondo Mundial o GAVI.
«Estoy esperanzado, pero realmente no puedo predecir. Bueno, el mejor escenario probablemente es un recorte (de ayuda exterior) modesto», vaticina, agregando que los gobiernos europeos también están haciendo cambios presupuestarios que están resultando en recortes en la ayuda exterior.
El empresario opinó que los votantes deberían «pronunciarse» sobre esos cambios y defender la generosidad de sus gobiernos, porque «si pudieran ver este trabajo (de desarrollo) se moverían para proveer ese pequeño porcentaje» que suele ser del 1 %, y consideró «trágico bajar de ese nivel».
«Incluso con sociedades que envejecen y presiones presupuestarias para Defensa. Tener, en el caso de los países muy generosos, un 2 % de su presupuesto, pero de media, un 1 %: ese es el tipo de mundo en el que deberíamos vivir», reivindica.
Y alertó de que, de lo contrario, este año «las muertes de niños se elevarán por primera vez en 25 años», pero se mostró optimista porque cree que los recursos se «restablecerán» y la innovación permitirá alcanzar ambiciosas metas como la cura del sida, o acabar con la polio para reducir las muertes infantiles a la mitad. EFE
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