El 30% de los jóvenes entre 18 y 40 años en Lima Metropolitana y Callao ha solicitado crédito formal en los últimos dos años, pese a un bajo nivel de conocimiento sobre el historial crediticio y una marcada ausencia de hábitos de monitoreo financiero, según Experian Perú.
De esta manera, el reciente estudio “Perfil financiero de los jóvenes de Lima Metropolitana y Callao 2025: Hábitos y oportunidades de una generación digitalizada” identifica un fuerte contraste entre la expansión del crédito formal y las grandes brechas en educación financiera que afectan a las nuevas generaciones.
Solo 38% de jóvenes limeños entiende su historial crediticio, advierte Experian
El análisis advierte una paradoja creciente: el acceso y uso de productos crediticios formales se expanden entre la juventud urbana justamente cuando la mayoría opera sin bases sólidas de educación financiera. Entre los millennials (nacidos entre 1981 y 1994), la experiencia crediticia sube a 39%, mientras en la Generación Z (nacidos entre 1995 y 2007) apenas llega al 16% y cae a 9% en el grupo de 18 a 20 años.
Aunque la digitalización facilita el acceso, el informe advierte que solo el 38% del total de jóvenes sabe qué es un historial crediticio. El conocimiento aumenta a 46% en millennials, pero se derrumba a 24% entre quienes forman parte de la Generación Z, revelando una debilidad estructural en mecanismos de desarrollo financiero temprano. La gravedad de la brecha educativa se acentúa en los niveles socioeconómicos bajos, con apenas 7% de jóvenes del segmento DE que comprenden el significado e importancia de su historial.
¿En qué gastan los millenials y la Generación Z sus créditos?
El informe elaborado por Experian Perú señala que los motivos principales para solicitar un crédito incluyen la compra de productos tecnológicos, bienes para el hogar o ropa (30%) y el emprendimiento o inversión en negocios propios (27%). Pero también cobertura de gastos cotidianos (20 %) y emergencias (19 %), lo que deja a los jóvenes expuestos al sobreendeudamiento e iniciar su camino a Infocorp, según Experian.
Los bancos, en canales digitales o presenciales, concentran el 66% de las operaciones por ser percibidos como espacios seguros. Sin embargo, el uso del historial crediticio permanece limitado: solo el 16% de millennials y jóvenes de la Generación Z lo consulta regularmente y el 36% nunca ha accedido a él, incluso habiendo recibido información básica sobre este recurso financiero.
La actitud dominante frente al historial financiero en ambas generaciones no es preventiva ni estratégica. Aunque el 83% cree que es útil —principalmente para saber si puede acceder a un crédito o prepararse para productos de mayor valor en el futuro—, la mayoría solo lo revisa ante situaciones excepcionales o en respuesta a una necesidad puntual como un trámite urgente o la sospecha de fraude crediticio.
Educación financiera deficiente expone a jóvenes a sobreendeudamiento en Lima y Callao
El entorno digital ha facilitado el acceso a productos, pero no se ha traducido en hábitos informados o en una conciencia real sobre los riesgos asociados al desconocimiento del historial. El estudio subraya que los millennials y la Generación Z enfrentan escenarios de sobreendeudamiento y exclusión a falta de programas sólidos de educación financiera que acompañen este salto digital.
El desafío, según el análisis de Experian Perú, está en transformar el interés y la masificación del crédito en una oportunidad real para el autocuidado y la planificación, con programas y herramientas que ayuden específicamente a millennials y a los jóvenes de la Generación Z a comprender y gestionar su historial antes de consolidar hábitos de endeudamiento y decisiones que impacten su futuro financiero.