Boca: Claudio Úbeda, el “suplente” de Russo y la misión de comandar un plantel que exige liderazgo

admin

Estar en el momento justo y en el lugar indicado. De eso también se trata el fútbol, en la cancha y fuera de ella, por más que a veces las circunstancias no sean las deseadas. Estar preparado para cuando aparezca la oportunidad. Así le ocurrió a Claudio Úbeda en su breve pero intensa experiencia como entrenador. Hoy es el ayudante principal de Miguel Russo, que este martes volvió a dirigir, o más bien, a supervisar una práctica de Boca pese a haber pasado internado el lunes por un cuadro de deshidratación.

La llegada de Úbeda al cuerpo técnico no se dio por cuestiones estrictamente futbolísticas, sino gracias a una habilidad distinta que le abrió la puerta. Y ahora es él quien reemplaza al DT en los trabajos cotidianos, al frente de un plantel plagado de figuras en el que intenta ganarse la confianza de los jugadores con cercanía a los referentes y diálogo con los más jóvenes, aunque su falta de espalda todavía lo expone en determinados escenarios.

La coyuntura de Boca en cuanto a la conducción no es menor. Russo, de 69 años, atraviesa un momento delicado de salud. A principios de mes estuvo diez días sin poder entrenar al equipo, luego de ser internado en la clínica Fleming por una infección urinaria. Este lunes acudió a Fleni para un chequeo y quedó otra vez en observación. El domingo, durante el 2-2 con Central Córdoba, casi no dio indicaciones: permaneció sentado los 90 minutos en el banco, prácticamente oculto detrás de los carteles. Fueron Úbeda y Juvenal Rodríguez, su otro colaborador, quienes se hicieron cargo de dar las órdenes.

Tras un muy buen desempeño en el primer tiempo, el equipo bajó notablemente el nivel en la última media hora de juego y el cuerpo técnico apenas realizó una variante: Alan Velasco por Brian Aguirre. La decisión sorprendió, pero Russo, en la posterior conferencia de prensa, asumió la responsabilidad y aclaró que las decisiones seguían siendo suyas. Se lo notó molesto, por respuestas cortas y cierta incomodidad, mezcla del resultado y de las pocas ganas de afrontar los micrófonos.

Úbeda y Juvenal Rodríguez se consultan delante de Russo durante el partido con Central Córdoba (2-2); pese al bajón en el segundo tiempo, hubo una sola variante en el equipo.

La escena dejó varias preguntas. ¿Fue realmente el DT quien eligió sostener casi al mismo equipo que había jugado tan bien la primera mitad? ¿Le faltó claridad para reaccionar con los cambios? ¿Sus ayudantes no le sugirieron variantes, no se animaron o simplemente coincidían con la idea? En su defensa, es cierto que el banco ofrecía pocas alternativas, entre jugadores que tienen poco rodaje y otros cuyos ciclos parecen estar cumplidos: Nicolás Figal, Marco Pellegrino, Frank Fabra, Luis Advíncula, Williams Alarcón, Tomás Belmonte, Malcom Braida, Agustín Martegani, Kevin Zenón y Lucas Janson.

No sería, en todo caso, una primera muestra de descoordinación entre Russo y sus colaboradores: frente a Huracán, ni Úbeda ni Rodríguez estaban al tanto de la salida de Miguel Merentiel, que no participó en la segunda etapa. De todos modos, el club decidió respaldar a Russo en el cargo pese a sus vaivenes de salud y dispuso que Úbeda lo reemplace en caso de ausencia. Hasta ahora, no le tocó hacerlo en partidos oficiales, ya que la primera internación de Miguel coincidió con la pausa por la última fecha FIFA.

Para Úbeda resulta complicado manejar un plantel como el de Boca. Su recorrido como DT no presentó ningún desafío similar al que afronta hoy. En 2007 pasó de jugador a entrenador en Huracán; puso en la primera a Javier Pastore, pero fue despedido a principios de 2008. Luego dirigió durante ocho partidos a Independiente Rivadavia en la B Nacional. En 2011 se sumó al cuerpo técnico de Alfio Basile en Racing, club en el que luego comandó la reserva y tuvo algunos interinatos en la primera. En 2012 asumió en Boca Unidos, de Corrientes, y se mantuvo hasta 2013, antes de probar suerte en Magallanes, de Chile, donde se declaró seguidor de las escuelas de Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli.

En 2016 llegó a la selección sub 20 de Argentina durante el mandato de la Comisión Normalizadora, que había abierto un concurso con 44 proyectos para seleccionar al director técnico. Úbeda, que ni siquiera se había postulado, terminó siendo el elegido y entrenó a Cristian Romero, Nahuel Molina, Gonzalo Montiel, Lisandro Martínez, Juan Foyth, Exequiel Palacios y Lautaro Martínez, futuros campeones del mundo en Qatar, además de a Tomás Belmonte, hoy parte del plantel de Boca. Con esa columna vertebral, fue subcampeón en el Sudamericano y quedó eliminado en la primera ronda del Mundial de Corea del Sur.

En los entrenamientos, Úbeda es el asistente más activo del cuerpo técnico: él dirige las prácticas, mientras Russo supervisa.

Su vínculo con Russo comenzó de manera particular. Como DT Miguel nunca lo había tenido, ya que Úbeda había dejado Rosario Central dos años antes de su llegada, y tampoco habían trabajado juntos. En 2021, tras su segunda salida de Boca, el entrenador mayor se quedó sin sus dos asistentes principales: Mariano Herrón continuó ligado al club, ya que era empleado desde antes de la llegada de Russo, y Leandro Somoza decidió emprender su camino como entrenador principal, tentado por un llamado de Colón, de Santa Fe. En ese momento Russo recibió una oferta para dirigir a Al-Nasr, de Arabia Saudita, el actual equipo de Cristiano Ronaldo, y necesitaba un colaborador que hablara inglés para comunicarse con los jugadores y llevar adelante los trabajos con mayor facilidad.

Conocía a Úbeda solamente como rival, pero contaba con buenas referencias de personas en común, entre ellas, Gonzalo Belloso, que había tenido de compañero al ex defensor tanto en Central como en el Racing de Osvaldo Ardiles. Además, Claudio contaba con esa herramienta clave, el inglés, aprendido de chico, cuando tenía el fútbol como pasatiempo y soñaba con ser médico. Entonces se convirtió en el ladero de mayor confianza de Russo: lo acompañó en Asia, en Rosario, en San Lorenzo y en Boca, siempre al pie del cañón, y de a poco fue adquiriendo protagonismo a medida que la salud del preparador fue complicándose nuevamente.

Úbeda es el asistente más activo de Miguel en los entrenamientos y el que mantiene la relación de mayor cercanía con el plantel. Intenta afianzar el vínculo con los referentes, sobre todo, Leandro Paredes y Merentiel, pero la convivencia con los pesos más pesados no siempre es sencilla. Tuvo un cruce con Marcos Rojo cuando Russo excluyó de una charla grupal al zaguero, y roces con otros futbolistas de cartel.

En Mendoza, durante la victoria sobre Independiente Rivadavia que cortó la serie de 12 partidos sin ganar, todo marchaba con normalidad hasta que Cavani fue reemplazado con el resultado 1 a 0, luego de desperdiciar insólitamente una situación de gol en la primera mitad. Russo estaba en el banco, pero Úbeda era quien dirigía desde la línea. El uruguayo pasó frente a él y, con gesto adusto, le murmuró: “¿Qué pasa? ¿Por qué me sacan a mí?”. Una semana después, ante Banfield en la Bombonera, Cavani volvió al gol y ambos se abrazaron delante de las cámaras, en un gesto que produjo cierta calma.

En contraste, en el regreso de Russo al banco durante la visita a Rosario Central en Arroyito, ocurrió algo similar con Carlos Palacios, que salió fastidiado, miró desafiante al ayudante y le dijo algo al pasar. Alberto Márcico, ídolo del club, supuso sobre el hecho: “Lo hizo porque estaba Úbeda; si estaba Miguel, no lo hacía”.

Todo indica que este sábado, en Florencio Varela, Russo volverá a sentarse en el banco y Úbeda, otra vez, será quien ejecute las indicaciones desde la línea, consultando cada detalle con el DT. El exdefensor ocupa un lugar que quizá nunca imaginó, e intenta disfrutar de una experiencia compleja mientras lidia con los humores de un plantel que todavía no ve en él, ni en esta versión debilitada de Russo, la autoridad suficiente como para sentirse guiado.

Deja un comentario

Next Post

“No pedía perdón”: Actriz de Televisa que grabó con Adela Noriega revela cómo era la famosa detrás de cámaras

El enigma que rodea a Adela Noriega ha cruzado generaciones y fronteras. Reconocida como una de las grandes figuras de las telenovelas mexicanas, su abrupto retiro del espectáculo y la reserva que siempre la distinguió han convertido su vida en un misterio que sigue atrayendo a fanáticos y curiosos. Aunque […]
“No pedía perdón”: Actriz de Televisa que grabó con Adela Noriega revela cómo era la famosa detrás de cámaras

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!