De rival a salvador en un puñado de segundos. Así se vivió la séptima carrera de Parx, el hipódromo ubicado en Pensilvania, cuando el venezolano Mychael Sánchez dejó de pensar en cómo ganarla en la silla de Dark Devil y se dedicó al auxilio del boricua Abner Adorno, que había había perdido el control del gran favorito Sole Lute.
Tras largar junto a los palos en una competencia sobre una milla de arena, el principal candidato al triunfo fue alejándose de ese sector al llegar al primer codo y comenzaron los indicios de que estaba en problemas. La rienda izquierda se cortó, Adorno rebotó con la cola en la montura de su caballo antes de volver a hacer equilibrio en sus estribos y pasó descontrolándose por delante de tres adversarios, que lograron evitar más complicaciones.
No obstante, Sole Lute logró tomar más velocidad hacia el sector más externo de la cancha, sin que su jinete tuviera herramientas para serenarlo y detenerlo. Durante esa curva, el zaino siguió abriéndose hasta llegar a la recta opuesta acelerando fuerte cerca de la empalizada, después de dejar sin reacción a uno de los palafreneros, los que trabajan dentro de la pista para acudir al rescate en determinadas contingencias.
Adorno no lograba calmar a su conducido con algunos gritos para buscar convencerlo de bajar el ritmo. Y allí, antes de llegar a la mitad de la carrera, Sánchez comenzó a sentir cierta desesperación en su colega, lo que lo hizo mirar hacia atrás en dos oportunidades, mientras corría en el tercer lugar. Entonces, descubrió a un rival que necesitaba auxilio y decidió, inusualmente, abandonar la estrategia para vencer y utilizar su sabiduría para ir en ayuda de Sole Lute y su jockey, en una situación que podía concluir en una tragedia para el animal y el piloto.
En unos segundos, Mychael dejó la parte interna de la pista y fue hacia la empalizada externa para buscar ponerse delante, en una decisión solidaria y heroica, y, de ese modo, lograr que el número 1, el de Adorno, disminuyera la velocidad. En ese contexto, el pura sangre desbocado respondió con una merma en su accionar y la maniobra terminó siendo exitosa. Los dos quedaron fuera de carrera, claro, pero ya con margen para que uno de los encargados de atraparlo pudiera completar el trabajo y Abner consiguiera controlar al favorito.
La carrera en la que Sánchez auxilió a Adorno
“Tenía que hacer algo. No solamente porque es un gran amigo, un esposo y un padre. Le vi la cara de peligro con la que estaba y tenía de actuar”, explicó Sánchez luego de regresar a la zona en la que desensillan y ser entrevistado. Aún en medio de la exigencia y concentración que implica una carrera, el venezolano había notado la preocupación del muchacho de Puerto Rico con el que comparte las jornadas a menudo en esa pista norteamericana. Lo que estaba en juego eran dos vidas.
El resto de los competidores continuaron hasta el disco, como es habitual, pero antes de confirmar el marcador las autoridades advirtieron que ese gesto merecía un reconocimiento que llegara hasta los aficionados. Así, comunicaron que se consideraba como si el número 7, Dark Devil, no hubiera corrido y se devolvían las apuestas que lo involucraban, sin perjuicios.
Adorno, quien se inició en su tierra en 2008 y se radicó en los Estados Unidos hace siete años, no sufrió ninguna consecuencia, al igual que Sole Lute. Y Sánchez recibió una ovación, incluso mayor a la del día anterior, cuando ganó cuatro de las nueve carreras de la programación. El venezolano, con más de 1700 victorias en doce años en los Estados Unidos, está al frente de la estadística de la temporada, pero además lidera con el ejemplo ante un suceso dramático inesperado.
No obstante, no para todos fue un hecho admirable. También hubo polémica. Es que Michael Dempsey, cofundador y director de operaciones de la casa de apuestas Iron Bets, cuestionó la acción a través de su cuenta personal de X (ex Twitter), al señalar el impacto económico. “Felicitaciones a Sánchez por intentar ayudar a su compañero. Pero no olvidemos que no le pagan por ser palafrenero sino por ser jockey, y que había más de 100.000 dólares en apuestas en la carrera”, confrontó la ética, abriendo una discusión sobre los límites del compañerismo y del espectáculo. Una opinión lejos de la prioridad por la seguridad y el bienestar animal que se pregona como mensaje desde la industria.
Desde este viernes, Mychael estará compitiendo en Laurel Park, uno de los hipódromos de Maryland, en otro estado, donde frecuentemente corren los argentinos Jorge Ruiz Díaz y Horacio Karamanos. Allí llega con la anécdota de haber sido una estrella una tarde, por la cantidad de triunfos, y un superhéroe al día siguiente.