La actriz estadounidense Jennifer Lawrence ha recibido este viernes el Premio Donostia “francamente asombrada” de ser considerada una artista de la talla de otros galardonados como “la incomparable Meryl Streep, el legendario Pedro Almodóvar y la icónica Lauren Bacall”.
“Me siento increíblemente afortunada y, sinceramente, abrumada”, dijo en su discurso la actriz tres veces nominada al Óscar. Al nombrar a sus antecesores en recibir este reconocimiento, ahondó, se trata de “artistas que han contribuido con decisiones audaces y han dado forma al cine, y que me han inspirado personal y creativamente durante toda mi vida”.
“Es casi imposible de asimilar”, ha dicho emocionada luego de recibir el premio de manos del director de cine José Antonio Bayona. A sus 35 años es la persona más joven en ser distinguida con este galardón honorífico del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Además, la actriz estadounidense ha presentado su última película, Mátate, amor (Die my love), de la directora Lynne Ramsay. Coproducido por Lawrence y Martin Scorsese, el film está basado en la novela Mátate, amor de la escritora argentina Ariana Harwicz, y aborda la felicidad de una pareja que cambia para mal cuando tienen un bebé, en la línea de una serie de obras que ofrecen nuevas perspectivas sobre la maternidad, totalmente desacralizada y mostrada sin tapujos.
Lawrence, madre de dos hijos, recordó su propia experiencia. “Después de dar a luz a mi segundo hijo, experimenté un posparto muy difícil, que fue… fue realmente extraño. Ahora veo la película y, al verlo todo en retrospectiva, después de sentir que he pasado por eso, por ese bosque, creo que realmente dio en el blanco”, dijo sobre Harwicz y su libro.
Además, dijo sentirse feliz de estar en San Sebastián “no solo por la comida, que es motivo suficiente para visitarlo, sino porque hay algo realmente especial en un festival como este, donde la gente ama el cine y la narrativa, el arte y el alma de las películas”, elogió.
“Un lugar donde historias de todos los rincones del mundo pueden enseñarnos unos a otros, unirnos para una experiencia emocional compartida y recordarnos que tal vez todos estamos más conectados de lo que a veces parece”.
Exhibidas ya todas las películas que compiten por la Concha de Oro, las valoraciones de los críticos apuntan a tres favoritas: las españolas Los domingos e Historias del buen valle, dirigidas por Alauda Ruiz de Azúa y José Luis Guerín, y la argentina Las corrientes, de Milagros Mumenthaler. El palmarés se anunciará el sábado por la noche (por la tarde, hora de América latina) en la gala de clausura.
Con información: EFE y AFP
[Fotos: prensa SSIF]