La limpieza del hogar suele ser una tarea cotidiana en la que cada persona busca métodos prácticos y efectivos para ahorrar tiempo y esfuerzo. Existen infinidad de trucos caseros que prometen mejorar los resultados, desde el uso de productos naturales hasta pequeñas técnicas transmitidas de generación en generación. Pero uno que se volvió tendencia en redes sociales es el de usar sal en el lavarropas, una técnica que a simple vista puede parecer extraña, pero que tiene fundamentos prácticos para el cuidado de la ropa y del propio electrodoméstico.
El truco consiste en agregar una pequeña cantidad de sal gruesa directamente en el tambor del lavarropas antes de iniciar el ciclo de lavado. No es necesario usar grandes cantidades: con una o dos cucharadas alcanza para notar los resultados. La sal actúa de manera natural sobre los tejidos y también sobre el funcionamiento interno del aparato, sin necesidad de recurrir a productos químicos costosos.
Uno de sus principales beneficios es que ayuda a preservar los colores de la ropa, ya que evita que se desgasten o destiñan con los lavados frecuentes. Esto se debe a que la sal fija los pigmentos en las fibras textiles, por lo que prolonga la vida útil de prendas como jeans, camisetas o ropa de cama. Además, contribuye a mantener el blanco más brillante y sin manchas amarillentas.
Otro punto a favor es que la sal tiene propiedades desinfectantes y desodorizantes. Al incorporarla en el ciclo de lavado, contribuye a eliminar malos olores tanto de la ropa como del tambor del lavarropas, donde muchas veces se acumula humedad y bacterias. Esto no solo garantiza prendas más frescas, sino también un electrodoméstico más limpio y con menor riesgo de generar olores desagradables.
En definitiva, aplicar el truco de la sal en el lavarropas es una forma simple, económica y natural de mejorar los lavados. Ayuda a conservar los colores, potencia la limpieza y previene la acumulación de residuos dentro del aparato. Por todo esto, no sorprende que se haya vuelto viral: un método accesible que demuestra que, a veces, los mejores secretos de limpieza están en la cocina.
Cómo aplicar el truco de la sal en el lavarropas
- Elegí la sal adecuada. Usá sal gruesa o sal de mesa común. No hace falta que sea un tipo especial ni costosa.
- Medí la cantidad justa. Colocá entre una y dos cucharadas de sal directamente en el tambor del lavarropas. Esa cantidad es suficiente para un lavado normal.
- Agregá la ropa como siempre. Introducí la ropa en el tambor, cuidando de no sobrecargar la máquina.
- Seleccioná el programa de lavado. Podés usar el ciclo habitual que usás para prendas de color o de algodón. La sal no afecta el funcionamiento del electrodoméstico.
- Dejá que la sal actúe. Durante el lavado, la sal ayudará a fijar los colores, eliminar olores y mantener más limpio el tambor. Al final, solo tendrás que retirar la ropa como de costumbre.