En el mundo del cuidado de las mascotas, los gestos más cotidianos pueden esconder señales importantes. Una mirada, un gruñido o incluso un lamido constante pueden ser mucho más que simples manías: son formas en que los animales comunican su incomodidad, ansiedad o malestar físico, y que muchas veces sus dueños pasan por alto.
Así lo advirtió Harry Edward Chapman, fundador y director general de DotDotPet, una marca británica de bienestar y estilo de vida para mascotas lanzada en 2023. En una entrevista reciente para el diario británico The Sun, Chapman señaló que uno de los hábitos más comunes en los perros no debe pasarse por alto: el lamido de las patas.
“Muchos dueños desestiman este gesto como un signo de aburrimiento, pero en realidad puede ser una señal temprana de incomodidad”, explicó Chapman. Su advertencia busca llamar la atención sobre la necesidad de interpretar con mayor cuidado las conductas de nuestras mascotas, que muchas veces expresan su malestar de una forma muy sutil.
De acuerdo con el especialista, el lamido excesivo puede estar relacionado con varias causas: desde irritaciones cutáneas, alergias ambientales o alimentarias, hasta problemas de ansiedad o dolor físico. Ignorar este comportamiento podría retrasar la detección de una afección que necesita atención veterinaria. “Lo más recomendable es no subestimar estas señales y, si persisten, consultar a un profesional”, insistió.
Señales de alerta del lamido de patas en perros
Veterinarios coinciden en que, aunque un perro puede lamerse de forma ocasional como parte de su higiene natural, cuando la conducta se repite en exceso puede provocar lesiones secundarias. La humedad constante en la piel favorece infecciones bacterianas, y generan más picazón y dolor en un círculo difícil de romper.
Causas más comunes del lamido de patas:
- Alergias: al polen, a ciertos alimentos o incluso a productos de limpieza que entran en contacto con sus patas.
- Dolor articular: algunos perros lamen la zona donde sienten molestias, como ocurre en casos de artritis.
- Estrés y ansiedad: el lamido puede convertirse en una válvula de escape frente a situaciones que los incomodan, como cambios en la rutina, mudanzas o ausencia prolongada de sus dueños.
- Parásitos o irritantes externos: pulgas, garrapatas o contacto con superficies tratadas con químicos también pueden disparar esta reacción.
¿Qué hacer si tu perro se lame demasiado las patas?
Los expertos recomiendan observar la frecuencia y registrar los momentos en que ocurre esta situación. Si el comportamiento se intensifica o aparecen lesiones, lo indicado es acudir al veterinario. Algunas medidas preventivas incluyen:
- Lavar las patas con agua tibia después de paseos, sobre todo en zonas urbanas.
- Revisar las almohadillas y uñas con frecuencia.
- Mantener una dieta equilibrada que reduzca riesgos de alergias.
- En casos de ansiedad, ofrecer juguetes, rutinas de ejercicio y actividades que estimulen su mente.
La advertencia de Chapman subraya la importancia de no naturalizar ciertos gestos. Lo que parece una simple manía puede ser el primer aviso de que algo no anda bien. Comprender el lenguaje corporal de las mascotas es clave para garantizarles salud y bienestar. En palabras del especialista: “Escuchar lo que nuestro perro intenta comunicarnos es parte de cuidarlo de verdad”.