La breve visita del príncipe Harry a Reino Unido la pasada semana dejó un gesto que hasta ahora permanecía desconocido. Durante sus cuatro días en Londres, el Duque de Sussex se reunió con su padre, el rey Carlos III, en una cita privada de 55 minutos en Clarence House, donde compartieron un té. Este encuentro se producía casi un año después de su última reunión en febrero de 2024.
Sin embargo, el gesto más comentado ahora no tuvo lugar frente a las cámaras. Según ha confirmado un portavoz, Harry mantuvo un encuentro privado con el príncipe Eduardo, Duque de Kent, en el Palacio de Kensington. La reunión tenía un propósito claro: ofrecer sus condolencias por el fallecimiento de la esposa del duque, un acto de respeto que subraya la importancia de los lazos familiares para el hijo menor de Carlos III.
La visita de Harry coincidió con el fallecimiento de la Duquesa de Kent, ocurrido el 4 de septiembre. El duque de Sussex abandonó Reino Unido antes del funeral, al que asistieron el príncipe Andrés y Sarah Ferguson en la Abadía de Westminster, y se trasladó posteriormente a Ucrania para visitar a soldados heridos en combate.
Según Jennie Bond, experta en la realeza, este encuentro discreto con el duque de Kent no es solo un gesto de cortesía, sino una señal de que Harry busca mantener vínculos con la Familia Real. “Es un paso pequeño, pero significativo que demuestra que aún se preocupa por sus familiares”, explica Bond en declaraciones a The Mirror.
La especialista añade que los lazos entre Harry y los Duques de Kent siempre fueron cercanos, recordando cómo ambos asistieron a la boda del Príncipe con Meghan Markle. “Fue un encuentro poco común y, sin duda, conmovedor para Harry”, asegura Bond, destacando que gestos así reflejan un intento de acercamiento dentro de un contexto familiar complicado.
Este gesto se enmarca en un momento en que Harry, a pesar de haber construido su vida fuera de la institución, parece priorizar las relaciones personales dentro de la realeza. Bond subraya que, aunque su vida profesional y mediática se haya desarrollado principalmente en Estados Unidos, el Príncipe muestra interés por reconciliarse con su familia y mantener los lazos personales que le unen al Reino Unido.
La visita relámpago y estos encuentros privados confirman que Harry no busca volver a ocupar un papel institucional, pero sí reforzar su conexión con quienes considera familia, incluso en medio de decisiones y polémicas que han marcado su distancia con la Corona. Un gesto discreto, pero cargado de significado, que pone de relieve la importancia de los vínculos familiares para el Duque de Sussex en esta etapa de su vida.
