La última entrega de la encuesta Criteria de este mes arrojó que un 72% de los chilenos está de acuerdo con el proyecto de Ley de Eutanasia que lleva 14 años en el Congreso, y que el Gobierno de Gabriel Boric busca aprobar antes de finalizar su administración este año junto con la Ley de Aborto libre, los dos principales puntos de su llamada “agenda valórica”.
De acuerdo al sondeo, solo el 28% condenó este procedimiento, optando por la opción de promover y garantizar un mayor acceso a cuidados paliativos para enfermos terminales.
El estudio también reveló que el 62% está de acuerdo con una ley de eutanasia ”pasiva», que permita “a un enfermo terminal interrumpir un tratamiento médico y esperar su muerte”.
En tanto, otro 54% sostuvo que defiende una ley de eutanasia “activa”, es decir, que faculte a “un enfermo terminal auto-administrarse un medicamento para morir”.
Además, el 57% de los entrevistados se mostró contrario a que la Iglesia tenga injerencia en la discusión o sea invitada a expresar su postura en el Congreso.
Finalmente, el 54% estuvo de acuerdo en que, en caso de aprobarse la ley, médicos y personal especializado que argumenten objeción de conciencia tengan derecho a negarse a realizar este procedimiento.
Según los autores del estudio, estas cifras representan una caída de 10 puntos en la popularidad de la ley desde el año 2021, sin embargo, subrayaron que su nivel de apoyo se mantiene alto.
El proyecto de ley
La normativa sobre la eutanasia que se tramita actualmente en el país fue aprobado para su discusión en la Comisión de Salud del Senado este mes, luego de mas de una década desde la presentación de la primera propuesta.
El marco legal también contempla el suicidio asistido y define las condiciones para que una persona pueda solicitar la asistencia médica a fin de acelerar su muerte en casos de enfermedad terminal e incurable, con el fin de garantizar una decisión libre e informada en situaciones de sufrimiento excepcional.
A grandes rasgos, el proyecto contempla los siguientes puntos:
-Voluntad anticipada: permite que las personas manifiesten su voluntad de recibir o no recibir el tratamiento cuando estén en pleno ejercicio de sus facultades.
-Condiciones de aplicación: establece condiciones estrictas y salvaguardas para asegurar que se trate de decisiones libres, informadas y tomadas en situaciones excepcionales.
-Acto médico: la eutanasia y el suicidio asistido serían considerados actos médicos, con implicaciones para la práctica y la ética profesional.
-Enfoque integral: se considera necesario que el proyecto incluya la adecuación del esfuerzo terapéutico (no iniciar o retirar tratamientos que solo prolongan la vida artificialmente), el soporte paliativo y el acompañamiento integral del paciente.
Cabe señalar que el proyecto de Ley de Eutanasia genera fuerte rechazo en la Iglesia, sectores políticos conservadores, médicos y hasta recintos de salud completos que han aducido objeción de conciencia al respecto. La tramitación continúa en el Senado y el gobierno de Boric le ha dado suma urgencia al proyecto a fin de acelerar su discusión.