Ricardo Alfonsín aparece con un piluso rojo, binoculares y bajo una sombrilla. Así arranca uno de sus spots, en los que anuncia su regreso a la política. En una campaña audiovisual en la que priman los contrastes, el hijo del expresidente lanza su candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires con tonos pastel, una estética cinematográfica de tinte retro, influenciada por el reconocido director Wes Anderson. En su último video, también suma un guiño a las películas argentinas de los 80′, época en la que su padre, Raúl, era el presidente de la Argentina. En esos mismos spots recrea una escena de Los bañeros más locos del mundo, a fines de divulgar una gira que hará por la costa. Todo ello, bajo una misma premisa: “Una vuelta a los valores de antes”.
“El mensaje que quiero dar es el de la necesidad de recuperar los valores centrales de la democracia. Desde 1983, no hay un Gobierno menos republicano que este”, señala Ricardo Alfonsín a LA NACION. Sus hijos, en cambio, son los encargados de llevar a la acción su propuesta que generó sorpresa en las redes sociales por su impronta cinematográfica.
Además de hermanos, Ricardo y Lucía Alfonsín son socios en una consultora y pusieron a disposición todos los recursos de la agencia para diseñar la estrategia electoral de su padre. Los dos vienen del ámbito del cine y buscan sortear la lógica de polarización que impera en las redes sociales y relanzar, con “una propuesta de aire fresco”, la carrera política de quien supo integrar la dirigencia del partido centenario.
Su último cargo formal en la política fue como embajador en España durante el Gobierno de Alberto Fernández, posición que le valió críticas tanto de sus correligionarios de boina blanca como de la alianza de Cambiemos, de la que formó parte pese a sus diferencias con el macrismo. Con las elecciones legislativas de 2025 en el horizonte, Alfonsín se desafilió el año pasado de la UCR y conformó un nuevo frente progresista junto a los partidos Forja y Libres del Sur. Ahora, bajo el sello de Proyecto Sur, competirá por un lugar en el Congreso contra José Luis Espert, candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), y contra la oferta radical, que se dividió en dos listas: una que respalda la propuesta de Provincias Unidas y otra que apoya a la Coalición Cívica.
La estrategia electoral es clara. Hacer pie en el universo digital, terruño de los libertarios, con una campaña low cost, que logre llamar la atención. Eso sí, con una reivindicación del pasado y del legado de Raúl Alfonsín. Una apuesta a la conocida frase que dejó la serie El Eternauta: “Lo viejo funciona”.
Alfonsín se embarcó en una especie de “road trip” por el interior de la provincia de Buenos Aires y desde hace meses que sus hijos registran su paso por los clubes de barrio, bares, hoteles y el diálogos que mantiene con los vecinos. En algunos de los videos se lo puede ver al candidato cambiando una rueda o encabezando una suerte de asamblea con locales en una estación de tren.
“Tratamos de enfocarnos en el perfil de hombre de pueblo, que ha vivido en el interior y que no tiene que fingir. Se le nota cuando habla, en su forma de ser, en esto de las costumbres y en lo amable. Algo que suele verse en los pueblos y tratamos de reforzar eso yendo a los lugares”, explica el hijo de Alfonsín, más conocido por los suyos como “Ricky”.
“Nosotros creemos que el ir y estar en el lugar es una fortaleza que nos permite contar la provincia de Buenos Aires de una forma que no suele hacerse, trayendo locaciones preciosas”, destaca.
Así, se gestó el primer clip de campaña titulado: “Manual ilustrado: Ricardo Alfonsín, en la Boleta Única de Papel”, grabado en un hotel de Bahía Blanca. “¿Qué hacés muñeco? No paran de llamarme para preguntarme como hay que votar en octubre”, arranca Alfonsín, desde adentro de una cabina telefónica roja, emulando a cámara una conversación con un emisario anónimo al que se propone disiparle todas las dudas sobre el nuevo sistema de votación.
Para los fanáticos de Wes Anderson la imagen podría resultar conocida, el corto se vale de algunos recursos estéticos que suele utilizar el director de cine como los planos simétricos, el uso de una paleta en colores pastel, que aporta cierto tono nostálgico a la narrativa y la incorporación de personajes que entran y salen rápidamente de escena.
“Con Lucía somos muy fanáticos de Wes Anderson, él trabaja mucho la simetría y algunos elementos formales dentro de su poética nos ayudan a apoyar esta consigna de poner por encima las locaciones para mostrar la importancia de los lugares. Los colores pasteles son propios del interior de Buenos Aires”, resalta Ricardo Alfonsín (hijo).
En clara referencia a El gran hotel Budapest, en el spot sobresalen además los planos a modo retrato de la recepción del hotel, del ascensor y el piso en damero. Mientras tanto, Alfonsín se mueve por el espacio y describe cómo es la papeleta que los electores se encontrarán este 26 de octubre en el cuarto oscuro. “En el centro nos vas a ver enseguida: lista 305, casillero rojo, Proyecto Sur. Y vas a ver nuestras caras”, señala al cierre del video, en donde también aparece Mariana Cassese, exdiputada nacional y dirigente de raíces peronistas de Morón, que lo secunda como candidata en la boleta.
Para Alfonsín, compartir espacio en la boleta con candidatos de extracción peronista como Cassese, no reviste una contradicción. “Hago acuerdos con los políticos con los que mantengo coincidencias programáticas”, aclara. Su límite, en tanto, es La Libertad Avanza, y dice que en parte por eso se desafilió del radicalismo. No concibe la posibilidad de respaldar a los violetas, como lo ha hecho meses atrás la bancada que dirige Rodrigo de Loredo en la Cámara de Diputados. En esa línea, cuestiona la alianza sellada entre el oficialismo con el Pro u algunos gobernadores del extinto Juntos por el Cambio.
“No son democráticos si no avanzaron más en su deriva autoritaria, es porque no se lo permitió la ciudadanía y los principales agentes que influencian en la opinión pública, pero no tienen ningún compromiso con la democracia. El Presidente se ha comportado como si la oposición tuviera que decir todo que sí”, apunta Alfonsín.
En una tónica similar, ironía mediante, Alfonsín se presenta en su segundo spot como una alternativa a La Libertad Avanza y sube al ring a Espert.
“Me gusta el mar, tengo alma de marinero”, entona Alfonsín, el hit de fines de los 70’ de Palito Ortega. El corto arranca con un primer plano del candidato lookeado de bañero y bajo una sombrilla a rayas. “¿Qué hacés muñeco?“, pregunta, apartándose los binoculares de la cara y mirando a cámara. Con un guiño al humor de los 80´y, a las películas de aquella década que lo vio gobernar a su padre, en la vuelta a la democracia, chicanea: ”¿Creías que estaba en el mar? No, estoy acá. Más frío que el corazón de Espert». En un encuadre más amplio ya se puede descubrir que el dirigente no está en la playa, sino arriba de una terraza en una ciudad.
“Pero ahora sí, nos vamos para allá. Primero por Chascomús, después a Santa Teresita, Mar del Tuyú, San Bernardo, Pinamar, Villa Gessell, Mar del Plata y Necochea. Te espero”, remata Alfonsín para anunciar la gira por la costa que comenzó este fin de semana.
“Estos spots funcionan como un gancho, un gag visual, que tiene como misión traerte al perfil de Ricardo [padre] para contarte cuál es su propuesta”, resume el hijo de Alfonsín. La estrategia trazada por Ricardo y Lucía y llevada adelante con la colaboración de un grupo reducido de estudiantes de ciencias políticas y comunicación, no pasó desadvertida en redes sociales.
Resta saber, si tendrá alguna incidencia en el resultado del 26 de octubre. “Es muy difícil, se polarizó y ambos actores principales están interesados en que la polarización sea mayor y para el electorado que no se polariza hay 15 partidos, Creo que nosotros vamos a estar obteniendo un buen resultado para meter uno dos diputados”, se ilusiona Alfonsín.