Alexandr Wang, hijo de migrantes chinos y nacido en Los Álamos, Nuevo México, alcanzó lo que muchos llaman el “sueño americano”. A los 24 años, se convirtió en el multimillonario más joven del mundo gracias a una empresa que revolucionó la inteligencia artificial. Cuatro años después, aseguró que para seguir sus pasos solo se necesitan dos cosas: constancia y saber “aprovechar las herramientas” tecnológicas disponibles. Este 2025, fue nombrado director de IA de Meta.
Cómo fue la infancia de Alexandr Wang, el multimillonario más joven del mundo
Wang nació en 1997, en una comunidad marcada por el trabajo científico ligado a los laboratorios de investigación de Los Álamos. Sus padres trabajaron en proyectos científicos en la base militar de Nuevo México y lo inspiraron.
“Tuvieron un impacto significativo en nuestra forma de entender el mundo. Por eso, decidí convertirme en programador, para marcar yo también la diferencia en el planeta”, contó el joven en una charla TED años atrás. Todavía era un niño cuando descubrió su pasión por la informática y la programación.
Su paso por el MIT y la creación de Scale AI
Si talento lo llevó a ingresar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una de las universidades más prestigiosas del mundo. Sin embargo, su paso por sus aulas fue breve.
Después de poco más de un año, decidió dejar los estudios para comenzar a trabajar en el desarrollo de algoritmos en una empresa de comercio de materias primas, donde aplicó su conocimiento en contextos reales.
Ese primer empleo le permitió detectar el poder que tendría la inteligencia artificial aplicada al análisis de datos.
En 2016, y con solo 19 años, cofundó Scale AI, una compañía que ofrecía software para entrenar modelos de IA. En poco tiempo, la firma se convirtió en un referente del sector, con clientes de primer nivel como OpenAI, Meta y hasta el Departamento de Defensa de Estados Unidos, ahora renombrado como Departamento de Guerra.
La valoración de la empresa creció rápidamente y Wang se consolidó como uno de los emprendedores más jóvenes en alcanzar una fortuna millonaria.
La fórmula de Alexandr Wang para alcanzar el éxito y su regla de las 10.000 horas
En entrevistas recientes, Wang explicó que su éxito no se debe a fórmulas milagrosas ni tampoco a secretos ocultos. Según consideró, sus logros se deben a dos cosas: la constancia y a “saber aprovechar al máximo las herramientas».
En ese sentido, en el podcast de TBPN, explicó que se volvió extremadamente obsesionado en la “programación de inteligencia artificial”.
Para él, resulta clave dominar herramientas como Qodo, GitHub Copilot o Tabnine, que facilitan tareas de programación, depuración y formateo de código. Asimismo, explicó que esas tecnologías nivelan el terreno para cualquiera que quiera aprender, siempre que esté dispuesto a dedicar tiempo.
Por otro lado, consideró que el mundo vive una etapa decisiva para el desarrollo del software. “Ese momento está ocurriendo ahora mismo. Si tienes unos 13 años, deberías dedicar todo tu tiempo a programar IA”, aconsejó.
En tanto, el joven empresario también resaltó la importancia del esfuerzo sostenido. “Si pasas 10.000 horas jugando con las herramientas y descubriendo cómo usarlas mejor que otras personas, eso es una gran ventaja”, enfatizó. Para Wang, el verdadero diferencial no está en el talento innato, sino en la práctica y en la tenacidad.
El nuevo presente de Alexandr Wang en Meta
El 13 de junio de 2025, Meta invirtió 14.300 millones de dólares para tomar el 49% de Scale AI y, en el mismo movimiento, incorporó a su fundador, Alexandr Wang, para liderar un nuevo laboratorio de “superinteligencia” dentro de la compañía. De esa manera, dejó la conducción diaria de Scale AI y pasó a reportarle directamente a Mark Zuckerberg.
Desde entonces, Wang se volvió una de las caras visibles de las iniciativas de IA de Meta. Sin ir más lejos, participó en el lanzamiento de “Vibes” (reels generados por IA). Además, impulsa la idea de “vibe coding” como nuevo oficio para programadores, en referencia al entrenamiento de un modelo de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en inglés) para generar código.