La investigación por el triple crimen de Florencio Varela sumó este lunes a su séptima detenida: Florencia Ibáñez, sobrina de otro de los principales sospechosos, fue interceptada por la policía a la salida de un canal de televisión en el barrio de Palermo, en el marco de la causa que investiga los asesinatos de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez.
Qué rol cumplió Florencia Ibañez en el triple crimen de Florencio Varela
Los investigadores creen que Florencia Ibáñez, de 30 años, ofreció soporte logístico a su tío, Víctor Sotacuro Lázaro, uno de los hombres clave en la ejecución del crimen. La principal hipótesis judicial le atribuye a Sotacuro la participación en el traslado de las víctimas hasta la vivienda en Florencio Varela donde las asesinaron. Una cámara de seguridad lo registró a bordo de un Volkswagen Fox blanco durante la noche de los hechos.
Tras el hallazgo de los cadáveres, Sotacuro Lázaro se escapó hacia Bolivia. Se escondió en un hostal de la ciudad fronteriza de Villazón. La policía local lo capturó días después en un operativo coordinado con fuerzas argentinas. El dato relevante para la causa es que Ibáñez estaba con él en ese momento. Su detención posterior en Buenos Aires refuerza la sospecha sobre su colaboración en la huida y el ocultamiento de su tío.
El arresto a la salida de un canal de televisión
La detención de Ibáñez ocurrió este lunes por la tarde en la calle, mientras salía de los estudios del canal A24 en Palermo. La joven había brindado una entrevista televisiva minutos antes. Un operativo conjunto entre efectivos de la Policía de la Ciudad, la Policía Bonaerense y agentes de la DDI de La Matanza la interceptó.
Ibáñez se entregó en compañía de su abogado, Guillermo Endi, quien declaró a la prensa presente en el lugar: “Presumíamos que esto podía pasar. Siempre estuvo dentro de las posibilidades. Ella va a entregar todo. Es inocente”.
Una red criminal detrás de la masacre
Los asesinatos de Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15) expusieron una compleja estructura delictiva. El presunto autor intelectual es un ciudadano peruano con antecedentes por narcotráfico, conocido como “Pequeño J”.
La investigación sostiene que contaba con una red de colaboradores para perpetrar el delito y para expandir su banda en territorio argentino, con operaciones en el Bajo Flores y Florencio Varela.
Las pesquisas vinculan a “Pequeño J” con “Los Pulpos”, una violenta organización narco peruana. Su principal apoyo en la Argentina sería Miguel Ángel Villanueva Silva, también detenido, quien lo habría ayudado a consolidar la venta de tusi.
La lista de detenidos incluye a Ariel Giménez, de 29 años, señalado como el responsable de cavar el pozo donde enterraron los cuerpos de las jóvenes. Su arresto se concretó tras el testimonio de una vecina que guardó una pala y un pico que él le entregó, y el recuerdo de un chofer de una aplicación de viajes.
Otros imputados son Magalí Celeste González Guerrero, quien habría estado en la “casa del horror” durante los asesinatos, y la pareja de Iara Ibarra y Andrés Maximiliano Parra, descubiertos mientras limpiaban manchas de sangre en la propiedad.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.