La isla de Ibiza vive una de sus jornadas más complicadas en años debido al violento temporal de lluvias torrenciales que ha provocado inundaciones generalizadas, cortes de carreteras, filtraciones en infraestructuras clave y más de un centenar de incidencias. La situación ha obligado al Govern balear a activar la Unidad Militar de Emergencias (UME), reforzada con efectivos llegados desde Mallorca y Valencia.
Alerta naranja y suspensión de clases
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha rebajado el nivel de alerta de rojo a naranja en Ibiza y Formentera, donde “se han acumulado hasta 200 litros por metro cuadrado en algunas zonas”. Las lluvias, que inicialmente descargaron con fuerza sobre Ibiza, se habían desplazado hacia Formentera.
Según los últimos datos de la AEMET, las lluvias torrenciales en Ibiza han acumulado en las últimas 12 horas 236 litros por metro cuadrado. El aeropuerto de la isla es la segunda zona más afectada, con 135 litros por metro cuadrado. Hasta el momento, la isla de Formentera ha acumulado 98 litros por metro cuadrado.
Como medida de seguridad, la Conselleria de Educación ha suspendido las clases en ambas islas y ha ordenado que el alumnado permanezca en los centros para evitar desplazamientos. “El mensaje a los padres es de tranquilidad, ya que sus hijos e hijas están siendo atendidos y seguros en sus respectivos centros escolares y guarderías”, han comunicado desde el Govern.
La UME entra en acción
Tras una reunión del Comité Técnico Asesor, presidido por la vicepresidenta Antònia Maria Estarellas y con presencia de la presidenta del Govern, Marga Prohens, se decidió mantener la Situación Operativa 2 del Plan contra el Riesgo de Inundaciones (INUNBAL).
El director general de Emergencias, Pablo Gárriz, confirmó que “los primeros efectivos de la UME se encuentran en tránsito hacia Ibiza” y que el despliegue se realizará por vía aérea y marítima. “Se ha establecido un puente aéreo con helicópteros para facilitar el traslado de personal y refuerzos de mando y control”, añadió.
El alcalde de Ibiza, Rafael Triguero, ha explicado que, hasta el momento, dos personas han resultado heridas por caídas en la calle durante el temporal. En total, son 120 incidencias atendidas por parte de la Policía Local, que ha desplegado 22 agentes más en el dispositivo especial de prevención.
Más de 130 incidencias en pocas horas
Entre la noche y la mañana del martes, se han registrado 132 incidencias, la mayoría relacionadas con inundaciones de bajos, caídas de árboles, desprendimientos y carreteras anegadas. Los municipios más afectados han sido Ibiza (78), Sant Josep (25) y Santa Eulària (25).
Uno de los incidentes más delicados se produjo en la residencia Can Raspalls (Sant Josep), donde el sótano quedó inundado. Afortunadamente, “no ha afectado a los usuarios, que son personas con discapacidad”, indicaron fuentes de Emergencias.
Infraestructuras clave afectadas
Las lluvias también han golpeado instalaciones esenciales:
- La desaladora de Ibiza está fuera de servicio por la inundación del transformador.
- Depuradoras de Santa Eulària, Sant Antoni y Can Bossa han sufrido desbordamientos.
- En el Hospital Can Misses, se han producido filtraciones en laboratorios y centros de salud, obligando a suspender consultas.
Además, se ha enviado una alerta masiva a todos los móviles mediante el sistema EsAlert: “Riesgo de inundaciones por lluvias torrenciales. Evitad desplazamientos y actividad en el exterior. No os acerquéis a torrentes ni zonas inundables. Si entra agua, subid a plantas superiores”.
Llamamiento a la calma
Las autoridades insisten en la necesidad de extremar la precaución y mantener la calma. “Se está coordinando todo el dispositivo de actuación y respuesta… Se pide a los ciudadanos seguir los consejos de autoprotección e informarse a través de los canales oficiales”, han reiterado desde el Govern.
Con la llegada inminente de los primeros efectivos de la UME, se espera que las labores de rescate y achique se intensifiquen en las próximas horas. Mientras tanto, Ibiza sigue luchando contra el agua, con una consigna clara: proteger vidas por encima de todo.