Cada 1 de octubre se celebra el Día Mundial del Café, una fecha instaurada por la Organización Internacional del Café (OIC) en 2015 con el fin de rendir homenaje a millones de productores en todo el mundo y resaltar los beneficios de esta bebida. El café es considerado no solo un ritual matutino en distintos países, sino también una fuente de compuestos que pueden aportar efectos positivos a la salud cuando se consume con moderación.
Aunque en el pasado existieron dudas sobre su impacto en el organismo, hoy en día diferentes estudios avalan que beber café al despertar no solo ayuda a mantenernos alerta, sino que también favorece la salud cardiovascular, el metabolismo y el rendimiento cognitivo.
- Un hábito que puede ayudar a la longevidad
Investigaciones publicadas en la revista médica Annals of Internal Medicine señalaron que quienes consumen entre dos y cuatro tazas de café al día tienen menor riesgo de muerte por diversas causas, en comparación con las personas que no lo consumen. La Clínica Mayo también destacó que beber café regularmente, dentro de límites saludables, puede asociarse a una mayor longevidad.
- Beneficios para el estado de ánimo y la salud cerebral
Estudios realizados en distintas poblaciones indicaron que el consumo de café con cafeína está relacionado con una disminución del riesgo de depresión. Asimismo, investigaciones encontraron que beber de tres a cuatro tazas al día reduce la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular. El café también contiene antioxidantes que ayudan a proteger las células del organismo y puede ofrecer cierta protección frente a algunos tipos de cáncer, en particular aquellos que afectan la boca, la garganta y el sistema digestivo.
- Fuente natural de energía y concentración
La cafeína, principal componente estimulante del café, bloquea la adenosina, una sustancia que induce somnolencia. Como resultado, aumenta la producción de dopamina y norepinefrina, neurotransmisores que mejoran la energía, la concentración y el estado de alerta.
Consumir café por la mañana se vincula con un mejor rendimiento cognitivo, mayor agilidad mental y mejoras en la memoria a corto plazo, lo que lo convierte en una herramienta útil para quienes realizan actividades que requieren concentración continua.
- Un impulso para el metabolismo y el control del peso
El café es conocido por sus propiedades termogénicas, lo que significa que incrementa el gasto energético del organismo. Estudios científicos estiman que puede aumentar la tasa metabólica entre un 3% y un 11%, según la cantidad de cafeína ingerida.
Por este motivo, se considera un complemento frecuente en programas de control de peso y en suplementos para la quema de grasa. Tomar una taza de café al inicio del día podría contribuir a mantener un metabolismo más activo.
- Mejor rendimiento físico y recuperación después del ejercicio
La cafeína no solo beneficia a nivel mental, sino también físico. Al estimular el sistema nervioso, eleva los niveles de adrenalina, hormona que prepara al organismo para el esfuerzo físico. Esto se traduce en un mejor rendimiento en actividades de resistencia como correr, nadar o practicar ciclismo.
Además, investigaciones sugieren que el consumo de café después del ejercicio ayuda a reducir la sensación de dolor muscular y favorece una recuperación más rápida, razón por la cual muchos deportistas lo incluyen en su rutina diaria.
En conclusión, aunque el consumo debe ser moderado y adaptado a cada persona, la evidencia científica respalda que iniciar el día con una taza de café puede ser más que un simple placer: también puede ser un hábito beneficioso para la salud física y mental.
Por Elim Johana Alonso Dorado