“Sentí miedo”. Jimena Buttigliengo habla de su nueva vida en Ibiza después de no poder ver a sus hijos durante un mes y medio

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Después de haber vivido en Londres, París y Buenos Aires, Jimena Buttigliengo (39) reconoce que es en Ibiza donde finalmente encontró su lugar en el mundo. La idea de instalarse en esta isla soñada nació en plena pandemia, cuando aún estaba en pareja con el reconocido interiorista francés Willy Rizzo, padre de sus hijos, los mellizos Lynda Rose y Willy Andrea, de 8 años. “En medio de ese caos por el Covid decidimos mudarnos provisoriamente acá. No me acuerdo en qué fecha llegamos, sólo sé que para mí fue como abrazar un refugio, ese era nuestro lugar”, recuerda la modelo cordobesa. Si bien tras el fin del aislamiento la familialia regresó a París, lo cierto es que Jimena no dudó en volver a estas playas los veranos siguientes. Tal fue el flechazo por ese rincón del Mediterráneo que, cuando inició el proceso de separación de Rizzo, tres años después, eligió Ibiza como base para criar a sus hijos.

“Esto no es el fin del
amor, sino el inicio de un
nuevo capítulo donde yo
vuelvo a ser protagonista
de mi vida”, confiesa

“Es una tierra de sanación”, reflexiona desde España, mientras transita un nuevo capítulo en su vida. A principios de septiembre, Jimena hizo pública su batalla legal para reencontrarse con los mellizos, con los que había perdido contacto durante cuarenta y cinco días, luego de que viajaran a la casa de Rizzo en Francia. “Mis hijos se fueron felices de vacaciones, ilusionados, y ahora están secuestrados en París por su padre y la familia. No me dejan hablarles. Estoy destrozada”, escribió en sus redes sociales. Hoy, veinte días después de aquel grito desesperado, Jimena abraza a Lynda y Willy, ya de vuelta en su casa del exclusivo barrio de San José. “Con mi ex tratamos de manejarlo de la mejor manera y así lo mantuvimos siempre. Pero como en todo quiebre, hubo un momento de explosión. Por suerte, ahora estamos volviendo a la paz y eso es lo más importante”, dice.

Junto a sus hijos,
Lynda Rose y Willy Andrea, en una
producción fotográfica realizada en
Estupendo, un resort de villas de lujo“Mis hijos son dos joyas en mi vida, con personalidades
muy distintas pero complementarias. Willy es sensible,
protector… como un pequeño caballero con un corazón
enorme. Lynda Rose, en cambio, es libre, creativa y llena
de luz. Tiene una gran imaginación, autonomía y un
carisma especial. Yo la veo y parece una verdadera princesa
guerrera”, cuenta orgullosa

–¿Tuviste miedo de perder a tus hijos?

–Sí, sentí miedo, y creo que ninguna madre en el mundo debería sentirlo. Es un temor que me atravesó el corazón, pero también me dio claridad: mis hijos y yo estamos unidos por un lazo de amor que nada ni nadie puede romper. Somos un equipo invencible.

–Después de un mes y medio sin verlos, pudiste celebrar con ellos su cumpleaños.

–Es verdad. Gracias a Dios los chicos están bien y felices. Volvieron a su rutina: se reencontraron con los amigos del colegio, regresaron a sus cuartos, a su casa. Willy ama jugar al fútbol y Lynda disfruta de sus amigas. Y creo que eso es lo que más importa: la certeza de que juntos pudimos salir adelante.

Enamorada de Ibiza, Jime pasa sus días en su casa ubicada en la exclusiva zona de San
José“Los chicos y yo estamos
unidos por un lazo de
amor que nada ni nadie
puede romper. Somos un
equipo invencible”, afirma la top model

–¿Cómo fueron esas charlas de mudanza, negociación, custodia? ¿Qué podés decirme de todo eso?

–Fue un largo proceso. Esto no viene de ayer, fueron años de charlas y de ponernos de acuerdo, pensá que me separé a fines de 2023. Con el tiempo logramos llevar adelante una separación con acuerdos claros, priorizando siempre el bienestar de nuestros hijos, y también el de nosotros como personas.

–Mirando atrás, ¿en qué momento sentiste que se había terminado el amor con él?

–No sé si existe un momento exacto en que se termina el amor. A Willy lo amé un montón, fue un gran amor de mi vida y es el padre de mis hijos. Para mí, el amor nunca se termina, sino que se transforma, siempre va a estar ahí, porque nuestros hijos lo mantienen presente. Lo que sí terminó fue nuestro proyecto de pareja. El duelo lo viví en silencio, fue doloroso aceptar el quiebre de la familia… En algún punto creo que los dos necesitábamos esta nueva libertad.

Además de practicar yoga y meditación, Buttigliengo entrena con pilates y boxeo.

–¿Diste vuelta la página?

–Como te digo, para mí no es el fin del amor, sino el inicio de un nuevo capítulo donde yo vuelvo a ser protagonista de mi vida. Después de muchos años de dejar mis deseos en segundo plano por la familia, hoy me vuelvo a encontrar a mí misma. Y acá estoy, empezando de nuevo, con el corazón abierto y con más experiencia.

–¿Qué descubriste de vos misma en este último tiempo?

–Descubrí que soy mucho más fuerte de lo que imaginaba. Pude sostener a mis hijos, incluso en medio del caos, y reconocer en mí una gran capacidad de resiliencia, gestión emocional y autonomía. Esa fortaleza se multiplicó con la fuerza que recibí de tanta gente a través de mis redes sociales, de mis familiares y amigos alrededor del mundo: una verdadera red de luz que me ayudó a transitar mi momento más difícil. Esa es la fortaleza que me inspira a valorar la mujer en la que me estoy convirtiendo.

VOLVER A EMPEZAR

–¿Por qué elegiste Ibiza?

–Es una tierra de curación y celebración, un lugar que ofrece el equilibrio perfecto entre naturaleza, seguridad y una ciudad cosmopolita. Y eso, para mí, es el escenario perfecto para mi vida de hoy. Puedo disfrutar de las playas, los atardeceres, el silencio del campo y también de la vida social. Acá te cruzás con gente de todo el mundo y, sin embargo, se sigue sintiendo como si vivieras en una comunidad pequeña. Me encanta porque lo que encuentro en esta tierra refleja un poco mi esencia, que tiene que ver con la libertad, la simpleza, el volver a las raíces.

–Parece que llevás una vida muy tranquila…

–Exacto. Con los chicos nos gusta ir al mar, hacer hikes (caminatas), estar con amigos. Organizamos salidas a navegar, asados, cabalgatas. Siempre digo que Ibiza es como Córdoba, pero con mar.

–¿Y cómo organizás tu agenda?

–Empiezo el día llevando a los chicos al colegio, después me voy a entrenar: hago Lagree, un nuevo pilates que me gusta mucho y que ahora estoy por empezar a hacer el teacher training; boxeo y yoga. Después, por lo general, tengo reuniones. Este año, por ejemplo, trabajé como embajadora del restaurante Tigre Morado y abrimos la tienda Tigre Beach Store, con diseñadores muy cool. Siempre trato de que mis proyectos giren alrededor de mis universos: la moda, el arte, el wellness.

–¿Fantaseás con volver a enamorarte?

–Sí, obvio. Me encantaría casarme también… Nunca lo hice y la verdad es que sí, tengo ganas. Sueño con encontrar un compañero divertido e inteligente –para mí la inteligencia y la alegría son fundamentales–, alguien con quien recorrer el mundo. La vida sin amor no tiene sentido. Claro que fantaseo con volver a enamorarme, pero de una forma distinta… con límites más claros, comunicación fluida y respeto mutuo. No quisiera volver perderme a mí misma, ni vivir ninguna dinámica de dependencia. Hoy quiero un amor que sume, que acompañe mi luz y nunca la opaque. Ser dos para acompañarnos y amarnos con libertad.

–¿Qué te dejó lo que viviste este último año y medio?

–Fue una experiencia que me dejó cicatrices y aprendizajes. Entendí que la vida duele, pero también puede volverse más luminosa. Fue un proceso de crecimiento personal que me dio resiliencia y una visión clara de mis prioridades, y creo que por eso lo vivo como un renacimiento: hoy soy más fuerte, más libre y más auténtica que nunca.

–¿Cuáles son tus sueños pendientes?

–La verdad es que soy una gran soñadora. Sueño con viajar con mis hijos, llevarlos a Nueva York o a Japón, y también con compartir más tiempo con mi familia en Argentina. Sueño con proyectos creativos, como hacer algo de televisión desde Ibiza, y con seguir desarrollando iniciativas internacionales que dejen una huella positiva en el mundo. El año pasado creamos Ray of Light, un festival de cine en Ibiza que me llenó de orgullo. Son muchos sueños, pero creo que todos tienen algo en común: el deseo de vivir con amor, libertad y propósito.•

Agradecimientos: Fotos: Sacha Sussli @shecansee (fotografía); @fromibizatotheworld (estilismo); Javier Torres @newjaviertorres (pelo); Luxury Villas @estupendoibiza

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana

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