Lo que comenzó como una expedición en busca de una misteriosa especie de ardilla terminó de un modo inesperado: con el descubrimiento de un nuevo animal. La protagonista de esta historia es Silvia Pavan, profesora de Ciencias Biológicas en la universidad Cal Poly Humboldt, en California, quien durante una exploración en los Andes peruanos identificó un marsupial nunca antes registrado por la ciencia.
La misión científica en los Andes peruanos que concluyó con el descubrimiento de un nuevo marsupial
Pavan encabezó en 2018 una expedición al Parque Nacional Río Abiseo en Perú, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se trata de una zona remota y escarpada, a la que solo se accede después de un viaje en vehículo de 12 horas y luego dos días de caminata.
La investigadora y su equipo buscaban una especie de ardilla desaparecida desde hacía tiempo, pero lo que encontraron superó cualquier expectativa. “El primer espécimen que llegó a nuestras trampas resultó ser un marsupial nunca visto por la ciencia moderna”, relató a SFGate.
El hallazgo se produjo cerca de un sitio arqueológico asociado a la cultura Chachapoya, conocida como los “Guerreros de las Nubes”, que habitaron esa región de la Amazonia andina. Por esa razón, la profesora decidió bautizar a la especie como Marmosa chachapoya.
Nombrar al marsupial en honor a los Chachapoya no fue casual. Para la científica, se trató de un modo de reconocer el vínculo entre la biodiversidad y las culturas que habitaron esos bosques nubosos. “Usar Chachapoya como homónimo parecía apropiado para una especie que solo se conoce de esa localidad”, explicó.
Cómo es la Marmosa chachapoya descubierta en los Andes peruanos por una profesora de California
Este pequeño mamífero, pariente lejano de la zarigüeya de Virginia que habita en Norteamérica, presenta un pelaje marrón rojizo y una máscara oscura alrededor de los ojos que le da un aspecto llamativo. Su cuerpo mide cerca de diez centímetros, pero la longitud total, con la cola incluida, llega a los 25 centímetros. Otro rasgo particular es el hocico alargado.
El hecho de que haya sido encontrado en una zona de gran altitud sorprendió a los investigadores, ya que los ejemplares de este género suelen registrarse en lugares más bajos. Según destacó Pavan en un comunicado de prensa de la universidad, “aún se sabe muy poco sobre esta especie, incluida su historia natural y distribución”. Asimismo, indicó que “hasta ahora solo se ha recolectado un espécimen”.
Un largo proceso de confirmación científica sobre la Marmosa chachapoya
Determinar que se trataba de una nueva especie no fue sencillo. El equipo debió realizar un riguroso trabajo de comparación anatómica con ejemplares de museos en distintos países y continentes. Además, analizaron su ADN y lo contrastaron con especies emparentadas.
Ese proceso demandó varios años hasta que, finalmente, el hallazgo fue validado y publicado en la revista American Museum Novitates.
Pavan recordó que desde el primer momento, supo que se trataba de algo diferente: “Me di cuenta de inmediato de que esto era algo inusual”.
Aunque el marsupial descubierto es único, la científica encontró un paralelo curioso entre los bosques nubosos de los Andes y los bosques de secuoyas del norte de California. “El clima allí, cuando lo visité, es muy similar al de aquí”, comentó. En su opinión, el animal podría adaptarse sin problemas a ese entorno californiano, aunque existe una enorme distancia geográfica entre ambos hábitats.