NUEVA YORK.- El retinol es uno de los ingredientes más eficaces para una serie de problemas del cuidado de la piel. Compuesto a base de vitamina A, es conocido por potenciar el colágeno, difuminar las manchas oscuras y suavizar la textura de la piel, además de reducir el acné y el exceso de grasa. “Es un superhéroe multitarea”, dice la dermatóloga neoyorquina Rachel Nazarian, respaldada por décadas de investigación científica. Sin embargo, saber cuándo y cómo utilizarlo puede resultar confuso. En primer lugar, el retinol puede provocar sequedad y sensibilidad al sol, por lo que la mayoría de los profesionales del cuidado de la piel recomiendan empezar o aumentar el uso de productos con retinol en los meses más fríos. A continuación, más consejos aprobados por expertos para incorporar este potente ingrediente a tu rutina.
Quién debe (y quién no) usar retinol
Los retinoles y retinoides —este último es un término más amplio que incluye los derivados de la vitamina A de mayor potencia que suelen requerir receta médica— estimulan la reparación de la piel al acelerar la renovación celular, lo cual revela la piel más suave y tersa que hay debajo. Este proceso puede reducir el aspecto de líneas finas y arrugas y ayudar a mejorar la producción de elastina y colágeno. Pero aunque mucha gente asocia el retinol con sus beneficios antienvejecimiento, Nazarian también lo recomienda a pacientes de todas las edades que sufren hiperpigmentación, daños solares y, dado que el retinol también reduce la producción de sebo, acné. Es seguro en todos los tonos de piel si se utiliza correctamente, pero deben evitarlo quienes estén embarazadas, en periodo de lactancia o padezcan eccema o rosácea. En estos casos, Nazarian suele recomendar a sus pacientes el bakuchiol, un ingrediente vegetal que es “lo más parecido” al retinol, dice. “Puede dirigirse a la producción de colágeno con menos irritación”. También le gustan los péptidos calmantes y los factores de crecimiento por su capacidad de reafirmar y cicatrizar la piel.
Según el tipo de piel
Para cutis sensibles o secos, Nazarian sugiere una crema de retinol rica pero no grasa, potenciada con ácido hialurónico, como la crema hidratante facial de noche Rapid Wrinkle Repair de Neutrogena o la crema de noche AlphaRet de SkinBetter Science, que también contiene niacinamida para proteger la barrera cutánea y minimizar el enrojecimiento. Si se tiene cutis graso, considera sueros ligeros como el Retinol Complex 1.0 de SkinMedica y, para el acné, Nazarian prefiere el adapaleno, un retinoide que puede reducir los poros obstruidos y los brotes. Está disponible al 0,1 por ciento sin receta en Differin. Para las pieles especialmente sensibles, la esteticista neoyorquina Crystal Greene recomienda fórmulas de retinol encapsulado que se absorben gradualmente para reducir la posibilidad de reacciones adversas. Su mejor elección: la emulsión de noche Multi-Retinol de Marie Veronique.
Aunque muchas marcas pregonan la concentración de retinol de sus productos —que oscila entre el 0,1 y el 1 por ciento—, puede que esa cifra no sea tan importante como parece. “Un retinol básico al 0,01 por ciento es eficaz”, afirma Nazarian. “Puede que veas un beneficio más temprano con una concentración más alta, pero las concentraciones más bajas, lentas y constantes, suelen funcionar igual de bien a largo plazo y a menudo son más tolerables”. Además, el porcentaje indicado en un producto de venta libre podría incluir otros ingredientes, señala el químico cosmético Stephen Alain Ko, de Toronto; las empresas suelen llamarlo “complejo de retinol”, lo que les permite comercializar una mayor potencia. Hay que examinar también el envase. El retinol, como compuesto, tiende a ser muy inestable y puede descomponerse fácilmente cuando se expone a la luz, dice la química afincada en Sídney, Australia, Michelle Wong. Utiliza productos en envases opacos y herméticamente cerrados.
Aplicar eficazmente
La mayoría de los productos con retinol deben aplicarse por la noche para minimizar la exposición al sol, y sobre la piel recién lavada y secada con palmaditas, sin dejarla húmeda. “La piel saturada de agua puede acelerar la absorción del retinol, lo que podría provocar más irritación”, dice Ko. Y utiliza una cantidad del tamaño de un guisante, repartida por la cara, el cuello y el pecho, dice Nazarian. “Una capa muy, muy fina es todo lo que se necesita”. Empieza a usar retinol dos o tres noches a la semana y aumenta poco a poco la frecuencia, añade, “con el objetivo de usarlo todas las noches”. Wong sugiere incluso aplicar inicialmente el producto de retinol como una mascarilla, y lavarlo al cabo de 30 minutos.
En los primeros días y semanas, es normal experimentar sequedad temporal, enrojecimiento y descamación mientras la piel se adapta. Dicho esto, si no notas ningún cosquilleo, no des por sentado que el retinol no es eficaz. “¡No hace falta que veas descamación para que esté funcionando!”, dice Nazarian. Con cualquier ingrediente para el cuidado de la piel, pero especialmente con el retinol, la paciencia y la constancia son la clave. “Se tarda entre tres y seis meses en ver resultados, así que mantén el compromiso y la diligencia”, dice Nazarian. Los retinoides con receta, como la tretinoína y el tazaroteno, suelen actuar más rápido, pero también pueden causar más enrojecimiento, descamación e inflamación. Consulta con tu médico para saber qué tipo es mejor para ti.
Simplifica el resto de tu rutina de cuidado de la piel cuando utilices retinol: lávate con un limpiador suave, descansa de los exfoliantes o peelings durante las primeras semanas de aclimatación y evita otros ingredientes potencialmente irritantes como el peróxido de benzoilo o el ácido hipocloroso. Luego de la aplicación de retinol, sigue con una crema hidratante calmante, preferiblemente rica en ceramidas calmantes. (A Nazarian le gustan las de Cerave o Cetaphil.) Durante el día, aplícate una capa generosa de FPS 30 (o superior). Con el tiempo, a medida que tu piel se adapte, puedes considerar retinoides más potentes —que pueden actuar sobre las líneas de expresión más profundas o sobre la hiperpigmentación o el acné más graves—, pero más fuerte no siempre es mejor. “El objetivo es encontrar una fórmula que puedas tolerar”, dice Ko, “y que disfrutes usándola”.