La investigación sobre la desaparición del niño Lian Gael Flores Soraide en Córdoba dio un giro en las últimas horas, luego de que la familia del menor pidiera la detención de dos vecinos a los que les encontraron imágenes de abuso y explotación sexual infantil en sus celulares.
Lian, de tres años, desapareció el 22 de febrero de 2025 en un paraje rural ubicado a unos tres kilómetros al sudeste de Ballesteros Sud. Aunque no hay una hipótesis firme sobre qué ocurrió con el menor, el caso se investiga como un presunto secuestro extorsivo.
Aquel día el nene se encontraba en su casa junto a su madre, Plácida Soraide Colque, su padre, Elías Flores Mamani, y sus hermanos.
La ausencia de Lian fue advertida por su hermana Maribel alrededor de las 16:30 cuando su padre le pidió que buscara frutas y llamara a sus hermanos para la merienda. El niño vestía un pantalón largo de color azul y no llevaba remera. Esa prenda fue encontrada al día siguiente de la desaparición en la puerta de la vivienda.
Sospechas sobre los vecinos
El lugar de residencia de la familia Flores Soraide, denominado en la investigación como “zona cero”, se ubica en el llamado “sector cortadero de ladrillos”. En un radio aproximado de 300 metros convivían otras tres familias -27 personas- que también se dedicaban a la producción de ladrillos.
Las averiguaciones policiales establecieron que en las inmediaciones del lugar donde Lian fue visto por última vez se encontraban dos integrantes de la familia R.Z., vecinos colindantes de los Flores Soraide.
Estos dos vecinos tienen 21 y 16 años. Las autoridades señalaron que ambos incurrieron en inconsistencias y contradicciones en sus respectivos relatos testimoniales.
El 23 de febrero de 2025, en el marco de los procedimientos realizados a la familia R.Z., se secuestraron los celulares de ambos sospechosos. Los informes confeccionados por la Unidad de Equipos Móviles del Ministerio Público Fiscal de Córdoba revelaron el contenido de los aparatos móviles secuestrados.
En el teléfono celular marca LG del menor se analizaron los contenidos de imágenes, sonidos y videos, con un total de 153.987 “eventos” extraídos, y los investigadores visualizaron aproximadamente 40 archivos de exhibición y abuso sexual infantil, siendo algunos de ellos menores de 13 años.
El dispositivo también contenía videos con contenido pornográfico. El informe destacó que el análisis realizado no encontró, al menos en las imágenes aportadas a través de la extracción, indicios de envío o producción de esos archivos con el dispositivo móvil.
Por su parte, Samsung Galaxy A35 utilizado por el mayor de los hermanos contenía un total de 65.954 imágenes. Entre ellas se detectaron dos archivos de pedofilia, también con menores de 13 años. Asimismo, el dispositivo poseía 5.783 videos, en gran medida con contenido pornográfico.
Los informes concluyeron que el análisis realizado mediante las herramientas forenses de las que se dispuso no agotó el total del contenido extraído de los dispositivos, y que ciertas partes no pudieron ser analizadas debido a las limitaciones de las herramientas.
El pedido de detención
A raíz de estos hallazgos, el padre de Lian, Elías Flores Mamani, junto con su patrocinador legal Rodrigo Tripolone, solicitó las detenciones de los vecinos ante el Juzgado Federal de Bell Ville, que ya pidió la opinión de la Fiscalía.
Paralelamente, la fiscal María Virginia Miguel Carmona y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) solicitaron una serie de medidas adicionales para profundizar la investigación, basándose en la gravedad de la evidencia digital encontrada en los dispositivos secuestrados.
Específicamente, la Fiscalía solicitó el libramiento de un exhorto internacional dirigido a las autoridades judiciales de los Estados Unidos. Mediante este pedido, se buscó que la empresa Google informara los horarios y la geolocalización de varias cuentas de correo electrónico vinculadas a los hermanos ahora apuntados, y a sus líneas telefónicas, durante el día de la desaparición y los días previos y posteriores, entre el 15 y el 23 de febrero de 2025.
Adicionalmente, el Ministerio Público Fiscal requirió a la División Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA) que informara sobre la existencia de cualquier tipo de antecedentes, denuncias o investigaciones por posibles situaciones de abuso o explotación sexual de menores, o por la tenencia, producción o distribución de pornografía infantil, vinculadas a los dos hermanos sospechados. Se pidió específicamente la compulsa de datos en su Registro de Agresores Sexuales y en la base de datos internacional de imágenes y vídeos sobre explotación sexual de menores (ICSE).
“Todo este tiempo la justicia tenía elementos suficientes para requerir las detenciones de los vecinos, que no solo tenían material de ASI en su poder, sino también que las declaraciones fueron contradictorias”, se quejó el abogado querellante Rodrigo Tripolone, en diálogo con Infobae.
Por otra parte, aseguró que el padre de Lian dejó de confiar en las autoridades a cargo de la investigación, y está pidiendo colaboración de la Selección Argentina de fútbol para visibilizar el caso, luego de siete meses sin avances sólidos en la causa.