El kirchnerismo se opone a la reimpresión de boletas con la cara de Santilli, como pide el Gobierno

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Mientras el Gobierno busca que quede en el pasado la candidatura de José Luis Espert, envuelta en un escándalo por la falta de explicaciones y las contradicciones sobre sus vínculos con el narcotráfico, y quiere teñir todo de colorado, por Diego Santilli, el kirchnerismo no piensa hacerle la jugada tan fácil a Javier Milei.

“Sería absolutamente desatinado, absolutamente improcedente”, sentenciaron altas fuentes de esa fuerza política que comanda Cristina Kirchner, secundada por su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, al respecto de la reimpresión de boletas que la Casa Rosada le exigió a la Justicia electoral, que deberá definir. El viceministro Sebastián Amerio -del riñón del estratega Santiago Caputo- trabaja denodadamente por eso en estas horas.

Los libertarios quieren que Diego Santilli reemplace a José Luis Espert

Las expresiones que emanaron desde el principal espacio opositor llegaron en tándem con la presentación de los apoderados de La Libertad Avanza (LLA) para pedir al Poder Judicial con competencia electoral que certifique a Santilli como cabeza de lista violeta, que mande a reimprimir con su cara todas las Boletas Únicas de Papel (BUP) que ya están listas -y las que no también-, y que Karina Celia Vázquez (más conocida como Karen Reichardt) mantenga la segunda posición. El candidato que viene de Pro, según supo este medio, al mediodía ya se había tomado las fotos de campaña.

Si la Junta Electoral con asiento en la provincia de Buenos Aires -integrada por el juez federal Alejo Ramos Padilla, la presidenta de la Corte provincial, Hilda Kogan, y el titular de la Cámara Federal de La Plata, Jorge Di Lorenzo convoca a una audiencia para que todos los partidos puedan opinar, en el kirchnerismo ya tienen una catarata de motivos para oponerse a que se hagan de vuelta todas las boletas, particulares este año porque por primera vez a nivel nacional se utilizará este modelo que nuclea a los postulantes en un solo papel.

“Hay que resguardar el proceso electoral, la trazabilidad, la transparencia y el erario público”, afirmaban este lunes.

Karen Reichardt iba de número dos de Espert

Sobre todo, desoían que mantener el rostro de Espert en la papeleta podría llegar a generar alguna confusión en el electorado, ahora que está corrido de la elección, y alterar la voluntad de los votantes. “Fue una decisión particular de LLA echar un candidato a esta altura”, referían por el contario, como asimismo señalaban que la medida de desplazar a Espert no fue por un motivo de fuerza mayor (como un problema de salud) sino por sus nexos con Fred Machado, empresario preso con domiciliaria en Viedma, acusado de narcotráfico en Estados Unidos y con un pedido de extradición.

Siempre bajo esa postura, quienes pasan por el departamento de la expresidenta, en San José 1111, contabilizaban solo catorce días hábiles de distancia a la elección nacional del próximo 26 de octubre y descartaban que den las fechas para rehacer todo el procedimiento. Además, referían que la mayoría de los talonarios ya tienen la tinta estampada. “El proceso de impresión y revisión ya está activado”, trinaban, al contrario de las fuentes de la Casa Rosada, que decían que llegan igual si se inicia el proceso de vuelta.

Cristina Kirchner y Jorge Taiana, en el departamento donde la expresidenta cumple prisión domiciliaria

En un reclamo que los detractores K podrían tildar de inusual, se anclaba también el kirchnerismo en los costos que esto representaría para el Estado nacional, una bandera que el oficialismo utilizó como justificativo para impulsar la boleta única de papel en detrimento de la tradicional y que ahora se le vino en contra. Este medio ya informó que rehacer las papeletas cuesta unos $15.000 millones, toda una cifra para las cuentas ajustadas de las que se vanagloria el Presidente.

Señalaban también en el kirchnerismo que las boletas son documentos públicos impresos y distribuidos por el Estado, que tienen una trazabilidad que se vería alterada si se avala la reimpresión. Con esto se referían a que cada talonario está identificado con el número de distrito al cual se envía, el de sección, el de circuito y la mesa. Además, los talonarios permiten detectar cuántas boletas se utilizaron y cuántas restan, para que el proceso sea lo más minucioso posible. Según el kirchnerismo, todo este sistema se vería afectado con la maniobra que pretende el gobierno de Milei, ahora que dio de baja a Espert tras idas y venidas.

Como adicional, recordaban que en casos anteriores no se optó por reimprimir e hipotetizaban sobre qué pasaría si este problema se hubiera dado en un espacio de menor tracción de votantes por apartar un postulante. “¿Y si fuera el partido de Santiago Cúneo? ¿Se mandaría a hacer todo otra vez?“, se preguntaban.

“No hay ningún argumento que le de la razón a LLA para reimprimir”, resumían.

Massa, alineado con el rechazo

Con el mismo talante se mostraban en este inicio de semana en el Frente Renovador. Los laderos de Sergio Massa aseguraban que el Gobierno tenía “conocimiento del prontuario” de Espert desde 2019 y que, más allá de eso, “conscientemente” eligieron ponerlo como cabeza de lista.

En ese marco, el diputado bonaerense Rubén Eslaiman ya presentó un proyecto de ley para evitar que se vuelvan a confeccionar las boletas. “La ley 27.781 establece que la impresión debe hacerse una sola vez, en cantidad equivalente al padrón +5%. Esto garantiza igualdad y austeridad. Aceptar esa pretensión [del Gobierno] viola la igualdad entre fuerzas, genera gasto innecesario y abre la puerta a nuevos reclamos por cualquier modificación de listas”, aseguró Eslaiman.

Por su parte, los candidatos a diputados nacionales de Fuerza Patria Jimena López (segunda en la lista) y Sebastián Galmarini, voceros autorizados de Massa, cuestionaron al Presidente por bajar a Espert y pretender ahora una concesión de la Justicia electoral.

“Vean cuánto costó el capricho de Milei de tener un narco en su boleta”, se jactó el hermano de Malena Galmarini y acotó: “En 2023, imprimir boletas costó el equivalente a $34.000 millones de hoy. En 2025, ya van $43.000 millones (+IVA $52.000). Ahora deben reimprimir por poner a Espert y bajarlo dos semanas antes. El gasto sumaría otros $14.000 millones. Todo mientras dicen que no hay plata para la salud, las universidades ni las jubilaciones. ¡No tienen perdón!”.

En tándem, López marcó: “La reimpresión de boletas implica en costos 20.000 tratamientos para personas con discapacidad durante un año”.

Kicillof espera a la Justicia

De momento, en el entorno del gobernador Axel Kicillof se mostraron cautos y se limitaron a decir que el tema lo tiene que definir la Justicia electoral.

Sin embargo, por los pasillos de La Plata se escuchó esta tarde que era un “delirio” gastar $15.000 millones en la reimpresión.

En una campaña inédita, Jorge Taiana, el primer candidato de Fuerza Patria en la Provincia, de momento solo le aceptó a Santilli debatir “cuando se confirme” si será el candidato.

El excanciller recién ahora empieza a recibir los primeros dardos de los dirigentes libertarios, fogoneados por los propagandistas en redes, que durante todo este tiempo estuvieron más ocupados en tener que responder sobre las polémicas propias.

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