Reparar un objeto con ‘superglue’ y que se te queden pegadas las manos es uno de los «accidentes» domésticos más comunes. Basta una gota fuera de lugar para que los dedos queden unidos al instante y, en medio del apuro, el primer reflejo suele ser correr al grifo. Sin embargo, echar agua solo empeora la situación.
El divulgador científico que está detrás de la cuenta de TikTok @cienciaconx lo explica con claridad: este adhesivo reacciona con la humedad, y precisamente esa reacción química es la que provoca que se endurezca con tanta rapidez. El secreto, añade, está en su composición.
POR QUÉ EL ‘SUPERGLUE’ REACCIONA TAN RÁPIDO
El llamado ‘superglue’ -también conocido como ‘pega-loca’ en Latinoamérica- contiene cianoacrilato, una molécula muy sensible al agua. Cuando entra en contacto con la humedad -incluso la del aire-, se produce una reacción en cadena que solidifica el adhesivo en cuestión de segundos.
Este proceso químico crea una estructura rígida que se adhiere con fuerza a los materiales porosos. Por eso funciona especialmente bien sobre la piel, que está húmeda, tiene poros microscópicos y contiene proteínas cargadas negativamente capaces de acelerar la reacción.
En cambio, en superficies como el teflón, el polietileno o el polipropileno, el resultado es decepcionante: son tan lisas e hidrofóbicas que el adhesivo no puede penetrar en ellas ni «agarrarse».
QUÉ PASA SI INTENTAS QUITARLO CON AGUA
Cuando el pegamento se endurece sobre los dedos, el agua actúa como un acelerador, no como un remedio. El cianoacrilato «se alimenta» de la humedad y, al entrar en contacto con el agua, libera calor, endureciéndose aún más.
Por eso, al intentar despegar los dedos bajo el grifo, la unión se vuelve más firme y difícil de romper.
Además, al producirse esa reacción química, el adhesivo puede llegar a irritar la piel o provocar sensación de calor en la zona afectada, especialmente si se frota con insistencia.
CÓMO DESPEGAR LOS DEDOS DE FORMA SEGURA
Si ocurre, no intentes separarlos a la fuerza ni los sumerjas en agua. Los expertos recomiendan recurrir a acetona, el disolvente que se encuentra en la mayoría de quitaesmaltes tradicionales.
Empapa un algodón, colócalo sobre la zona pegada y espera unos minutos para que el líquido penetre entre las capas del adhesivo. Después, masajea suavemente hasta que la unión ceda. Finalmente, lava bien las manos y aplica crema hidratante, ya que la acetona puede resecar la piel.
Nunca utilices este método cerca de los ojos ni sobre mucosas. Si la zona afectada es muy sensible o el adhesivo ha alcanzado otra parte del cuerpo, conviene acudir a un centro médico para retirarlo con seguridad.