Usar el celular en el baño se volvió una costumbre cotidiana para millones de personas, pero los especialistas advierten que este hábito podría ser perjudicial. Diversos estudios señalaron que pasar largos minutos con un dispositivo electrónico mientras se está en el inodoro no solo afecta la higiene, sino que también puede tener consecuencias para la salud intestinal y el sistema circulatorio.
Uso del celular en el baño: un estudio revela que aumenta el riesgo de hemorroides
Un estudio reciente, publicado por Plos One, se llevó a cabo con adultos que acudieron a colonoscopias de rutina en el Beth Israel Deaconess Medical Center, en Boston, Massachusetts. Los participantes completaron cuestionarios sobre sus hábitos de uso del celular mientras estaban en el baño, además de preguntas relacionadas con el esfuerzo al evacuar, la ingesta de fibra y el nivel de actividad física.
De los 125 pacientes incluidos, el 43% presentaba hemorroides visibles durante la colonoscopia. Los usuarios frecuentes de teléfonos en el baño resultaron ser, en promedio, más jóvenes que quienes no los utilizaban: 55 años frente a 62.
En general, el 66% admitió usar el celular mientras estaba en el inodoro. Este grupo permanecía más tiempo sentado: el 37,3% pasaba más de cinco minutos por visita, frente al 7,1% de quienes no lo usaban.
Como resultado, se concluyó que usar el celular u otro dispositivo en el baño incrementa en un 46% el riesgo de desarrollar hemorroides. Las actividades más frecuentes durante su uso fueron leer noticias, en un 54,3%, y revisar redes sociales, en un 44,4%.
“El siguiente reel o TikTok se reproduce automáticamente. Eso hace que las personas permanezcan demasiado tiempo sentadas, ejerciendo presión prolongada sobre los tejidos rectales”, explicó la gastroenteróloga Trisha Pasricha, coautora del estudio, en diálogo con The New York Times.
Complicaciones a la salud y la higiene por pasar mucho tiempo sentado en el inodoro
En comparación con las personas que nunca usan el celular en el baño, los investigadores observaron que quienes sí lo hacen tienen una probabilidad mucho mayor de permanecer sentados por más de cinco minutos.
Según la doctora, pasar tanto tiempo en esa posición de forma habitual puede afectar las venas y los músculos pélvicos. “El inodoro es básicamente un hueco abierto: no hay nada que te sostenga, no hay una fuerza de contrapeso”, precisó.
Con el tiempo, el tejido que sostiene los vasos sanguíneos del recto puede debilitarse, lo que provoca que se dilaten e inflamen. Al hacer esfuerzo, puede elevar el riesgo de prolapso rectal, una afección en la que la parte final del intestino grueso que se desplaza y sobresale por el ano, según explicó la doctora Lynn O’Connor, jefa de cirugía colorrectal en el Mercy Medical Center y el St. Joseph Hospital, en Nueva York. Aunque esta condición es poco común, la presión al evacuar puede contribuir a su aparición.
Por otro lado, usar el celular en el baño también representa un riesgo higiénico. Las bacterias presentes en las heces pueden pasar fácilmente de las manos al teléfono al momento de limpiarse. Asimismo, presionar el botón con la tapa abierta favorece que partículas fecales se dispersen en el aire y terminen sobre el dispositivo, según O’Connor.
Aun cuando una persona se lave las manos, al tocar nuevamente el celular vuelve a exponerse a esos gérmenes. No existe evidencia de que este tipo de contaminación provoque enfermedades o brotes infecciosos, pero, como señaló Pasricha, “es asqueroso”.
Recomendaciones médicas para usar el celular en el baño sin dañar la salud intestinal
El gastroenterólogo Eamonn Quigley, jefe de gastroenterología del Houston Methodist, les aconsejó a quienes usan el celular en el baño mantener la espalda recta en lugar de encorvarse sobre la pantalla.
Por su parte, Pasricha sugirió aplicar la “regla de los cinco minutos”: evitar permanecer sentado en el inodoro más de ese período consecutivo. Si transcurre ese tiempo y aún no se logra evacuar o se requiere hacer esfuerzo, lo mejor es consultar a un gastroenterólogo, dado que podría tratarse de heces demasiado duras o estreñimiento.