De Ezeiza a Bolivia: deportaron a la reina de belleza que viajaba con 359 kilos de cocaína en una avioneta que cayó en Entre Ríos

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Con una remera roja y un pantalón marrón, Jade Isabela Calláu Barriga avanzó escoltada por agentes federales hacia el sector internacional del aeropuerto de Ezeiza. Serían los últimos metros que recorrería en suelo argentino. La joven boliviana de 22 años, que en su país fue coronada como reina de belleza, quedó ayer formalmente expulsada de la Argentina por orden de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), en un operativo que incluyó un dispositivo de seguridad reforzado para evitar cualquier intento de fuga o rescate de la “miss” que “cayó del cielo” en enero pasado en Entre Ríos.

El despliegue comenzó en la dependencia federal donde permanecía alojada desde su detención. Un equipo del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) la trasladó en un vehículo blindado hasta el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en el partido bonaerense de Ezeiza. Durante el recorrido se dispuso una custodia con móviles adicionales y personal armado, que acompañó la caravana por autopistas y accesos. Al llegar a Ezeiza, la mujer fue conducida por un corredor de seguridad hasta la zona de embarque internacional, donde se cerró el acceso al público durante varios minutos para garantizar la operación.

Según fuentes oficiales, la medida se adoptó por la peligrosidad del entorno delictivo que rodea a la acusada y por la posibilidad de que intentaran rescatarla. “Se aplicó la nueva legislación vigente para casos de narcotráfico”, explicaron voceros del Ministerio de Seguridad. La joven abordó un vuelo hacia Santa Cruz de la Sierra, donde quedó a disposición de la Justicia boliviana.

La deportación se concretó en el marco de la causa que se inició el 22 de enero, cuando una avioneta con matrícula boliviana adulterada aterrizó de emergencia en Ibicuy, Entre Ríos. En su interior se hallaron 359 kilos de clorhidrato de cocaína de máxima pureza distribuidos en 352 paquetes. El cargamento fue valuado en US$2.200.000, ya que podía fraccionarse en cuatro millones de dosis, según estimaron los investigadores.

Jade Isabela Calláu Barriga, escoltada por agentes del Departamento Federal de Investigaciones de la Policía Federal Argentina, durante el operativo de deportación en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza

Calláu Barriga viajaba junto al piloto, su pareja, identificado como un narco brasileño. Ambos fueron detenidos por la Policía de Entre Ríos tras el aterrizaje forzoso en un campo en la provincia mesopotámica. Las primeras hipótesis indicaron que la aeronave se había quedado sin combustible después de recorrer al menos 1500 kilómetros desde Bolivia, y que el destino final no era Entre Ríos, sino algún punto del norte bonaerense.

La investigación judicial permitió reconstruir el entramado criminal detrás del viaje frustrado. Los peritajes sobre teléfonos y equipos satelitales secuestrados en la avioneta revelaron que la modelo era hija de un jefe narco boliviano y que mantenía vínculos con una organización transnacional dedicada al tráfico de estupefacientes, con presencia operativa en al menos cuatro países sudamericanos.

La policía de Entre Ríos, junto a la droga secuestrada de la avioneta que debió hacer un aterrizaje forzoso en las islas de Ibicuy

Esa estructura era liderada por un ciudadano peruano, José Alberto García Nazario, señalado como el principal articulador logístico del grupo.

También se determinó que la avioneta había sido adquirida por el padre y el hermano de Calláu Barriga, ambos con antecedentes penales internacionales.

El plan era trasladar la droga desde Bolivia hacia territorio argentino para su distribución, pero la falla mecánica y la falta de combustible obligaron al piloto a buscar un terreno seguro en la zona de islas del Delta entrerriano para hacer un aterrizaje de emergencia.

Policías de Entre Ríos y efectivos de Gendarmería, junto a la carga de cocaína transportada en un avión que hizo un aterrizaje forzoso en Ibicuy, Entre Ríos

El hallazgo de la droga y la detención de los ocupantes se produjo cuando el dueño del campo donde aterrizó la aeronave alertó a la policía. Los agentes comprobaron que la matrícula LV-GOP era falsa y que el avión era boliviano. Dentro del fuselaje encontraron diez bultos con los 352 paquetes de cocaína.

El caso quedó bajo la órbita de la jueza federal Analía Ramponi y del fiscal Pedro Rebollo, con intervención de la Policía de Entre Ríos y Gendarmería Nacional.

La policía de Entre Ríos, junto a la droga secuestrada de la avioneta que debió hacer un aterrizaje forzoso en las islas de Ibicuy

La expulsión de Calláu Barriga marca un nuevo capítulo en la investigación, que continúa para determinar la ruta completa del cargamento y la participación de otros miembros de la organización.

Mientras tanto, el piloto brasileño sigue detenido en la Argentina, acusado de contrabando agravado de estupefacientes.

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